Las abejas son esenciales para la diversidad de las plantas en el mundo, cada vez que las cuidamos, nos beneficiamos todas las personas. El libro “Abejas de Costa Rica” le acerca al mundo de estos insectos tan importantes para la naturaleza.
Las abejas son viajeras y trabajadoras. Estos insectos pueden llegar a hacer hasta 300 viajes en un día, y no son viajes cualquiera, en ese camino buscan polen para alimentarse y alimentar sus crías; y polinizan las plantas.
Las abejas son las mayores contribuyentes en la polinización. Según el biólogo, Jorge Lobo Segura, muchas frutas y verduras que consumimos son producto de estos insectos, por eso es importante preservarlos.
Un grupo de investigadores lanzó un libro que tiene como objetivo que usted conozca más sobre abejas y los tipos de plantas que pueden atraerlas y brindarles polen.
El libro “Abejas de Costa Rica” ofrece información sobre la diversidad, la historia natural y la conservación de las abejas de Costa Rica. Conozca más sobre este libro en nuestro programa #SemillasySaberes
Viajeras amenazadas
Las abejas requieren de diversidad de polen para poder subsistir y mantener a sus crías. Es por eso que vuelan grandes distancias para buscar diversidad de plantas que les permita tener una “dieta balanceada”. Sus movimientos son continuos, salen y entran de la colmena.
Las hembras son las únicas que viajan, su trabajo es constante en busca de alimento. Los machos nacen, se aparean y mueren.
Y justo por esa necesidad de encontrar polen diferente para obtener una alimentación variada, se habla de que el desarrollo de los monocultivos es otro de los grandes peligros para el aumento de las poblaciones de abejas. Cuando están frente a grandes siembras de piña o maíz, se ven en la necesidad de movilizarse más para encontrar diversos tipos de polen.
“El peligro número 1 son los plaguicidas, luego está la monotonía del paisaje por el cultivo de un solo producto y por último, la destrucción de potreros para urbanizar. Cuando comienza a extenderse la mancha urbana, cientos de nidos se destruyen sin darse cuenta”, indica Lobo.