Ruta del arroz: “Esta imposición nos arruinó a todos los agricultores de arroz”, Marco Navarro, arrocero.

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Guiselle Mora Noguera
- guiselle.moranoguera@ucr.ac.cr

Productores afirman que la “Ruta del Arroz” los tiene en ruinas y que además está afectando a más de 33 mil empleos directos e indirectos asociados con la siembra y cosecha de este grano. 

Jorge Morales tiene 40 años de ser agricultor en Guanacaste. La implementación de la Ruta del Arroz afectó su trabajo y sus ingresos familiares.Estamos arruinados, tengo un hijo que tiene 40 años y otro de 34, nunca han tenido otro trabajo diferente al de trabajar conmigo, hoy por hoy estamos totalmente parados sin nada en qué ganarnos la vida”, asegura.

El objetivo de la Ruta del Arroz es bajar el precio de este grano para los consumidores en Costa Rica. La iniciativa se empezó a aplicar en el año 2022 con la firma de los decretos ejecutivos 43.643 y 43.642 que eliminan la regulación de los precios del arroz y cambian el arancel que pagan los importadores, de un 36% a 4.5% en granza y 5% en pilado.

Según los arroceros, esta disminución de aranceles los está dejando sin ingresos y no solo a ellos sino que también a todas las personas que de forma directa o indirecta laboran en actividades relacionadas con el arroz. “No hay consenso entre los daños que ha producido esta ruta en todo el sector, porque no es solo al productor al que ha perjudicado, ha perjudicado zonas donde no hay otros empleos que no sea arroz”.

Según datos de la Corporación Arrocera Nacional, el área de siembra de arroz pasó de 35 mil a 24 mil hectáreas desde la firma de los decretos y se estima que disminuiría a 15 mil para la cosecha 2023-2024.

El agrónomo y miembro de la Comisión Institucional de Seguridad Alimentaria de la Universidad de Costa Rica, Felipe Arauz considera que no se debió quitar los aranceles ya que hasta el momento el precio no bajó el porcentaje que debió haber disminuido.

Alguien se está quedando con el negocio en medio de la cadena de comercialización. Me parece que el presidente y su gente no estudió cómo funciona el comercio agrícola, por lo menos en Costa Rica, donde el precio al consumidor normalmente es 3 veces mayor que el precio de importación”, indica Arauz.

NEGOCIACIONES FALLIDAS 

Morales comenta que el sector ha estado abierto a poner en práctica reformas para bajar el precio de este producto, sin embargo no toman en cuenta sus propuestas. “Se perdió más de un año en una mesa técnica que lo único que prevalecía eran las decisiones impositivas, nada de lo que se aportaba que podían ser soluciones se aceptaban”. 

Marco Navarro, productor de Cañas, cuenta que la competencia es muy difícil para ellos. “Nosotros fuimos los que quedamos en bancarrota, no podemos sembrar, no podemos competir con los arroces que vienen de afuera porque el precio de ellos es muy bajo, 20 mil colones, 21 mil colones. Nosotros tenemos costos muy elevados”.

“Debe darse un serio replanteamiento de la denominada ruta del arroz, para evitar que se arruinen nuestros productores, que es lo que está ocurriendo. La seguridad alimentaria y miles de empleos están en juego» – declaraciones de Óscar Arias, vicepresidente de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria en un comunicado de prensa.  

Arauz explica que en Costa Rica se produce más caro por los estándares laborales y ambientales que tenemos y que estos son aspectos importantes para mantener. “¿Saben cuánto es el salario mensual de un trabajador agrícola en la India? 59 dólares por mes, es decir que con lo que un productor nuestro contrata un trabajador agrícola, en la India pueden contratar 10, y además es uno de los países más contaminantes del mundo”, asegura.

Según Arauz, desde el 2014 y hasta el 2022 se dio un acompañamiento al sector y se logró aumentar la productividad paulatinamente. “Venía bajando el precio pero por la ruta correcta, la ruta de acompañar para mejorar la productividad”.

El agrónomo reflexiona e invita a analizar el tema. “Más allá de las frías estadísticas, de los números, estamos hablando de gente que están viviendo una situación de angustia. Les han quitado su forma de vida, les han dicho cosas tan crueles como: cambien de actividad. Como si se ocupara para el cannabis las mismas inversiones. Como si todo lo que se hubiera hecho antes se pudiera tirar por la borda. Eso no solo es una tontería sino que es una crueldad, casi es una bofetada a nuestros agricultores”.

Encuentre la entrevista completa en este programa de Semillas y Saberes. Una coproducción con la Escuela de Nutrición de la UCR. 

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