En resumen: La presidenta de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), Marta Esquivel, advirtió que esa institución está generando “gastos superiores a los ingresos económicos que se están recibiendo” desde la década de 1990. Los presupuestos de la CCSS desmienten a la jerarca.
En realidad, los ingresos corrientes y totales de la CCSS han estado por encima de los gastos institucionales en los últimos 12 años, según la información presupuestaria que esa entidad facilitó a Doble Check.
Doble Check pidió el fundamento de la advertencia hecha por Esquivel sobre la estabilidad económica de la Caja. En una respuesta oficial, la institución se limitó a compartir las liquidaciones presupuestarias del 2010 al 2022. La Caja omitió señalar que esas cifras contradicen a la jerarca.
Solamente los gastos corrientes del 2010 fueron superiores a los ingresos corrientes de ese año en el Seguro de Salud (SEM), una de las principales fuentes de contribuciones sociales de la institución. Aún así, los ingresos sobrepasaron los gastos de ese mismo año en el régimen de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).
“Anuncio urgente” del Gobierno
La administración Chaves Robles hizo una conferencia de prensa para difundir un “anuncio urgente” sobre la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) el 14 de junio pasado. “Hoy queremos hacer un esfuerzo por explicarle a la ciudadanía la crítica situación económica de la Caja Costarricense del Seguro Social”, dijo la presidenta ejecutiva de esa institución, Marta Esquivel, al iniciar la conferencia.
“Para poderles decir cómo está la Caja Costarricense del Seguro Social, tenemos que hacer un poco de historia, y historia [sic.] que igualmente no es agradable. Desde los años 90, ya viene la Caja Costarricense del Seguro Social con menos plata ingresando que la que gasta. O sea, vamos generando gastos superiores a los ingresos económicos que se están recibiendo: años 90”, afirmó Esquivel seguidamente.
Según la jerarca, esa supuesta brecha entre los gastos y los ingresos ha causado el “deterioro grave en la prestación de los servicios” de la CCSS.
Datos de la CCSS desmienten a Esquivel
Desde finales de junio, Doble Check le solicitó a la CCSS las cifras que fundamentaron esa advertencia de Marta Esquivel sobre los gastos institucionales. La entidad respondió hasta el 28 de julio.
La Dirección de Presupuesto de la Caja envió dos hojas de cálculo con “los resultados históricos de ingresos y egresos, correspondientes a la liquidación presupuestaria del periodo 2010-2022”. Los documentos registran los montos presupuestados y ejecutados por la Caja en sus principales programas: el Seguro de Salud (SEM) y el régimen de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).
Esa información oficial contradice a la presidenta de la CCSS, quien ocupa el cargo desde hace casi un año por designación del presidente de la República, Rodrigo Chaves. Los ingresos totales en los programas presupuestarios de la CCSS han estado por encima de los gastos del 2010 al 2022.
Esa tendencia se repitió casi en su totalidad al comparar individualmente los ingresos y gastos corrientes del seguro de salud y las pensiones del IVM. Según la Contraloría General de la República (CGR), “la relación de ingresos y gastos corrientes denota la capacidad de la entidad para cubrir sus gastos de operación con la recaudación de ingresos ordinaria”.
Los ingresos corrientes de la CCSS provienen mayormente de las contribuciones sociales, las transferencias corrientes (del Estado principalmente) y otros ingresos no tributarios. Esa categoría excluye a los ingresos de capital y de financiamiento.
Por otro lado, los gastos corrientes son remuneraciones (salarios), adquisición de servicios, materiales y suministros, y pago de intereses. Las partidas de egresos por activos financieros, bienes duraderos y cuentas especiales quedan fuera del cálculo de gastos corrientes, según el clasificador económico del gasto del sector público.
Solamente los ingresos corrientes del seguro de salud del 2010 quedaron cortos frente a los gastos corrientes. Sin embargo, la entrada de recursos corrientes en el IVM estuvo por encima de los gastos ese mismo año.
En un análisis de perspectiva presupuestaria para el 2023, la Contraloría reconoció que los ingresos corrientes de la CCSS tenían una “tendencia creciente” del 2015 al 2019, antes de la pandemia de COVID-19. Los ingresos corrientes bajaron en el 2020 pero la institución recuperó esa tendencia prepandemia al año siguiente.
En dicho informe, la CGR advirtió que la estimación de gastos corrientes era mayor que la previsión de ingresos corrientes en los presupuestos del 2022 y de inicios del 2023. Sin embargo, los ingresos corrientes ejecutados realmente en el 2022 terminaron superando los egresos, de acuerdo a los registros definitivos de la CCSS.
La Contraloría también destacó el riesgo de que el Estado disminuya las transferencias corrientes a la Caja en el 2023, ya que “sumaría a que la deuda del Estado con la CCSS (obligaciones legales) siga aumentando”, así como la importancia “de analizar el impacto de la dinámica poblacional” en el sistema de pensiones por el envejecimiento de la población y la reducción de los grupos en edad laboral.
Las liquidaciones presupuestarias de la CCSS del 2010 al 2022 están disponibles aquí y aquí.