La magistrada costarricense Nancy Hernández es una de las nuevas juezas de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).
La Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) la eligió este viernes con 16 votos. Hernández asumirá ese puesto a la vez que otra costarricense, la reconocida jueza Elizabeth Odio, termina su periodo como integrante y presidenta de la Corte IDH.
La OEA también eligió a otras personas integrantes para la Corte IDH: Verónica Gómez (Argentina); Rodrigo Bittencourt (Brasil) y Patricia Pérez Goldberg (Chile) que fue electa tras una segunda ronda de votaciones.
El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, indicó en redes sociales sobre Hernández: “Su experiencia y compromiso con los Derechos Humanos son garantía. Un gran logro diplomático para Costa Rica”. A la vez que aplaudió la labor realizada por Elizabeth Odio.
Tras conocer su elección, Hernández expresó en un comunicado de prensa: «Estoy muy emocionada y agradecida (…) Sin duda alguna, más que un reconocimiento personal, es un reconocimiento a Costa Rica y su larga trayectoria en la promoción y defensa de los derechos humanos y el estado de derecho, y desde luego que también es un reconocimiento a la impecable trayectoria de las y los costarricenses que me han precedido en esa Corte, que han dejado el nombre de Costa Rica en lo más alto de la judicatura internacional».
La jueza agradeció al presidente de la República y a la Cancillería de Costa Rica por su postulación.
También informó que oficializará su salida de la Sala Constitucional en los próximos días, «después de 32 años de dedicación a la defensa de la Constitución Política y los derechos humanos. La Sala Constitucional y el Poder Judicial costarricense han sido parte fundamental de mi vida profesional y llevo con orgullo esa experiencia en este nuevo reto».
Meses atrás, en entrevista con Interferencia, la magistrada Hernández indicó: “Es importante que la gente sepa que el bienestar de las naciones no depende únicamente de los indicadores económicos; depende de una serie de estándares de derechos humanos básicos, de libertades fundamentales sin las cuales no puede haber desarrollo y desarrollo económico, porque el Estado de derecho y la economía están completamente ligadas de la mano, y no puedan prosperar el bienestar económico de los pueblos si no hay un respeto al ordenamiento interno, al Estado de derecho y el ordenamiento internacional”.
Ella ocupa el puesto de magistrada desde el 2013.
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