A días del primero de mayo y la definición del nuevo Directorio Legislativo, surge las preguntas de ¿Cuáles serán las negociaciones? ¿Cómo se logrará manejar los distintos retos que esta elección encara? y ¿Cuál va a ser el cambio en las dinámicas de trabajo dentro de la Asamblea Legislativa ?
Actualmente, la presidencia es ejercida por Rodrigo Arias, quien busca ser reelegido y extender su turno más allá del 30 de abril. Lo que sucede es que el contexto de estas elecciones es atípico, inclusivo e histórico, al ser la primera votación de carácter público, impulsando la transparencia de estos procesos de interés nacional.
Más allá de esto, es importante pensar en cómo estas elecciones afectan la correlación entre los poderes ejecutivos y legislativos, lo que genera un contexto de negociación peculiar.
El primero de mayo implica un cambio de jefaturas de fracción, lo que indica un cambio también en el abordaje de ciertas temáticas en discusión dentro de la Asamblea, sumado a lo anterior está la fragmentación partidaria dentro de la institución. Existe la gran posibilidad de incrementar los roces entre fracciones contrarias, lo cual implicaría atrasos como por ejemplo que en Plenario Legislativo se demore muchísimo más el tiempo de concretar proyectos.
Según el politólogo Daniel Calvo ”el Gobierno podría tener una mayoría en el Plenario Legislativo. En labores de carpintería donde se maduran los proyectos, siempre llevaría las de perder…probablemente duraría muchísimo más y encontrarían pues una serie de escollos importantes.”
Otro aspecto por entender es que dentro de estas elecciones existe un trasfondo político de negociaciones que requieren de la iniciativa del diálogo para lograr los acuerdos. Sin embargo, la fragmentación en relación con el control político y las acciones del Presidente dinamitaron los puentes políticos, considerando de que vienen de un partido que es minoría en la Asamblea, lo que genera una dinámica aún más complicada.
Desde este punto, las negociaciones que suceden dentro de la Asamblea y lo que esta primera votación pública traerá a luz, es cómo se manejan estas dinámicas entre los diputados.
Sí, efectivamente, creo que hay una satanización de las negociaciones… Hay una enorme cantidad de temas que no vemos el 1 de mayo por ejemplo, se negocian viajes entre diputados, se negocian plazas..”Mirá, si vos votás por mí, te puedo dar tres o cuatro asesores más”…Daniel Calvo, politólogo
Calvo evidencia que hay negociaciones poco transparentes y que la población costarricenses no tiene un fácil acceso a esos temas. Por lo tanto «satanizar» estas negociaciones ha sido, en la mayoría de las ocasiones, la tendencia en las opiniones.
Recordemos que el primer poder de la República es el ente encargado de la connotación de mantener al país en el camino de la democracia, los derechos humanos, la justicia social y el progreso, mediante la propuesta y aprobación de proyectos de ley que respondan a las necesidades de Costa Rica. Actualmente, existe una gran antelación en la elección. Por esa razón, existe una gran cotización por los seis partidos que componen la Asamblea en obtener esta posición tan privilegiada.
El tema recae en la realidad de estos procesos y cómo los juegos de poder dentro de la Asamblea afectan su efectividad. Lo destacable es que con la votación pública se empieza a educar a la población en la forma de actuar de las personas designadas en estos puestos. Además, se destaca la necesidad del diálogo como el medio para cambiar y mejorar esa dinámica en cuanto a la relación de los poderes ejecutivos y legislativos, la definición de la agenda y la ejecución de los proyectos.
Conozca más sobre el tema en este programa de Desayunos de Radio Universidad.