En resumen: No existe evidencia para afirmar que las personas que han sido vacunadas contra la COVID-19 vayan a morir en dos años. La mentira proviene de una cita falsamente atribuida a un virólogo y premio Nobel francés.
Tampoco hay sustento en otras advertencias que sí fueron lanzadas por el científico, como que la vacunación crea nuevas variantes del coronavirus, o la aparición de COVID-19 agravado por un fenómeno conocido como potenciación dependiente de anticuerpos.
La farsa fue difundida en mensajes de WhatsApp y en varias páginas de Facebook.
La evidencia indica que las vacunas contra el coronavirus ayudan a reducir la propagación del virus. Esta contención en los contagios disminuye la probabilidad de que este mute y se generen nuevas variaciones. Tampoco se han documentado casos de “COVID severa” propiciados por la vacunación.
Luc Montagnier, científico al que se le atribuyeron las declaraciones, fue uno de los ganadores del Premio Nobel de Medicina en 2008 por su trabajo en la identificación del virus del VIH. El virólogo ganó notoriedad durante la pandemia por expresar algunas posiciones sin fundamento cercanas a las de grupos antivacunas y aficionados a teorías de la conspiración.
¿De dónde surgió la desinformación?
Varios mensajes alarmantes y publicaciones difundidas por WhatsApp y Facebook afirman que Montagnier mencionó que quienes ya han sido vacunados no tienen posibilidad de sobrevivir y que “debemos estar preparados para incinerar los cuerpos”.
Los mensajes detallan que la muerte de las personas se deberá a un fenómeno inmunológico conocido como la potenciación dependiente de anticuerpos (la publicación original traduce erróneamente como «mejora dependiente»). También se afirma que la vacunación está creando variantes del virus.
Esta información ya ha sido ampliamente refutada por servicios de verificación de información en español como Maldita.es y en inglés por Reuters, AP News, Politifact, y USA Today.
Cita no es de Montagnier, aunque virólogo sí desinforma
Algunas publicaciones incluyen un video de dos minutos de una entrevista realizada a Montagnier que fue publicada a mediados de mayo. Las afirmaciones sobre las muertes masivas señaladas en los textos no aparecen en el video ni en ninguna otra fuente revisada por Doble Check.
La entrevista en la que aparece Montagnier es legítima, aunque sus afirmaciones son alarmistas y promueven la desinformación. Aun así nunca elevan la alarma al punto de afirmar que las personas vacunadas morirán en dos años y que habrá que prepararse para incinerar los cuerpos de las víctimas.
¿Cuál es la desinformación promovida por el virólogo? El científico afirma sin fundamento que las vacunas han producido las nuevas variantes del coronavirus y que la curva de vacunación es seguida por la curva de muertes. También menciona la aparición de un fenómeno inmunológico vinculado a las vacunas que propiciaría una infección más severa por la COVID-19.
El mito de la “COVID severa” causada por vacunas
Montagnier denuncia en el trozo de entrevista reproducida que las vacunas causan una potenciación dependiente de anticuerpos (ADE, por sus siglas en inglés). El fenómeno sí es real y ha sido estudiado por la ciencia, pero no existe ninguna evidencia hasta la fecha de que se hubiera presentado con la vacunación anti covid.
¿Qué es la potenciación dependiente de anticuerpos? Doble Check buscó una explicación con la inmunóloga Silvia Molina. Ella es investigadora del Instituto de Investigaciones en Salud (INISA) de la UCR.
Molina explica que ADE es un tipo de inmunopotenciación. Este es el fenómeno que causa que los síntomas de una enfermedad sean “más fuertes” después de una vacunación o después de una infección previa con el mismo virus o uno similar.
La inmunopotenciación, por ejemplo, es uno de los factores que contribuye a la aparición del dengue hemorrágico. Una segunda infección con dengue podría ser más severa y peligrosa que la primera. Molina explica que la inmunopotenciación también ha ocurrido en la etapa temprana del desarrollo para vacunas contra la fiebre amarilla, el virus respiratorio sincicial y contra el mismo dengue.
“Estas vacunas no llegaron a ser utilizadas precisamente por no ser seguras”, explica.
Molina relata que la prevención de inmunopotenciación en el desarrollo de vacunas anticovid fue una preocupación de un grupo de expertos desde marzo del 2020. El grupo analizó la evidencia del nuevo coronavirus y de otros similares.
“Concluyeron que no existía evidencia fuerte para pensar que la inmunopotenciación fuera un obstáculo importante en el desarrollo de vacunas contra la COVID-19”, dice la inmunóloga.
A diferencia de compuestos contra otras enfermedades que usan virus atenuados o inactivos, las vacunas que se aplican para esta pandemia usan solo parte de una proteína externa del coronavirus para generar la reacción inmune. “Los diseños de las vacunas tomaron esto en cuenta para minimizar el riesgo”, expresa Molina.
La comunidad científica sigue vigilante por la eventual aparición del fenómeno de inmunopotenciación entre personas vacunadas. Molina dice que, hasta el momento, la aparición de una “COVID severa” provocada por vacunas anticovid continúa siendo únicamente una preocupación hipotética.
Variantes de coronavirus
Montagnier también mencionó en el video que las vacunas son las causantes de las nuevas variantes del COVID (como la sudafricana, la india o la brasileña). El virólogo añadió que la curva de vacunación viene seguida de la curva de muertes.
No hay ninguna evidencia de que las vacunas sean las causantes de las nuevas variantes de la COVID-19. De hecho, algunas de ellas surgieron antes de que las vacunas empezaran a implementarse.
Las variantes del virus del COVID-19 son el producto de mutaciones impulsadas por la propagación del virus.
Citado en un chequeo de la agencia AP, Stuart Ray, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad John Hopkins, reafirma que el efecto creado por vacunas es el contrario al señalado por Montagnier.
“No hay evidencia de que las vacunas creen nuevas variantes, en gran parte porque la vacunación parece eliminar las infecciones virales, evitando que las personas transmitan el virus”, dijo.