Estar presentes durante el proceso escolar de las y los hijos permite influir positivamente en todas sus etapas del desarrollo, en la parte cognitiva y emocional.
Estos primeros días del año empezamos a ver uniformes y útiles por todo lado. La preparación de la época escolar inicia pero, además de buscar todos los materiales también es importante involucrarnos en el proceso de aprendizaje de nuestros hijos e hijas, no importa si son preescolares, escolares o colegiales.
La profesional del Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad de Costa Rica, Estrella Meza Rodríguez ha estudiado el involucramiento parental y los beneficios que este tiene en el ciclo escolar. Entre los beneficios que ha encontrado está el de lograr un mejor desarrollo en las distintas etapas de crecimiento de los hijos e hijas.
Según Meza el involucramiento parental es todo lo que realizan papás y mamás para estar presentes en las tareas de los hijos, sobre todo en lo que tiene que ver con las tareas escolares. Pero ese estar presente va más allá de ayudar con las tareas o revisar las notas, tiene que ver con apoyo y comunicación.
“El apoyo nos permite generar un clima de confianza en el que los hijos se sientan cómodos solicitando ayuda, aclarando dudas; y la comunicación permite la expresión de opiniones y el debate sano. Estos son procesos que en la niñez y la adolescencia son muy importantes”, enfatiza Meza.
La especialista explica que este involucramiento puede ir en dos vías. La primera está basada en la escuela: ¿Qué acciones se pueden hacer al vincularse de manera activa con la comunidad educativa?, y la segunda está basada en el hogar: ¿Cuáles actividades puedo poner en práctica en mi hogar para favorecer los procesos de aprendizaje? y aquí tratar de ir más allá de solo el ámbito académico, incursionar en acciones que favorezcan también habilidades de confianza, motivación y emociones.
“No hay recetas de cómo hacer un involucramiento exitoso, sino lo que hay son lineamientos que se pueden ajustar a las familias” – Estrella Meza Rodríguez, Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad de Costa Rica.
BENEFICIOS EN TODAS LAS VÍAS
Bien dice la frase: “Individualmente somos gota, juntos, formamos un océano”. En este tema funciona igual, no es lo mismo que un docente, el centro educativo, los alumnos o los padres y madres trabajen solos, que todos en conjunto.
Con un involucramiento parental exitoso se logra motivar a los niños, niñas y jóvenes para asistir a lecciones y aprovecharlas; aumenta el rendimiento académico y mejora el comportamiento de los estudiantes en el aula. Asimismo, la participación de padres y madres ayuda a que el desempeño de los docentes sea mejor.
Meza señala que es importante tener esa capacidad crítica para autoevaluarnos y darnos cuenta qué estamos haciendo en este tema y qué tenemos que mejorar. “Más allá de darnos cuenta si las relaciones que desarrollamos no son adecuadas, hay que identificar si lo que hacemos o decimos en casa tiene un resultado positivo en el desarrollo de los hijos”.
¿Cómo saberlo? La especialista nos invita a tener en cuenta algunos puntos:
-Involucramiento es participar de manera activa en las tareas y responsabilidades, pero sin asfixiar. NO se trata de estar encima de los hijos e hijas noche y día.
-Crear lazos de comunicación que generen un clima de confianza. NO es presión, ni autoritarismo, ni control. Es dar libertad y espacio de conocimiento en compañía de papá y mamá.
-Lograr apertura emocional entre padres, madres y hijos, hijas. Realizar actividades en común, hablar de lo que sentimos.
–Conocer los centros educativos, involucrarse en el proceso.
“No se trata de cantidad de tiempo, es sacar tiempo de calidad en donde el hijo o hija sienta que valió la pena” – Estrella Meza Rodríguez, Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad de Costa Rica.
Encuentre más información en esta entrevista del programa Saber Vivir.