El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) recibe una nota promedio de 6,5 en la escala de 1 a 10 en la encuesta realizada por el CIEP-UCR durante la semana en que se anunció la sorpresiva renuncia del magistrado Luis Antonio Sobrado, presidente de esa institución desde hace 15 años.
A tres meses de las elecciones de febrero, la nota que dan los encuestados al TSE es similar a la que se reportaba para ese mismo momento previo a las elecciones de 2014, aunque menor a la que se registraba en el inicio de la campaña de 2018.
“La valoración promedio responsable de uno de los pilares más importantes de la democracia se mantiene estable”, indica el informe del estudio de opinión desarrollado sobre entrevistas entre el lunes 25 de octubre y el jueves 28, en la semana en que Sobrado renunció al puesto tras confirmarse la candidatura de una cuñada suya como vicepresidenta y diputada por el partido Costa Rica Justa.
Las mediciones de CIEP-UCR abarcan casi una década y señalan que la nota del TSE ha oscilado entre 6 y 7,6, casi siempre por encima de las calificaciones que han recibido la Asamblea Legislativa y el Poder Ejecutivo.
De esta manera se posiciona el organismo electoral al comenzar una campaña hacia unas elecciones “complejas”, como describió Sobrado por la multiplicidad de partidos y los efectos de la pandemia sobre la situación económica o el ánimo popular, entre otros factores.
Sobrado dijo que tenía pensado al menos dirigir al TSE durante la campaña actual, pero dijo que prefiere evitar cualquier cuestionamiento a la institución por el parentesco con Ana Lupita Mora, candidata en el partido que encabeza Rolando Araya.
Aseguró que el marco legal no lo obligaba a inhibirse del proceso electoral, por ser Mora su cuñada y no su hermana, hija o madre, pero sí consideró necesario evitar cualquier cuestionamiento al TSE.
Pudo haberse inhibido de esta campaña, dijo, pero eso habría implicado seguir recibiendo el salario sin trabajar, y lo consideró impropio, por lo que optó por la renuncia tajante al cargo de magistrado que ostenta desde 1999.
Sobrado dejó el puesto a pesar de que aún no tiene el derecho a la pensión y que deberá seguir cotizando en el régimen de la Caja del Seguro Social por su trabajo como profesor en la Facultad de Derecho de la UCR.
Su salida del TSE fue catalogada como ejemplarizante y honorable por distintas personas, aunque otros sectores la consideraron conveniente para la institución, por una supuesta falta de credibilidad.
La noticia de la renuncia fue recibida con pesar por la cúpula del TSE, dijo el miércoles Eugenia Zamora, magistrada que como vicepresidenta asume de manera interina la presidencia del Tribunal. Zamora insistió en que este tiene la capacidad de conducirse de manera correcta en ausencia del hombre que la lideró durante las dos décadas en que el sistema político nacional experimentó fuertes cambios.