Pese a que una mayoría de alumnas de la UCR ha sufrido violencia de género, dentro y fuera de la universidad, muy pocas deciden presentar denuncias o pedir ayuda por temor a represalias y desconocimiento de los procesos.
El 86% de las mujeres que estudian en la Universidad de Costa Rica (UCR) aseguran haber sufrido algún tipo de violencia de género tanto dentro como fuera del espacio académico. Así se desprende un estudio realizado por el Centro de Investigación y Estudios de la Mujer (CIEM) de la Universidad de Costa Rica, denominado “Una mirada cuantitativa a la violencia contra las mujeres y la discriminación en razón de género, que enfrentan las estudiantes de la Universidad de Costa Rica. Las cifras hablan…”.
La encuesta se realizó con una muestra aleatoria de alumnas de grado de la UCR que hubieran completado al menos el primer año de carrera y que estuvieran matriculadas en el primer semestre del 2021. La recolección de datos se hizo vía telefónica, entre los meses de junio y julio del año pasado.
En total se realizaron 658 entrevistas a población estudiantil femenina tanto de la sede Rodrigo Facio como de las sedes y recintos regionales de la UCR. El nivel de confianza de los resultados es del 95%.
Según los resultados de la encuesta, el 88,5% de las estudiantes consultadas en la sede Rodrigo Facio afirmaron haber sufrido algún tipo de violencia, mientras que en sedes regionales la cifra es del 82,8%.
“Como vemos, son datos alarmantes tomando en cuenta que las estudiantes consultadas son de todo el país y esto nos da algún indicio de lo que podríamos estar encontrando a nivel nacional”, planteó la investigadora del CIEM, María José Chaves.
El estudio indagó sobre los tipos de violencia que sufren las mujeres en sus espacios cotidianos y encontró que 72,5% de las alumnas de la UCR afirmaron haber sido víctimas de violencia emocional, 45% de violencia sexual, 42% sufrió violencia física y 20,7% violencia patrimonial, lo cual significa que algunas mujeres han sufrido más un tipo de violencia.
En todas estas manifestaciones de violencia, las exparejas figuran como los principales agresores.
Manifestaciones de violencia
De quienes han sufrido violencia emocional, 62% indicaron que las principales manifestaciones fueron expresiones que las hicieron sentir humilladas, ofendidas o insultadas. Mientras que 37% dijeron que su agresor les ha hecho sentirse controladas o atemorizadas por celos o desconfianza.
En la sede Rodrigo Facio, 17% de las estudiantes expresaron que su ofensor es una persona relacionada a la UCR. En otras sedes, ese porcentaje es de casi 10%.
En cuanto a la violencia sexual, la principal manifestación es el tocamiento en contra de su voluntad, seguido del forzamiento a tener relaciones sexuales y amenazas de difusión de fotografías donde se observan sin ropa o en situaciones comprometedoras.
De las mujeres que indicaron haber sufrido este tipo de violencia y que son estudiantes de la sede Rodrigo Facio, 10,7% señalaron que su agresor está relacionado con la universidad. En otras sedes, ese porcentaje es del 6%.
La violencia física se manifestó principalmente en que les tiraron algún objeto o las golpearon con él. También que las empujaron, les agarraron o torcieron el brazo o les jalaron el pelo.
Sobre la violencia patrimonial, las principales manifestaciones de este tipo de violencia son la negativa a pagar una pensión alimenticia en favor suyo o de alguna persona a su cargo. También les han dañado o destruido artículos personales, materiales de trabajo o sus propiedades.
Otras formas de violencia
El estudio también encontró que 78,7% de las estudiantes universitarias aseguran haber sufrido algún tipo de discriminación por género. Si solo se toman en cuenta las respuestas de las alumnas de la sede Rodrigo Facio, el porcentaje sube a 85,4%.
Del total de quienes han sido víctimas de discriminación por género, 67,8% dijeron que esto se manifestó mayoritariamente en comentarios ofensivos por ser mujer y que estos se dieron en espacios fuera de la universidad, es decir, en su casa, con amigos o en el trabajo.
52% recibieron un trato diferente por ser mujeres, dentro de la UCR.
33,5% de las encuestadas dijo que recibió comentarios ofensivos por ser mujer, también dentro de la universidad y 17% manifestó que recibió calificaciones distintas por su género.
En esas preguntas, las entrevistadas pudieron marcar más de una respuesta sobre tipos de discriminación.
Dentro de la universidad, los principales ofensores señalados son los profesores o compañeros de clase.
Esta es la segunda vez que en la UCR se hace un estudio de este tipo para conocer la incidencia por discriminación y violencia a mujeres universitarias, pero en la primera encuesta, hecha en 2012, solamente se consultó a las alumnas de la sede central Rodrigo Facio.
En el 2012, 52,5% de las entrevistadas en la sede Rodrigo Facio afirmó haber sufrido algún tipo de discriminación. En esta última medición la cifra creció más de un 30%.
Además se le preguntó a las encuestadas si han sufrido hostigamiento sexual en los espacios universitarios y 43% respondió que sí.
En la sede Rodrigo Facio, 27% de las estudiantes aseguran haber sufrido hostigamiento sexual, mientras que en sedes y recintos regionales la cifra es de 16%.
Las miradas, gestos y sonidos con intención sexual son las principales formas de hostigamiento, pues 34% de las consultadas señala haber sufrido estos tipos de violencia así como los comentarios verbales o escritos con insinuaciones o contenido sexual.
Los docentes son los principales ofensores señalados por las estudiantes, siendo la petición de favores sexuales a cambio de beneficios la principal forma de hostigamiento que se les atribuye.
Temor a represalias reduce denuncias
La Universidad de Costa Rica tiene un reglamento en contra de la discriminación así como un reglamento en contra del hostigamiento sexual.
Sin embargo, pese a la existencia de estos mecanismos, la gran mayoría de entrevistadas (70%) afirmó que conocen que la Universidad hace algo en contra de la violencia y hostigamiento.
“Sin embargo cuando vamos a ver que es lo que saben, ahí se nos empieza a evidenciar desafíos importantes”, dijo la investigadora Chaves.
De quienes conocen que la universidad sí toma algunas acciones, 55% dijo saber que existe un reglamento contra el hostigamiento sexual, pero solo 26% de las estudiantes conocen el reglamento contra discriminación y apenas 21% sabe del trabajo de la Defensoría contra el Hostigamiento Sexual. Esta defensoría empezó a trabajar hace ocho meses.
De las estudiantes que han sufrido discriminación u hostigamiento sexual en la sede Rodrigo Facio, solamente el 9,4% ha buscado apoyo de la universidad y, en otras sedes, 7% han buscado esa ayuda. En la sede central, solo 4% de las alumnas ha puesto una denuncia y en sedes la cifra es del 0,6%.
Entre los motivos que llevan a abstenerse de poner una denuncia resaltan el temor a represalias por parte de la persona ofensora. Otras entrevistadas manifestaron que el proceso es muy largo o que desconocen el proceso para interponer la denuncia. Además, mencionan el temor a que no les crean.