Las empresas de dispositivos médicos y ciencias de la vida han pasado por un largo recorrido de atracción e instalación en el país. En 1987, Baxter se convirtió en la primera empresa de este sector productivo en escoger a Costa Rica como uno de sus nuevos centros de operaciones. Ante el esfuerzo de organizaciones públicas y privadas, a la fecha, 92 industrias de capital extranjero de este sector productivo operan en territorio nacional.
Según datos de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde) en la actualidad 45.000 personas laboran de manera directa e indirecta para estas compañías.
El arduo trabajo de estos empleados, así como el dinamismo del mercado, ha hecho que las exportaciones de Costa Rica hayan tomado caminos distintos a los que se presentaban unos años atrás. Las flores, frutas y productos frescos han sido desplazados por los dispositivos médicos en el ranking de exportaciones de los últimos años. Según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en el segundo trimestre del 2023, los instrumentos y aparatos médicos sumaron el 11,66% de las exportaciones, seguido por jeringas, agujas, catéteres y cánulas con un 10,08% y aparatos de prótesis con un total de 7,31%.
El proceso de atracción de estas empresas no ha sido una tarea sencilla. Presentar al país como uno de los destinos ideales de operación, es lo que el Ministerio de Comercio Exterior, la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) y la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde) han hecho por años, para convencer a estas grandes industrias de que Costa Rica ofrece condiciones de calidad para sus manufacturas.
“Mucha gente piensa que cuando una empresa anuncia que se instala, fue a través de una llamada, en la que les dijimos aquí está Costa Rica y se vinieron el mes siguiente. Pero muchas de las empresas que hoy están, sus procesos de toma de decisión ha sido entre 5 y 10 años”, describió Vanessa Gibson, directora de Clima de Inversión de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde).
Una de esas empresas es Edwards Lifesciences, la cual se ubica en la Zona Franca de La Lima en Cartago desde el 2016. Sus operarios logran producir miles de válvulas cardiacas o pedacitos de corazón, como le dice de cariño, Gerardo Coto, gerente de la compañía.
“Nosotros reconocemos que Costa Rica continúa teniendo una fuerza laboral no solo muy capacitada, sino también con unas características de lealtad y de afinidad para adoptar las culturas corporativas”, indicó Coto cuando se le preguntó acerca del porqué escoger a Costa Rica.
El clima de negocios, la seguridad jurídica, las relaciones entre gobierno-empresa y la calidad del talento humano, son algunas de las razones que han hecho que estas multinacionales finalmente decidan aceptar a nuestro país como una nueva sede.
Esa calidad del talento humano que resaltan representantes de empresas, e inclusive Cinde, no es una percepción. El Reporte Global de Competitividad del Foro Económico Mundial del 2019, ubica a Costa Rica como el país número 1 en América Latina en las habilidades de fuerza laboral actual y futura.
Ante el aumento en las exportaciones, la generación de divisas y empleos, el gobierno de Carlos Alvarado se planteó la meta de convertir a Costa Rica en un Global Hub, es decir, ser el centro mundial de empresas que no solo realicen producción de este tipo, sino además investigación. Esto podría convertir al país en un sitio altamente globalizado, con mucho movimiento económico y capital humano, siendo esta una forma de reactivación económica.
Sin embargo, aunque pareciera ofrecer las condiciones adecuadas, Costa Rica aún tiene una serie de tareas y retos que debe afrontar y corregir para responder ante este mercado que cada vez se vuelve más dinámico y demandante.
Instituciones como la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR), el Instituto Nacional de Aprendizajes (INA), la Alianza Empresarial para el Desarrollo (AED) y la organización Konrad Adenauer Stiftung, han estudiado detalladamente el sector, para conocer aquellas áreas en las que se debe de trabajar para responder al mercado actual.
Arianna Tristán, directora de innovación e internacionalización de la Cámara de Industrias de Costa Rica, se refirió a este estudio.
“Sí hay una brecha entre esa demanda laboral y esa oferta laboral. Sí hay necesidades muy específicas, puede ser a nivel de la educación universitaria, pero también debe de verse desde más atrás, desde la educación básica. El estudio señala las necesidades a nivel de alta cualificación y de habilidades blandas que justamente debería de abordarse desde las etapas tempranas de educación”, manifestó Tristáb.
Ante el faltante de conocimientos, en muchas ocasiones las empresas deben de invertir recurso económico y tiempo en preparar a sus trabajadores en temas que inclusive no fueron aprendidos en las universidades y el mercado actual lo requiere.
“Es una inversión importante lo que estas empresas hacen, a tal punto que llama la atención que una de las variables que se contabilizan en el Índice Global de Innovación, es justamente la inversión privada, o sea, de las empresas en formación y capacitación de su personal”, añadió Tristán.
Las carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemática (las llamadas STEM por sus siglas en inglés) son fundamentales en el óptimo desarrollo de estas compañías. Sin embargo, la cantidad de graduados en estas carreras, aún sigue siendo insuficiente para la necesidad del mercado. De acuerdo a datos del Consejo Nacional de Rectores (Conare) en el año 2021, se entregaron en las universidades estatales un total de 7.007 diplomas en carreras STEM y 14.296 en carreras no STEAM. Las áreas del conocimiento con mayor cantidad de cantidad de graduados fueron: ciencias económicas con 6.727 personas, educación con 4.737 y ciencias sociales con 2.392.
Las autoridades esperan que cada vez más personas se interesen por estas carreras, que en definitiva son esenciales en el desarrollo del sector de dispositivos médicos y ciencias de la vida.
Carlos Montenegro, presidente ejecutivo de la CICR, se refirió a la necesidad de más profesionales en estas áreas y a que por ello se debe “motivar a las personas a meterse en estas carreras, no tenerle miedo a aquellas que requieren de más matemática, ciencia e inclusive inglés”, detalló.
De acuerdo a The Talent Place by Cinde, entre el top de carreras universitarias con mayor demanda en el sector de ciencias de la vida se encuentran ingeniería industrial, ingeniería mecánica, ingeniería en producción industrial, calidad, administración de empresas, ingeniería electromecánica, ingeniería electrónica, ingeniería en mantenimiento industrial, ingeniería en materiales y contabilidad.
Una de las opciones que han contemplado las autoridades para mejorar la formación en estas áreas, es la educación dual, que consiste básicamente en realizar el proceso de aprendizaje tanto en las aulas como en el mercado laboral, permitiendo a los estudiantes un acercamiento con el mundo real.
Las empresas han indicado tener dificultades de contratación en los niveles de media y alta cualificación, debido a la insuficiente cantidad de personas con las competencias requeridas o el nivel de inglés necesario. Ante esa deficiencia, las industrias se han visto en la obligación de capacitar a su personal en áreas como calidad, herramientas de excelencia operacional, liderazgo, Excel, administración de proyectos, metodologías para moldeo plástico y machine learning.
“Esa brecha entre oferta y demanda se manifiesta en un fenómeno en el cual la competencia por esa escasez de mano de obra empieza a darse obviamente ofreciendo salarios cada vez más altos. Entonces lo que estamos viendo es una fuga de colaboradores de una empresa a otra” afirmó Arianna Tristán.
Otro ámbito de mejora para atraer y retener a esas empresas son las condiciones de infraestructura.
“Hay bastantes posibilidades de mejora, entre las cuales definitivamente se incluyen carreteras, acceso a puertos, infraestructura aeroportuaria y que nosotros sí hemos visto que ha sido una gran deficiencia en cuanto al resto de parques industriales”, señaló Anthony Amador, presidente de la división de la empresa Biomerics en Costa Rica.
¿Será que para las autoridades actuales del país sigue siendo prioridad convertir a Costa Rica en un Global Hub de la producción de dispositivos médicos y ciencias de la vida y cuáles son las tareas más inmediatas para lograrlo?
Carolina Sánchez, representante de Procomer, se refirió al plan actual y futuro.
“Este sector sigue siendo súper estratégico y sigue estando dentro de los sectores que vamos a seguir atendiendo proactivamente. Tenemos la misión de poder ampliar lo que estamos ofreciendo a nivel del sector y empezar a trabajar en la manufactura avanzada justamente para atender a estas compañías”, dijo.
Así, mientras Costa Rica cuenta con una serie de características que atraen a las empresas en el sector de dispositivos médicos y ciencias de la vida, también afronta importantes retos para cumplir esa meta de ser el Global Hub que se propuso años atrás. La calidad de la educación es sin duda uno de los desafíos más relevantes, según las personas consultadas.
El Gobierno afirma que en cuatro años generará cien mil puestos de trabajo y que la inversión será de casi 13.000 millones de dólares. ¿Se potenciará el sector de ciencias de la vida? ¿Podrá crecer este sector en Costa Rica y generar más empleos?
Para ampliar sobre este tema, escuche el podcast “Costa Rica, una fábrica de salud”, en el Spotify de Interferencia de Radios UCR.