El conflicto en la frontera de Gaza, entre Palestina e Israel, ha protagonizado muchas de las conversaciones de la esfera internacional. En los últimos días, estas discusiones han tenido auge debido al ataque por parte de la fuerza política y paramilitar palestina Hamás, y la respuesta de Israel
Hamás (Movimiento de Resistencia Islámica), es uno de los dos poderes políticos actuales en Palestina, junto con Fatah. Donde, tras enfrentamientos internos dentro de Palestina, en el 2007 Hamás tomó control de la Franja de Gaza y Fatah de Cisjordania.
El pasado 7 de octubre, Hamás ataca Israel y deja más de 1300 muertos, miles de heridos, y un enfrentamiento que va a tomar más vidas inocentes en el camino. Después de ese ataque, Israel responde y se defiende bombardeando Gaza, sumando el número de fallecidos a este conflicto.
Este enfrentamiento entre ambas partes es ampliamente complejo. Según Victor Hugo Murillo, periodista, los acontecimientos en Gaza son el resultado de una serie de decisiones que se remontan al plan de partición de Palestina de 1947 propuesto por las Naciones Unidas y que, en ese momento, estaba bajo la administración del Reino Unido. Este buscaba la creación de dos estados, uno judío y otro árabe. Sin embargo, este plan nunca llegó a implementarse, ya que fue rechazado de inmediato por los países árabes, desencadenando así la Primera Guerra Árabe-Israelí en 1948. A partir de ese momento, la región fue escenario de varios conflictos, como la Guerra de los Seis Días.
La Guerra de los Seis Días marcó un cambio en la configuración territorial de la región, ya que Israel derrotó a los ejércitos de Jordania, Siria y Egipto. Además ocupó vastos territorios, incluyendo la Península del Sinaí egipcia y las Alturas del Golán, lo que no contó con el reconocimiento de la comunidad internacional. Asimismo, Israel ocupó el margen occidental del río Jordán, conocido como Cisjordania, y Gaza.
Jerusalén oriental, reclamada por los palestinos como la capital de su futuro estado nacional, también cayó bajo el control israelí durante este período. En 2005, Israel desalojó la Franja de Gaza, y la Península del Sinaí fue devuelta a Egipto como parte del primer tratado de paz entre un país árabe e Israel, que se firmó en 1979. Estos eventos históricos sentaron las bases de la compleja situación que se vive en la actualidad en la región, afirma Murillo.
Tras los enfrentamientos, se ha visto un esfuerzo de reconfiguración para encontrar la paz entre ambas regiones. Entre estos se puede mencionar los Acuerdos de Oslo. Según Constantino Urcuyo, abogado, analista y político, fue en estos acuerdos donde “Israel reconoció a la autoridad Palestina y la autoridad Palestina reconoció la existencia del Estado de Israel, cosa a la que se niega hoy día Hamás”, confirmó Urcuyo.
Sin embargo, Urcuyo aborda temas que quedaron pendientes, como el estatus de Jerusalén, lugar que ambos reclaman como su capital y después los asentamientos israelíes en Cisjordania, que no tienen el reconocimiento de la comunidad internacional y que el derecho internacional los reconoce como ilegales porque la resolución 242 de las Naciones Unidas planteaba que Israel se tenía que retirar, pero no señaló claramente los bordes de ambos estados.
Además de ello, desde 1948 miles de palestinos tuvieron que dejar Palestina por la partición que hicieron las Naciones Unidas sin embargo, en los acuerdos de Oslo no se tomó en cuenta qué hacer con estas personas o cómo garantizar su retorno a Palestina.
Son diversos los elementos que han desarrollado el conflicto entre Palestina e Israel. Diversos entes como las Naciones Unidas, Estados Unidos, China, se han pronunciado a favor de la mediación de estas partes, para que se dé un cese al fuego, y para que se permita el ingreso de ayuda humanitaria a la franja de Gaza. Sin embargo, se necesita voluntad de las partes, principalmente de Israel al ser quien tiene mayor control sobre la región y mayor poder militar.
«Salir de esta situación va a requerir de alguna mediación (…) de algún actor internacional que busque una solución al menos inmediata que cese al fuego», afirmó Constantino Urcuyo.
Con esto, Urcuyo considera que de parte de Israel hay una mentalidad de venganza, y la existencia de una evolución de un lenguaje de antagonismo donde Netanyahu, el primer ministro de Israel, no solo ha llamado a la defensa, sino también a la gran venganza, de esta forma considera muy difícil una reciente conciliación de las dos partes.
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