Control internacional frente a los conflictos bélicos

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Jimena Rojas Rojas
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Los mecanismos internacionales creados para prevenir y contener los conflictos bélicos atraviesan una turbulenta etapa, donde los tratados, organizaciones y normativas que surgieron durante el siglo XX con la intención de limitar la guerra y proteger a las poblaciones, ya no son tan eficaces. De esta manera surgen nuevos análisis de especialistas que buscan comprender la situación global.

Una balanza difícil: paz, desarrollo y realismo político

Carlos Cascante Segura, PhD en Relaciones Internacionales, hace un abordaje de este control internacional frente a conflictos bélicos, explica que la lucha de la sociedad internacional por reducir la guerra, por alcanzar niveles de paz y desarrollo es siempre un conflicto o una balanza muy difícil de equilibrar.

Durante los últimos 200 años, ha habido avances y retrocesos, así como momentos en que los ideales de paz se han visto enfrentados con el realismo político.

Fue hasta finales del siglo XIX y principios del XX cuando la sociedad internacional empezó a discutir la prohibición de la guerra como instrumento de resolución de conflictos. Cascante señala que la masividad de la guerra y la producción amplia de armamentos provocó que ciertos grupos empezaran a pensar que la guerra era muy dañina en términos de la modernidad.

De esta forma, a principios del Siglo XX, se empezó a discutir la prohibición de la guerra y la obtención de territorios mediante conflictos bélicos, como el Tratado de Versalles de 1919 o el Tratado Briand-Kellogg de 1928.

Poco a poco, se fueron endureciendo el derecho internacional, que consistía en las normativas mínimas que debían respetar los actores que están en guerra sobre sus adversarios. Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial representó un fuerte golpe para estas normativas y sus avances.

El Dr. Cascante menciona que la creación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) retomó muchos de los principios establecidos previamente, sin embargo, su estructura organizacional está orientada principalmente para evitar conflagraciones globales, no guerras puntuales, haciendo que sea bastante débil para abordar conflictos regionales, como se evidenció en los Balcanes y Ruanda, donde las intervenciones llegaron tarde.

Militarización creciente y debilitamiento institucional

El debilitamiento de las instituciones internacionales ha llevado a un aumento sostenido del gasto militar. Esto se ha visto en el incremento en la capacidad militar de países como Emiratos Árabes Unidos, apodado por esto como “la pequeña Esparta, y el gasto creciente de las naciones europeas tras percibir una menor protección de Estados Unidos.

“No nos movemos al consenso jurídico o al consenso de normas de limitación, sino que parece que nos estamos moviendo a un mundo donde la disuasión armada es el mecanismo favorito de los estados”, Carlos Cascante Segura, PhD en Relaciones Internacionales.

Cascante explicó que la efectividad de las sanciones internacionales depende de que se aplique en conjunto para todos los actores relevantes. Sin embargo, la cooperación internacional atraviesa un momento de debilitamiento, ejemplo de esto es el cierre de la agencia estadounidense USAID, lo cual demuestra una menor implicación de este país en políticas de desarrollo.

De esta forma, es necesario encontrar alternativas pacíficas que limiten la escalada de conflictos y prioricen la inversión social y la ayuda humanitaria, en lugar del gasto militar. Cascante manifestó que debe de existir movilización ciudadana, donde se vea la opinión pública expresada en las calles, y a pesar de que los movimientos sociales tienden a ser más lentos de lo que se espera, pueden provocar cambios en las posiciones de los gobiernos.

Para escuchar el programa completo de Desayunos de Radio Universidad, acceda al siguiente enlace:

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