La Vicerrectoría busca tener más información sobre las manifestaciones expresadas por el docente en redes sociales, las cuales fueron criticadas por personas usuarias de esas plataformas.
La Vicerrectoría de Docencia de la Universidad de Costa Rica (UCR) pidió a la Escuela de Estudios Generales un informe sobre el caso de un docente universitario que contó, en un grupo de Facebook, haberle puesto un cero de nota a 18 estudiantes que habrían utilizado herramientas de inteligencia artificial (IA) para contestar preguntas de una prueba.
Las manifestaciones del docente causaron reacciones críticas en redes sociales, tanto en relación a su postura de prohibir la inteligencia artificial en sus cursos, como por otras expresiones que fueron consideradas como clasistas por algunas personas usuarias de redes sociales.
La situación trascendió públicamente el lunes, cuando una persona compartió en Twitter la publicación que había hecho el docente Melvin Campos Ocampo en el grupo de Facebook “Soy estudiante UCR”. El profesor, quien imparte el curso de Humanidades en la Escuela de Estudios Generales, indicaba en esa publicación que había detectado el uso de IA, como Chat GTP, para resolver parte de la prueba. Según el docente, pudo darse cuenta usando, precisamente, otras herramientas de IA.
Campos escribió que sintió un “enojo apocalíptico” por lo que consideró un fraude académico, pero que luego se serenó y, en lugar de abrir procesos disciplinarios, optó “por la piedad” y les puso un cero en su materia.
El texto del docente generó mucho debate en Twitter, donde algunas personas cuestionaron la fiabilidad de usar otras herramientas para determinar el uso de IA en los exámenes. Otro de los señalamientos que se hizo es que estas herramientas de inteligencia artificial pueden ser incorporadas en los procesos educativos sin que esto fuese fraude.
Khevin Sánchez, estudiante de la Licenciatura de Derecho en la UCR, fue quien compartió el mensaje original del docente en Twitter. Según Sánchez, lo hizo porque “este es el primer precedente público en la UCR con respecto a sanciones por la utilización de estas herramientas tecnológicas, las cuales no están expresamente reguladas en la normativa interna”.
De hecho, varios medios de prensa hicieron notas sobre el texto escrito por el docente. Tras el debate en redes, Campos volvió a hacer una publicación en Facebook y en esta criticó a las personas que le cuestionaron la manera en que abordó el tema.
Campos reconoció que ninguna herramienta de IA es totalmente fiable para la detección de plagio, pero aseguró que todos los estudiantes involucrados “confesaron”. Además sostuvo que su publicación no era en contra de la IA, sino del uso fraudulento de las tecnologías.
En ese nuevo texto, el docente añadió: “Quienes defienden el uso de las tecnologías para el fraude, de nuevo, lo invito a irse a una (universidad) privada: esas son empresas y solo les importa la eficiencia y producir titulado en masas. Importa sacar cartones, no que sepan nada o aporten nada”, manifestó Campos.
Además, indicó: “para esos que sin sonrojarse apoyan la corrupción, les deseo que ojalá no terminen la U y acaben de Uber o en SYR o en algún trabajo donde los controlen mucho y no puedan cometer fraude y ojalá no voten nunca, ni tengan hijos para que no promuevan la corrupción ni la ignorancia”.
Ese tipo de opiniones volvieron a generar críticas en plataformas como Twitter, donde algunas personas le escribieron comentarios diciendo que eran “clasistas”, “despectivos”, “censurables”, incluso una usuario de la red social le cuestionó al docente sí sabía el significado del término movilidad social.
Ante todo lo sucedido, la Vicerrectoría de Docencia de la UCR pidió un informe a la Escuela de Estudios Generales para conocer qué ocurrió con este profesor, según confirmó esa oficina ante consulta de Interferencia de Radios UCR.
La Vicerrectoría está a la espera del informe, según dijeron a Interferencia, “con el estricto objetivo de contar con insumos para que el vicerrector conozca el caso y, de considerarlo necesario, pueda referirse a él”.
El vicerrector Felipe Alpízar indicó por medio de esa oficina: “Si las acusaciones que se formulan en redes sociales contra el profesor son verdaderas, resultan hechos que deben ser investigados y llevarse a cabo los procesos disciplinarios correspondientes. Al respecto estoy en comunicación con el superior jerárquico del docente para abrir los canales que permitan aclarar esta situación”.
La Dirección de la Escuela de Estudios Generales le pidió un informe al docente, según confirmó el mismo Campos a este medio. Aunque el profesor iba a conceder una entrevista, posteriormente indicó que se encontraba ocupado preparando el informe.
Posteriormente, vía mensaje de whatsapp, añadió lo siguiente: “Lamentablemente esos comentarios están muy manipulados como suele suceder en redes bochincheras como Twitter: yo dije que las personas que cometían fraude y que lo defendían no debían estar en posiciones de poder porque, si tenían la oportunidad, cometerían el fraude y que, por eso, les vendría bien un jefe bastante controlador (como Uber o SyR), para que no hicieran fraude. Pero, como siempre, las manipulaciones y berrinches en Twitter llaman mucho la atención de alguna gente. Eso es lo que tengo que decirte al respecto: yo nunca he estado acostumbrado a la violencia ni física ni virtual y Twitter es muy violento: por mi paz mental opté por no darle más vueltas a este asunto”.
¿Es fraude académico el uso de la inteligencia artificial?
Las manifestaciones del docente Campos en redes además avivaron el debate sobre el uso de la inteligencia artificial en entornos académicos.
El estudiante de Derecho, Khevin Sánchez, quien compartió en Twitter las publicaciones que había hecho el docente en Facebook, indicó a este medio que, en su criterio, los estudiantes de Campos no habían cometido fraude.
“El plagio implica la apropiación indebida de una obra intelectual ya existente, sin reconocer su autoría original. No obstante la respuesta que genera una herramienta como Chat GTP es siempre una respuesta nueva y depende del contexto que se le brinde, el cual puede considerarse una obra original del mismo usuario, por lo tanto no hay plagio en el sentido estricto, sino una asistencia o colaboración tecnológica”, consideró.
Tomás de Camino, director de la Escuela de Sistemas Inteligentes en la Universidad Cenfotec, coincide que herramientas como Chat GTP generan textos originales.
“No hay ningún plagio en lo que hace Chat GTP con respecto a la información sobre lo cual está entrenado, es decir, cada vez que yo hago una petición, a través del diálogo, va a generar contenido original”, planteó de Camino.
Sin embargo, el docente de Cenfotec consideró que sí es cuestionable “agarrar, copiar y pegar algo que hice en Chat GTP como contenido original”, manifestó.
De Camino señaló que es diferente pedirle a la herramienta que revise un texto de autoría propia del usuario, a pedir un texto generado desde cero por IA.
Según este docente, las herramientas de IA afectan todas las áreas de aprendizaje, es por ello que considera que estas nuevas tecnologías deben integrarse en los cursos que se brindan, explicando en las aulas como la IA puede mejorar los procesos educativos.
Agregó que, ante estos nuevos retos, las evaluaciones de cursos son una de las áreas que se ven más afectadas por el uso de herramientas como Chat GTP, pero consideró que los docentes deben plantear evaluaciones originales y creativas y no solo exámenes de preguntas directas para la evaluación de conocimientos.
Cuando en medios de prensa se dio a conocer el caso del docente que puso nota cero a los alumnos, el vicerrector de Docencia de la UCR, Felipe Alpízar, manifestó que las herramientas de inteligencia artificial ya son parte de la vida académica y que esto plantea algunos retos.
Alpízar señaló que en la UCR hay en la actualidad al menos 49 experiencias de uso de inteligencia artificial en los procesos de aprendizaje de la universidad.
El vicerrector resaltó que existe un reglamento que prohíbe el plagio, pero señaló que en la actualidad no se cuenta un cuerpo normativo que regule específicamente el uso de herramientas de inteligencia artificial, por lo que, según dio a conocer, ya se trabaja en la creación de estas regulaciones.