El ajedrez es uno de los juegos más antiguos del mundo que posee un carácter intelectual y cultural importante. Contiene elementos propios del deporte, del razonamiento científico y del arte. Es un deporte dinámico que combina la estrategia con la equidad y la inclusión.
El ajedrez nació en el oriente lejano y se considera como su ancestro más antiguo al chaturanga, jugado en la India, aunque el origen exacto del mismo es desconocido. Se cree que el juego se utilizaba para representar una batalla y de esa manera idear estrategias en el campo.
No se conoce cuantos años de historia tiene, solo se sabe que se juega desde hace muchísimo tiempo. La historia del ajedrez moderno, que es el que se juega actualmente, inició hace 500 años aproximadamente, cuando se incorporaron más piezas al tablero y se añadió la dama al juego.
La dama es la pieza más poderosa, esta cambia el ritmo del juego y lo hace más rápido, lo convierte en un juego de más ataque y más dinámico.
16 piezas, 64 cuadrantes, muchos movimientos y un objetivo
Se pueden jugar múltiples variantes sobre un tablero de ajedrez.
Usted puede jugar el ajedrez clásico, con sus reglas básicas y el Ajedrez 960, llamado así por las 960 posibles posiciones iniciales que se obtienen de forma aleatoria. También está el Ajedrez de Dunsany donde cambia en cierto grupo de variantes el número de piezas que cada jugador tiene al comenzar; o el Ajedrez de Alicia, llamado así en honor al personaje de «A través del espejo» donde se juega con dos tableros en posiciones contrarias.
Y así muchísimas otras variantes de este entretenido deporte.
Cualquiera puede aprender a jugar. La creencia popular apunta a que si no se practica este juego antes de los seis años, ya no se puede aprender nunca. Sin embargo, Luis Quirós miembro de la Federación Costarricense de Ajedrez opina lo contrario ya que “si no aprendí a los seis años, puedo aprender a los 15, puedo aprender a los 18, puedo aprender a los 30, a los 40, hasta a los 80 sin ningún problema”.
Además este deporte es un espacio lúdico que puede ser compartido por cualquiera, y eso incluye a todas las personas en nuestra inmensa diversidad, sin ninguna distinción. Según Quirós, las personas neurodivergentes encuentran en el ajedrez una forma de comunicarse con otros. A través del juego se socializa con los pares, primero en el tablero y después en la cotidianidad.
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La dama, el alfil y una enseñanza para la vida
El ajedrez es más complejo que la mayoría de los juegos, ya que no tiene al azar de por medio y posee reglas muy dictaminadas. Así como tiene tantas reglas y variantes también cuenta con muchos beneficios. Este deporte nos enseña sobre la competitividad y la estrategia y también nos permite aprender a perder y aprender a ganar, dejando una enseñanza para toda la vida.
“Normalmente usted como persona tiene que aprender que va a tener derrotas y va a tener aciertos, pero la sociedad actual no lo enseña bien…” – Luis Quirós, Federación Costarricense de Ajedrez.
El ajedrez es un deporte inclusivo, cualquier persona en cualquier lugar podría jugarlo. También trasciende las barreras del idioma, edad, género, capacidad física o situación social. Es un juego de alcance mundial que promueve la equidad, la inclusión, el respeto mutuo y contribuye a la creación de un entorno de tolerancia y comprensión entre pueblos y países.
Les compartimos la entrevista completa del programa Saber Vivir sobre este tema.