En el último año se detectaron más de 1.4 millones de mensajes y conversaciones en redes sociales de Costa Rica
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Los discursos de odio en las redes sociales son un tema relevante por su irrefutable presencia en la actualidad. Estos se refieren a expresiones o mensajes que promueven la discriminación, la violencia o el odio hacia individuos o grupos específicos basados en alguna características propia como la etnia, la posicion política, el género, gustos, entre otros.
Las redes sociales han sido un espacio para que los usuarios expresen libremente sus opiniones, lo cual resulta importante en términos de libertad de expresión, sin embargo, también han dado lugar a un aumento significativo de los discursos de odio en línea y que se han manifestado de diversas formas: comentarios ofensivos, insultos, amenazas, difamación, incitación a la violencia, la propagación de estereotipos y muchas más.
El III Informe de Discursos de Odio en redes sociales de Costa Rica estudia y analiza este fenómeno y presenta datos relevantes que permiten identificar las formas en las que se presenta y cómo está problemática crece. Entre sus variados descubrimientos, se encuentra que para el último año se detectaron más de 1.4 millones de mensajes y conversaciones en redes sociales de Costa Rica ligadas a discursos de odio y discriminación, en comparación con las 937 mil detectadas en el 2022, indicando un incremento del 50%, y de un 255% con respecto al 2021.
La investigación permitió definir que los temas que más recogen discursos de odio y discriminación son la política y realidad nacional, xenofobia, género, orientación sexual, choque generacional, racismo, religión, discapacidad. Gracias a este informe, se observa un incremento, no solo continuo, sino exponencial de este tipo de mensajes propagados en las plataformas digitales.
Para la Dra. Larissa Tristán Jiménez, comunicadora social e investigadora del Centro de Investigación en Comunicación (CICOM), UCR, este aumento en los discursos de odio refleja una tendencia global hacia una visión regresiva de los derechos humanos, que busca imponer una única perspectiva del mundo, donde estos discursos buscan unificar y sancionar todo lo que se desvíe de esta visión.
Tristán también aportó que temas como la política y la realidad nacional aumentan este discurso y se debe en parte, a la falta de respuestas políticas y económicas a los problemas de la ciudadanía, lo cual favorece discursos populistas que prometen soluciones simplistas y cuestionan la institucionalidad.
Esta producción de mensajes negativos, le puede poner barreras a un diálogo eficiente, y puede promover una mayor polarización en la comunidad, que genere un clima de hostilidad y confrontación, dificultando la cooperación entre los diferentes sectores que se definen por sus diferencias.
En el ámbito político, esta división promovida por los mensajes de odio, es de utilidad para aquellos actores políticos que utilizan el descontento para proyectar más su imagen en la esfera pública, puesto que a mayor ataque y fomento de un discurso en contra de las instituciones estatales, el gobierno de turno, y demás, mejor percepción y apoyo podrían obtener de parte de la población en descontento. En este caso, el odio alimenta el apoyo político, resultando problemático al nublar los aspectos importantes de la discusión.
Los hallazgos del informe presentan un dilema en cuanto a la libertad de expresión, puesto que hay un rechazo a los señalamientos de odio y discriminación al calificarlos como una “censura a la libertad de expresión.
Por otro lado, los ataques a periodistas, medios y al “periodismo”, aumentaron en un 213% en relación con el 2022. De esta forma, la libertad de expresión puede ser utilizada y manipulada tanto para resguardar una opinión, como para atacar la de otro.
Otros descubrimientos importantes fueron sobre el crecimiento de la violencia y la intención de agredir. Los hombres son los principales emisores de discursos de odio y discriminación, aunque la participación de mujeres está en aumento.
Twitter concentra el 60% de los mensajes de odio. Las mujeres son más atacadas por su apariencia física y los hombres por la orientación sexual. Los eventos desencadenantes son diversos, estos pueden ser sobre política, fútbol, música, y otros. Y las respuestas a los ataques utilizan también lenguaje violento.
Conozca más sobre el tema en este programa de Desayunos de Radio Universidad.