Una guía desarrollada por el Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) fue elaborada basándose en la psicología social para analizar el comportamiento de las personas que acostumbran a compartir contenido con desinformación.
Argentina Artavia y Gustavo Araya, del programa Desayunos de Radio Universidad, abordaron el tema de la desinformación y conversaron con Rolando Pérez, investigador del IIP, sobre la guía conocida como: Estrategias para reducir la desinformación.
El papel de la psicología social en la desinformación
Según Pérez, existen sesgos cognitivos que influyen en la forma en que las personas procesan la información.
“Hay sesgos como el de confirmación, que nos hacen seleccionar la información más cercana a nosotros, la que conocemos más, incluso bajo supuestos estereotipados o prejuicios”. Rolando Pérez, investigador del Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP) de la UCR.
El investigador del IIP mencionó que uno de los sesgos más comunes es el de la verdad ilusoria, que describe cómo la repetición de un mensaje, aunque sea falso, puede hacer que lo percibamos como verdadero. Es decir, si cierta información, aunque sea parcial o totalmente falsa, se nos presenta una y otra vez, se tiende a considerarla como verdadera bajo ciertos contextos.
Ese fenómeno es especialmente relevante en redes sociales y plataformas de mensajería, donde los contenidos circulan de manera masiva y acelerada. Sin embargo, estudios han demostrado que lo contrario también es cierto: exponer repetidamente a las personas a información verificada contribuye a fortalecer su percepción de la verdad.
Por otro lado, la guía Estrategias para reducir la desinformación explica que la desinformación se propaga más fácilmente cuando apela a emociones fuertes como el miedo, la indignación o la euforia.
«Cualquier mensaje […] con una frase o un titular que nos incomode, enoje, inquiete, dé miedo o preocupe, ya ahí, pare, desconfíe. Ese es el primer alto”. Rolando Pérez, investigador del Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP) de la UCR.
Estrategias para reducir la desinformación
La guía propone varias estrategias basadas en estudios científicos. Una de ellas es la inoculación, que funciona como una «vacuna» contra la desinformación. Según Pérez, cuando las personas aprenden a reconocer los patrones de las noticias falsas, estarán mejor preparadas para detectarlas y evitar su propagación. Esta estrategia se basa en exponer a las personas a pequeñas dosis de desinformación acompañadas de explicaciones sobre cómo funcionan las noticias falsas, de manera que puedan desarrollar resistencia a ellas.
Otra estrategia clave es la fricción, que busca hacer más difícil la difusión impulsiva de información falsa. Según la guía, «esta estrategia consiste en tomar una pausa para reflexionar de manera consciente, deliberada y crítica sobre la veracidad de la información que se recibe o encuentra» antes de compartirla impulsivamente. Esto se puede lograr mediante medidas como avisos en redes sociales que recuerden a los usuarios verificar la fuente antes de compartir o reducir la facilidad con la que se reenvía contenido en aplicaciones de mensajería.
¿Cómo aplicar las estrategias en la vida cotidiana?
Ciertamente, los medios de comunicación y las plataformas informativas tienen una responsabilidad fundamental en la transmisión de información verificada, ya que esto impacta directamente en la propagación de contenido verdadero. Sin embargo, también recae en la ciudadanía la responsabilidad de evitar caer en mensajes falsos y desinformación.
Entre las recomendaciones prácticas, Pérez destacó:
- Detenerse antes de compartir contenido que genere una reacción emocional fuerte.
- Verificar la fuente y la fecha de publicación de la información.
- Preguntar a la persona que envió la información si verificó su veracidad.
Fomentar el pensamiento crítico no solo ayuda a frenar la propagación de desinformación, sino que también fortalece la toma de decisiones informadas. Al cuestionar la información que se consume y comparte, se contribuye a la construcción de una sociedad más consciente y menos vulnerable a la manipulación informativa.
Para conocer ver la entrevista completa del programa Desayunos de Radio Universidad, ingrese al siguiente video: