Economías alternativas como las criptomonedas, o dinero digital, y sistemas de contratos inteligentes evidencian los vacíos legales de Costa Rica, y su escaso o casi nulo interés en el tema.
El uso de las criptomonedas y de los llamados contratos inteligentes suponen un nuevo paradigma tecnológico y comercial. Interferencia conversó con dos expertos en estas áreas: Leo Arias, investigador en seguridad de criptomonedas; y Paola Fernández Carmiol, egresada de la carrera de Derecho, quien actualmente desarrolla su tesis sobre el tema de documentos inteligentes.
Arías y Fernández coincidieron en que este nuevo panorama no es del todo controlable y afirmaron que el país requiere reinterpretar lo que ya existe en materia legal para saber cómo regular aquello que sí sea pertinente.
Estas tecnologías emergentes cobran cada vez más fuerza ya que, más que un fin, buscan fortalecer un medio y mejorar el desarrollo humano. Estos mecanismos no son ilegales, pero tampoco son aceptados por poderes centralizados como los bancos (en el caso de las criptomonedas), al no contar con una normativa establecida que los regule.
“Hablamos de hacer una economía alternativa que realmente cubra las necesidades que tenemos. La necesidad del día a día de las personas trabajadoras está muy lejos de quiénes definen estas políticas económicas, en el caso de Costa Rica”, comentó Arias, quien además es colaborador de la colectiva Jaquerespeis.
Los contratos inteligentes ya se ejecutan en el país, e incluso pueden ser más seguros al no necesitar de intervención humana. Eso sí, en este momento escapan de la mirada del Estado y del marco jurídico actual.
“Mucho del temor es porque implica romper con muchos conceptos que tenemos del manejo del gobierno, y de los conceptos de democracia”, afirmó Fernández en entrevista para este medio.
Puede ver las entrevistas completas con el investigador en seguridad de criptomonedas Leo Arias y con la experta en contratos inteligentes Paola Fernández.