Carlos Alvarado omitió efecto de la pandemia al destacar baja en delitos

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Alejandro Durán L.
- doblecheck@ucr.ac.cr

El presidente Carlos Alvarado está en lo correcto cuando señala que el reporte de varios delitos disminuyó durante el 2020, pero fue omiso al no mencionar los efectos que las medidas sanitarias por la COVID-19 tuvieron en el comportamiento del crimen en el país.

La afirmación surgió del informe presidencial rendido ante la Asamblea Legislativa el pasado 4 de mayo. Alvarado destacó la tendencia a la baja en las denuncias de asaltos contra personas, hurtos, robos a viviendas, tachas y robos de vehículos.

Doble Check verificó que desde marzo hubo una caída de todas las denuncias de los delitos mencionados por Alvarado. El cambio coincide con el momento en que se confirmó la transmisión del SARS‑CoV‑2 en Costa Rica. La Organización de Naciones Unidas reportó fenómenos idénticos en muchos otros países, en un estudio realizado en diciembre del año anterior.

Alvarado también mencionó un aumento en el número de femicidios (tres más que en el 2019, según la definición de la Ley de Penalización de Violencia contra las Mujeres). Eso sí, el presidente omitió referirse al aumento en la violencia contra las mujeres y la violencia intrafamiliar. Ambos fenómenos aumentaron en Costa Rica, y su comportamiento también se puede vincular a las restricciones a la movilidad por la pandemia.

La tasa de homicidios se mantuvo entre 2019 y 2020, pero el presidente pasó por alto en su discurso que el indicador muestra una clara alza durante el primer cuatrimestre del 2021, en comparación con el mismo período del año pasado.

¿Qué dijo Carlos Alvarado?

En su discurso ante el Congreso, Carlos Avlarado hizo la siguiente afirmación:

“En los delitos contra la propiedad, que más afectan a la ciudadanía, las denuncias por asaltos contra las personas bajaron en 5.963 y las de hurtos disminuyeron en 6.992. Las de robos a viviendas se redujeron en 1.976 casos, y las de robos y tachas de vehículos combinadas fueron 2 .428 menos que el año anterior”.

Todas las denuncias en esos delitos efectivamente disminuyeron según la base de datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ). Doble Check revisó los números por mes y los comparó con el comportamiento de las denuncias en el 2019. Las cifras evidencian que las denuncias descienden desde marzo del 2020 para todos los delitos mencionados por Alvarado. En ese mes ocurrió la alerta por la transmisión del coronavirus en Costa Rica.

Casa Presidencial señaló que el informe presidencial tomó sus datos del informe anual del OIJ, cuyos números se extrajeron el 20 de enero pasado. Doble Check revisó los datos directamente en la herramienta de consulta del organismo a principios de mayo y había algunas incoherencias con los números ofrecidos por el presidente, aunque poco significativas.

Desplome de denuncias

Los asaltos contra las personas registraron un descenso repentino desde marzo del 2020. En marzo del 2019 se registró un total de 1.088 denuncias por este delito. Un año después, cuando empezó la epidemia en el país, hubo 749 denuncias. Esto representa un descenso del 31%. A partir de entonces, las denuncias bajaron aún más, y fluctuaron entre las 426 y las 620 por mes.

Los hurtos tienen su punto más bajo de denuncias en abril del 2020, cuando se registraron 606 denuncias. Si se las compara con el mes de abril del 2019, cuando se registraron 1.572 casos, se evidencia que las denuncias se redujeron en mucho más de la mitad. A partir de mayo del 2020, las denuncias empezaron a subir poco a poco, con algunos meses a la baja.

Las denuncias por robos a viviendas también descendieron desde marzo del 2020, cuando el gobierno recomendó teletrabajar a las personas que así lo pudieran hacer. Sin embargo, desde agosto del 2020 las denuncias aumentaron y se han mantenido fluctuando entre las 477 y las 421 por mes, con un promedio de 448,7. Aun así, los números están relativamente lejos de las 559 que se presentaron en febrero del 2020 antes de que iniciara la pandemia en el país.

Los robos y las tachas de vehículos también registraron un descenso significativo en los meses de marzo y abril del 2020. Es en agosto del 2020 cuando ambos delitos presentan un aumento en las denuncias. Los meses de octubre del 2020 y febrero del 2021 mostraron los mayores picos desde que empezó la pandemia. Sin embargo, los números tampoco se acercan a los registrados antes del mes de marzo de 2020.

Aumenta violencia intrafamiliar

El mandatario Carlos Alvarado destacó el descenso en el reporte de delitos contra la propiedad, pero obvió el aumento en la violencia intrafamiliar. Estas dinámicas probablemente también fueron influenciadas, en buena medida, a los controles sanitarios.

Un total de 18.213 personas fueron imputadas en casos de violencia intrafamiliar durante el 2020: alrededor de 1.500 casos al mes según el Ministerio de Seguridad Pública. Esto representa un aumento de 22% si se compara con el 2019.

Situación empeora en el 2021, pero aún no llega a niveles del 2019

Los meses de marzo y abril de cada año son un punto de comparación porque permiten identificar los cambios en diferentes panoramas: antes del covid, recién llegadas las restricciones más severas, y a un año de la pandemia, con menos restricciones.

Los delitos de hurto, robos a vivienda, robos de vehículos y tachas de vehículos aumentaron levemente en los meses de marzo y abril del 2021 en comparación con el mismo período del 2020. Sin embargo, siguen muy por debajo de las denuncias realizadas en el mismo período del 2019.

Los casos de asaltos sí descendieron levemente en los meses de marzo y abril del 2021, en comparación con el 2020 y mucho más en comparación con el año 2019. En el año 2020 se registraron 59 denuncias más durante estos dos meses, en comparación con el presente año.

Homicidios crecen en el 2021

Dentro de los delitos que mencionó Carlos Alvarado en su intervención en la Asamblea Legislativa, el único que tuvo un aumento en comparación con los años anteriores fue el de homicidios.

“Las autoridades policiales lograron consolidar lo ya avanzado respecto a la tasa de homicidios: con 11,2 por cada 100 mil habitantes se mantuvo en 2020 en el nivel del año precedente. Dolorosamente sufrimos 3 femicidios más que en el año 2019.”, mencionó el presidente en su informe de labores.

El dato del mandatario es correcto si solo se comparan el 2019 y el 2020. La presidenta del Congreso, Silvia Hernández, subrayó un dato adicional. En su intervención ese mismo día señaló que en el primer cuatrimestre del 2021 hubo 14 homicidios más que en el mismo período del 2020.

Dicha afirmación es correcta. A pesar de que Carlos Alvarado rescató como un aspecto positivo el hecho de que se mantuviera la tasa de homicidios, omitió mencionar que en el primer cuatrimestre del 2021 hubo un aumento significativo, con un total de 193. En el 2019 y 2020 hubo un total de 176 y 179 casos respectivamente.

Doble Check conversó con Randall Brenes, oficial de Desarrollo Humano y Gobernabilidad del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El experto en temas de seguridad ciudadana explica que, al mirar el comportamiento de todos los delitos mencionados, el más preocupante es el de los homicidios. Brenes señaló que hubiera sido esperable un descenso en este indicador como un efecto secundario de las medidas sanitarias, así como lo hubo en países como Honduras o El Salvador. En Costa Rica, por el contrario, hubo un ligero aumento. Brenes señaló:

“Pensando que hay un distanciamiento social y escasa movilidad (debido a las restricciones vehiculares) el homicidio tendría que haber disminuido”.

Menos contactos, menos delitos 

¿Cuáles son los efectos de las medidas sanitarias en una pandemia que afectan el comportamiento del delito? Randall Brenes señala dos factores.

El primero es que ciertos delitos (como el asalto) necesitan de una cercanía física entre el delincuente y la víctima. Las oportunidades para un potencial delincuente se reducen al bajar la cantidad de personas en las vías públicas o en el transporte público.

De igual forma ocurre con asaltos y robos a viviendas. Las personas, cuando pasan más tiempo en sus hogares, vigilan sus casas de habitación y las de toda la comunidad. Por ello, los potenciales delincuentes no se exponen y realizan menos asaltos y robos.

El segundo factor es la restricción vehicular sanitaria. Los robos a comercios, por ejemplo, pudieron verse afectados porque usualmente los delincuentes necesitan desplazarse en automóvil al lugar del asalto, y en horas donde haya muy poca gente alrededor. Esas horas coincidían con la restricción vehicular sanitaria nocturna, y un vehículo usado para un crimen no podía pasar tan inadvertido como antes. Los operativos nocturnos de Policía le dificultan las cosas a un eventual delincuente.

Las condiciones que favorecen la comisión de delitos contra la propiedad disminuyen en momentos de distanciamiento social, cuando las personas no solo están en el hogar, sino que tienen limitaciones para movilizarse”, resumió Brenes.

Los delitos contra la propiedad también disminuyeron en más de un 50% en la mayoría de países estudiados, según un estudio de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y Delito. El reporte hace una salvedad. Los indicadores de delitos se apoyan principalmente en denuncias. Un descenso en los números podría corresponder, en alguna proporción, a una disminución del reporte mas no necesariamente del delito.

Eso sí, el estudio coincide en que “una reducción en ciertos crímenes se podría esperar en condiciones de estricto confinamiento debido a la reducción de oportunidades de cometer el delito”.

La agencia internacional también menciona que “a largo plazo, el cierre de negocios, el subsecuente desempleo y la falta de ingresos puede afectar el crimen, especialmente los adquisitivos y con fines de lucro, donde las redes de seguridad económica y social no son suficientes para garantizar los medios de subsistencia”.

 

Colaboró: Darío Chinchilla

Nota del editor: Esta información fue modificada para aclarar que el número de femicidios reportado por el presidente Alvarado corresponde a la definición de la Ley de Penalización de Violencia contra las Mujeres. El número de feminicidios en Costa Rica durante el 2021 según la definición ampliada de la Convención de Belém do Pará fue de 20.

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