El pasado 23 de noviembre se estrenó en Canal Quince UCR la miniserie ”Platos Rotos”, un proyecto que explora casos de corrupción institucional en el país, desde el ejercicio del periodismo investigativo.
Este documental ejemplifica la necesidad del ejercicio de la libre expresión y el papel de la prensa en el contexto actual, especialmente cuando este rol tiende a ser minimizado por ciertas autoridades del Estado.
El equipo detrás del documental, después de una exhaustiva investigación y un proceso de selección, eligieron los tres casos más relevantes para Costa Rica en términos de corrupción: Caja-Fishel, Banco Anglo e ICE-AlCATEL. El formato que se usó fue presentarlos mediante una narrativa atractiva que buscaba informar a las nuevas generaciones sobre esta parte de la historia en nuestro país.
Desde el contexto actual de los medios, un proyecto como “Platos Rotos” es una anomalía debido a que el modelo de negocio de la prensa comercial no tiende a soportarlo; sin embargo, los beneficios para la credibilidad, la democracia y la transparencia del país son inmensos.
El documental expone la necesidad de la inversión, la apertura de espacios y los retos para proyectos como este, con procesos de investigación arduos que aporten a la memoria mediática.
“Es una reflexión que debemos hacernos realmente, no solo lo que cuesta hacer periodismo de investigación, pero lo que cuesta hacer cine en países centroamericanos y latinoamericanos, y los pocos recursos con los que contamos”, Lucía Vázquez, jefa de producción de la serie documental.
La periodista Hulda Miranda caracterizó este proceso investigativo de la siguiente manera: “el método de investigación periodística utiliza herramientas del método científico para llegar a conclusiones que son propias de la persona que está ejerciendo el periodismo”. Explicando que este proceso es mucho más que un reportaje, es una construcción anecdótica y narrativa de la realidad del país.
Algo a destacar es que el desarrollo de proyectos como “Platos Rotos”, se da también por la posibilidad de generar estas investigaciones en Costa Rica, ya que en otros países latinoamericanos la autocensura, la persecución institucional o criminal impiden este tipo de proyecto.
Entonces, estos esfuerzos de traer a luz la corrupción mediante la investigación, deben ser de interés nacional para proteger y fomentar estas prácticas.
Como mencionó Carlos Matute, productor ejecutivo de la serie: “hablar de corrupción, hablar de transparencia, hablar de estas temáticas como que nos da la responsabilidad de seguir haciéndolo, seguir buscando las formas de llevar esta comunicación a los públicos y explorar en nuevos formatos.”
Miranda describió a la prensa como el “contralor informal del poder”, resaltando la importancia de este tipo de investigaciones en la democracia de un país. Los ejercicios del periodismo investigativo, como este documental, son necesarios para recuperar y mantener la memoria histórica del desarrollo de un país, para evitar el olvido y la repetición de errores.
Esta apuesta es una poderosa herramienta para informar y educar de manera atractiva a los costarricenses sobre la corrupción que sucede en Costa Rica. Más allá de esto, fomentar la práctica de la ciudadanía activa, interesada en la rendición de cuentas al Estado.
Conozca más sobre el tema en este programa de Desayunos Radio Universidad