La historia del país está marcada por personas y grupos masónicos, especialmente en el desarrollo sociopolítico; sin embargo, parte de sus contribuciones son desconocidas para el pueblo costarricense. La masonería es un movimiento filosófico que se establece como un conjunto fraternal de personas enfocado en el trabajo al autoconocimiento, la libertad de pensamiento, el progreso personal y de la humanidad.
Como explica Vladímir de la Cruz, historiador, los grupos masones no son ateos por naturaleza, se fundamentan en la devoción hacia un principio de vida para el ingreso a la Logia. Particularmente, no tienen ninguna adhesión a un credo religioso específico, por lo que establecen un respeto a todos los credos.
Para entender su historia, se debe comprender que es un movimiento originario de la Edad Media y que fue evolucionando hasta consolidarse. El historiador Vladímir de la Cruz, data que el movimiento masónico se concretó en Inglaterra.
Con la creación de la primera organización y los elementos digamos normativos de la Logia Masónica inglesa un 27 junio en 1717; la cual pasaría a ser la Logia Universal. A partir de esto, se empieza a impartir las constituciones masónicas, llegando a España en 1728, la cual mediante procesos de colonización expandió la masonería a Latinoamérica.
En Latinoamérica desde 1773 se data que surgieron grupos masónicos. Evidenciado con la presencia de varias figuras emblemáticas de la independencia de Latinoamérica pertenecientes a estos grupos.
Como menciona La Cruz “alrededor de Francisco Miranda, pues se integran un montón de personajes de la revolución americana, como Simón Bolívar, José de San Martín, Bernardo O’Higgins, Antonio Nariño, Pedro Moreno González, Francisco de Paula Santander, el padre Miguel Hidalgo Costilla, José María Morelos, eran miembros activos de la Logia Masónica de aquella época”.
A finales del siglo XVIII, ya se habían formado Logias en la región, la más reconocida fue Arquitectura Moral en México, como rescata el historiador, es la logia que rescata el miembro que dio el grito de declaración de independencia el 15 de septiembre de 1810.
En Costa Rica, existe información que alrededor de 1826 ya existían 3 logias masónicas. Sin embargo, como explica el historiador, el origen de una Logia en la región se define mediante la fundación oficial de estas, lo cual establecería a la Logia Caridad como la primera oficial del país, a finales del siglo XIX (1865). Esto movilizado por el padre Francisco Calvo, quien integra a los principales líderes políticos de la época en estos grupos.
Para la época, se registraron que múltiples personas en puestos de poder como educadores, políticos, comunicadores o directores pertenecían a estos grupos. De la Cruz, especula que se debe al carácter filosófico y académico de estas personas que se correlaciona con la fundación de la masonería; donde esos fundamentos masónicos servían como palanca para la toma de decisión en el ambiente de políticas públicas.
“En el 86 se remata ese proceso porque el liberalismo cobra una fuerza enorme y el movimiento masónico lo atiende”, Vladimir de la Cruz, historiador.
Lo anterior generó el proceso de las leyes liberales, las cuales movieron la implementación de la educación laica, la aceptación del matrimonio civil y el divorcio, reflejando que los aportes al aspecto sociopolítico de la masonería en la época, fueron los fundamentos ideológicos para la toma de decisiones de los líderes políticos que llevó como resultado la separación de la iglesia y el Estado. Unos ejemplos que brinda el historiador son los de José María Castro Madriz, Thomas Guardia, Bernardo Soto, Próspero Fernández Oreamuno, Rafael Iglesias y León Cortés Castro; expresidentes de Costa Rica.
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