Edición Web: Ángela Esquivel Jiménez
Como hogar de la música independiente en la emisora Radio U, el programa Fin de Pendiente abre una pequeña temporada de programas con la que busca apoyar a artistas musicales para tener mejores herramientas para gestionar sus proyectos.
En el marco de la celebración de Fin de Pendiente, Daniel Ortuño, productor del programa,preparó cuatro especiales para conversar con personas dedicadas a la música en Costa Rica, con el fin que nos compartan su experiencia y maneras de autogestionarse en la escena musical nacional.
Entre las temáticas de estos episodios especiales están: ‘Cómo armar chivos’, ‘Cómo editarse’, ‘Cómo componer un tema’ y ‘cómo grabarse». Hoy nos centraremos en este último proceso, que sabemos causa interés en los artistas que quieren hacer música formalmente y que tiene que ver con dar uno de esos primeros pasos para llegar a compartir su música.
Por esta razón, te contamos Cómo grabarte y autoproducirte de la mano de la experiencia de Rebeca Solano, Arío Rojas y Oscar Herrera.
De boca de quienes lo han experimentado
Óscar Herrera, ingeniero de sonido y además parte de la banda Los Reverbs, intérpretes de rock con influencias latinas y tropicales, empezó a generar sus propios ‘sonidos’ desde muy jóven.
Óscar cuenta que en el período donde se usaba lo análogo siempre le había atraído capturar sonidos con su grabadora de cassette. Con los sonidos y ruidos que grababa cuando andaba por las calles de San José comenzó a formar sus propios ensambles musicales que luego lo llevan a diseñar sonido en su adultez.
Por otro lado, Rebeca Solano, conocida artísticamente como Mimus, empezó a perseguir esta autoproducción «por accidente». Las ganas de armar sus propias melodías junto a su gusto por tocar y cantar la animaron a probar esta forma de grabar.
De manera autodidacta, Solano se introdujo a softwares de trabajo de audio, y jugando en ellos, al igual que con sus instrumentos, logró dirigir su construcción de música exactamente como quería que sonara.
Arío Rojas, músico de la banda Lentamente, comenzó a conocer de las grabaciones gracias a que en su banda previa le introdujeron a autoproducirse.
“Yo no tenía ni idea de cómo es que se graba la música, qué era un software, ni siquiera entendía nada del concepto de cómo uno podía hacer que algo se grabara (…) grabamos un demo con esa banda y a partir de ahí me apasionó demasiado, me pareció increíble el hecho que desde una computadora uno pudiera hacer música”.
– Arío Rojas, músico de Lentamente
Explorar es la mejor manera de empezar
Capas sonoras, insertar samples en sus piezas, saber tratar el audio con los efectos que ofrecen los programas; estas son algunas técnicas, elementos y tips de construcción a los que estos tres artistas han llegado gracias al experimentar por sí solos.
Al conversar sobre los primeros acercamientos que son ideales para empezar a producirse existe un consenso en el experimentar. ‘Toquetear’, jugar con lo desconocido les abrió las puertas no sólo a aprender cómo funcionan las herramientas sino también a crecer como artistas. Probar todo nos asegura entender qué nos gusta y aquello que no, por lo que resulta ser de los consejos más importantes en esta fase.
Experimentar al trabajar con la grabación de nuestra propia música también permite dar cuenta de qué esquemas funcionan mejor según nuestras necesidades o hasta cómo somos como agrupación o artistas. Es un proceso que al tornarse tenso, Oscar lo caracteriza como un momento que genera diálogos internos muy rudos y por eso prioriza que el espacio sea uno con libertad creativa, relajante que permita crear.
Al diseñar melodías…
El proceso de construir musicalmente es algo muy personal que descubrís poco a poco. Los artistas tienen diversas y personalizadas formas de llenar esas tracks con varios elementos; pero para esas personas que no saben cómo empezar, Arío comparte la base que aplica en sus proyectos.
Arío inicia con encontrar un BPM que le guste, luego se encarga de hacer el beat sobre este donde suele buscar samples como inspiración o punto de partida. A continuación, añade elementos que nutren el ritmo como kicks, snares, high hats en diferentes capas y canales que le dan dimensión a la pieza. Al pasar a incluir la batería, luego las guitarras, bajos y, posteriormente, demás instrumentos o elementos va armando su canción, siempre pasándolos por el software para perfeccionar sus sonidos. Por fin, usualmente concluye su proceso agregando las voces y los efectos de estas que guste.
Comenzar este proceso es todo un reto y cuando nos introducimos en el ritmo de trabajo solemos pasar muchas horas ‘a solas’ con la pieza. Estos tres artistas nos aconsejan incluir perspectiva mientras progresa el tema. Compartir lo que hemos trabajado a otras personas, preguntarles sus opiniones nos sacan de nuestra burbuja y expande las maneras en que podemos hacer que todo suene mejor.
El cuerpo también es parte de hacer música
Recordando que el proceso de grabar y, más adelante, construir la pieza requiere de una inmensa cantidad de horas, otro consejo sumamente importante es darle tiempo al oído.
Justamente la hiperfijación que el trabajar en lo que apasiona genera, nos empuja a trabajar sin descanso, lo cual puede tener impactos en nuestra salud y hasta cómo escuchamos la mezcla.
Lo más saludable es controlar los impulsos de trabajar sin parar y darle pausa al proceso para abrirlo algunos días más tarde. Todo sonará más fresco con la claridad mental que nos ayudará a conseguir mejores resultados.
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Esta pequeña guía de los highlights del programa ‘Cómo grabarse y autoproducirse’ pueden impactar la manera en que hacés música o llevarte a empezar.
Si querés saber más sobre autogestión musical te invitamos a escuchar los cuatro programas especiales al igual que sintonizar Fin de Pendiente todos los jueves a las 8p.m. donde hay un espacio para conectar con artistas genuinos e independientes como vos.
