No es necesario dejarse llevar por las promociones. Las compras inteligentes e informadas nos permiten beneficiarnos como personas consumidoras y también tiene efectos positivos en nuestro bolsillo.
Se anuncian descuentos. El día marcado para obtener esas promociones está por iniciar. Hay una larga fila de personas esperando que abran el negocio. ¿Valdrá de verdad la pena correr, hacer filas y gastar en esas promociones? ¿Promoción significa ahorro? ¿Cómo definir qué es lo que en realidad necesito y lo que no?
Sin duda hacer compras inteligentes es todo un arte, pero eso no significa que sea difícil, solo hay que tomar en cuenta algunos consejos. Sobre ese tema se analizó en el programa Saber Vivir con el funcionario de la Junta de Ahorro y Préstamo de la Universidad de Costa Rica, Wilson Fernández.
Fernández explica que las compras reflexivas se pueden traducir en ahorro y también en un sentido de logro personal, por eso es importante no dejarnos llevar por la rapidez con la que aparecen las promociones o por nuestra desesperación o deseo inmediato de tener alguna cosa. “Si analizamos la necesidad de un producto antes de adquirirlo, estaremos un paso más cerca de evitar esas compras por impulso que a menudo lamentamos”.
Es por eso que el especialista propone 5 recomendaciones básicas para hacer compras inteligentes (aprovechando las promociones cuando estas nos benefician):
1. INVESTIGAR ANTES DE COMPRAR
Las estrategias de marketing empleadas por las tiendas muchas veces se centran en crear un sentido de urgencia o escasez. Esto lleva a quienes compran a actuar impulsivamente, adquiriendo productos que no necesitan de manera urgente, y en ocasiones, productos que no están tan rebajados como parece.
Según Fernández, es fundamental analizar la necesidad del producto antes de adquirirlo. Preguntarse si realmente algo es indispensable puede servir como un freno ante el impulso de comprar. Además de eso recomienda tomarse tiempo para investigar los precios y las características de los productos que desea adquirir.
El especialista sostiene que comparar precios en diferentes tiendas y plataformas en línea, nos puede servir para asegurarnos de que estamos obteniendo una oferta genuina.
“Realmente se siente como un triunfo saber que hemos tomado decisiones informadas y que hemos evitado gastos innecesarios que podrían habernos perturbado”- Wilson Fernández, Junta de Ahorro y Préstamo, UCR.
2. ESPERAR ANTES DE TOMAR UNA DECISIÓN
Si siente el impulso de comprar algo, dele un respiro a esa emoción. Fernández explica que esperar al menos 24 horas para reflexionar si realmente necesitamos el producto, podría ayudarnos a darnos cuenta si lo que queremos es porque de verdad lo necesitamos o si es solo un deseo (compras impulsivas).
“Distinguir entre lujo y necesidad es esencial para no dejarnos llevar por impulsos momentáneos que podrían afectar seriamente nuestro presupuesto”, enfatiza Fernández.
3. DESCONFÍE DE LAS URGENCIAS
A veces queremos algo y la persona vendedora nos dice: “Es el último que nos queda, aprovéchelo”. En esa presión porque es el último, está escondida la estrategia para que compremos sin analizar otras posibilidades.
Fernández menciona que debemos estar atentos, ya que muchas veces nos enfrentamos a estrategias de marketing que nos empujan a comprar sin analizar si de verdad ese producto está en promoción o solo cambiaron el color de la etiqueta.
“La frustración de ser víctima de una publicidad engañosa es algo que seguramente todos hemos experimentado, así que es vital aprender de esas situaciones”- Wilson Fernández, Junta de Ahorro y Préstamo, UCR.
4. USE LISTA DE COMPRAS
No se trata de solo ir a ver qué encuentro. Aunque haya promociones programadas en un determinado local, piense antes qué es lo que realmente necesita de ese lugar.
Elabore una lista de compras antes de salir o de navegar por internet. Eso le ayudará a enfocarse en lo que realmente necesita y evitar caer en compras impulsivas de artículos no planificados.
5. REFLEXIONE SOBRE COMPRAS PASADAS
Haga un ejercicio de autoevaluación después de una compra. Pregúntese si fue una decisión inteligente y qué emociones le impulsaron. Aprender de sus experiencias le ayudará a mejorar su comportamiento como consumidor.
“Veo cada compra como una oportunidad para evaluar nuestras prioridades y así tomar decisiones más acertadas en nuestra vida diaria […] Cuando examinamos profundamente el por qué de una compra, descubrimos que muchas veces no necesitamos lo que nos intentan vender en ese preciso momento”, explica Fernández.
Y NO OLVIDE EL PRESUPUESTO Y SU PLANIFICACIÓN FINANCIERA
La educación financiera y la crítica constructiva son el camino para fortalecer un enfoque más debilitado ante el consumismo agresivo que marca la pauta en nuestras compras cotidianas. “Estar informados y ser críticos con nuestras decisiones de compra nos permitirá salir airosos en un entorno donde el consumismo puede ser abrumador”, resalta Fernández.
El especialista también recuerda la importancia de tener un presupuesto elaborado y de plantearse metas financieras. Esto nos permitirá tener muy claro en qué utilizamos nuestro dinero.
