“Suave un Toque es un programa de sátira política. La sátira antes era escrita, se fue llevando a la parte audiovisual y tiene algunas licencias como recurrir a la exageración, a la ridiculización, el humor, el sarcasmo. No es un formato muy familiar en Costa Rica, no es muy común, menos en televisión (…) Yo consumo mucho esos shows que hacen en Estados Unidos y uno se sorprende del margen de libertad que tienen”.
Ese fue parte del testimonio de Rónald Díaz, coordinador de producción del Canal UCR, quien este martes se presentó como el primer testigo de la defensa en el juicio donde se conoce la demanda del excandidato presidencial, Juan Diego Castro, contra la Universidad de Costa Rica (UCR); el director de Canal UCR, Marlon Mora; y la estudiante Claudia Campos, expresentadora del programa Suave un Toque.
Díaz fue ofrecido como testigo por la defensa de Mora, quien está representado por la abogada Marcela Rodríguez.
El periodista y productor explicó en su relato que el canal transmite programas tanto de producción propia, como de producción externa y de coproducción. Según dijo, Suave un Toque se enmarcaba la categoría de coproducción. “El canal utiliza parte de sus recursos para que la producción se pueda hacer”, describió.
El funcionario indicó que la coproducción se daba entre miembros de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (Feucr) y el Canal UCR. Aseguró que la concepción del producto y el guion eran elaborados por estudiantes de la Feucr, mientras que el canal facilitaba algunos recursos técnicos para grabar, como el estudio, camarógrafos y sonidistas.
Según Díaz, la etapa de postproducción, es decir, la edición final, también corría por cuenta de la Feucr y el canal recibía el video listo para transmitirse.
El coordinador de producción además afirmó que ni el director del canal ni el resto del personal tenían injerencia en los contenidos.
“No era parte del acuerdo que (los contenidos) fueran revisados o ideados o que hubiera injerencia de la dirección o esta coordinación o de cualquier parte del canal sobre lo que ellos querían decir o cómo lo querían decir”, afirmó.
Posteriormente, ante la pregunta de la abogada Rodríguez, expresó: “La censura previa es una mala palabra para nosotros”.
Díaz manifestó que por tratarse del género de sátira, el programa “no tiene en los condicionamientos el rigor del periodismo” sino que se da “licencias”. Consideró que se trata de un tipo de producto emergente en el país que se está empezando a ver en algunas plataformas digitales.
“No es Telenoticias ni nada que se le parezca. Presentarse como en un set es precisamente una burla de un noticiario”, expresó Díaz.
Además, detalló que en el contacto inicial para hacer la coproducción participó una persona del Consejo Universitario y también la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva de la UCR.
Añadió que se trataba de un programa de sátira sobre realidad nacional y que en ese momento la realidad nacional era la campaña electoral.
En la demanda, el abogado Castro alega que fueron difamatorias frases como: “Castro está más que embarrado con los partidos que por décadas han desmantelado a este país”, “Causó más que polémica por su autoritarismo”, “… casi hace un golpe de Estado en 1995”, “ayudó a su suegro a huir del país”, “Votar por Juan Diego Castro es hacer presidente a un tipo mentiroso, manipulador, vengativo, populista, de derecha que traficaba armas bajo secreto de Estado”.
Los últimos testigos del querellante
Este martes también se presentaron los últimos dos testigos ofrecidos por el abogado Juan Diego Castro como parte querellante.
El primero en declarar hoy fue el periodista del Semanario Universidad, José Eduardo Mora. Al igual que los testigos que se presentaron antes que él, Mora dijo que fue llamado al juicio porque había visto el programa Suave un Toque donde se habló de Castro.
Relató que amigos le comentaron que ese era un programa “fuerte” donde se hacían aseveraciones en contra del entonces candidato presidencial por el Partido Integración Nacional (PIN).
“Yo como periodista tenía que confirmar si tenían razón o no”, indicó Mora, quien además de laborar en otros proyectos periodísticos fue colaborador de Castro en el programa radiofónico Pasión por la Justicia.
Mora manifestó que le llamaron la atención “aseveraciones fuertes” que se dieron en el video, como que Castro estuvo cerca de dar un golpe de Estado. Dijo que él, como periodista, consideraba que se debía tener mucha información para asegurar algo así.
Ante la pregunta de Castro sobre otras frases que llamaron su atención, Mora le contestó: “Que usted es un populista. Uno dice: ‘¿a qué se refiere?’. También que usted es mentiroso, que usted es una persona vengativa”, respondió Mora, entre otras de las frases que dijo recordar.
El periodista Mora además dijo tener “la impresión” de que el editor no vio, o pasó por alto, aseveraciones que él en esa situación no hubiera hecho.
También hizo referencia a que sostuvo una conversación con un estudiante, quien le habría comentado que declinó participar en Suave un Toque por lo que decía el guion. El abogado defensor, Federico Campos, le preguntó quién era ese estudiante ante lo cual el periodista primero rechazó dar el nombre. Posteriormente, ante un mandato del Tribunal, Mora dijo que solo recordaba que se llamaba Jose y que no tenía los contactos.
El segundo testigo presentado hoy por la parte querellante fue el abogado y profesor de la UCR, Alejandro Calvo Castillo, quien fue candidato a diputado por el PIN en la pasada campaña electoral. Él dijo que su relación con Castro es de amigos, que ambos pertenecen a la logia masónica La Caridad y que en ocasiones han viajado juntos a eventos.
Calvo también dijo haber visto el programa de Suave un Toque en Facebook y en el Canal UCR. Afirmó que en esa transmisión se emitieron “cantidad de difamaciones contra Juan Diego Castro” y recordó haber visto el sello de la UCR en el video.
“Quedé sorprendido de que la UCR estuviera apoyando un programa de esa índole”, expresó. Consideró que en el video se decía “un chorro de barbaridades”, como que Castro era autoritario, que no tenía ideas para sacar al país de problemas, que era vengativo, traficante de armas, manipulador y que intentó dar un golpe de Estado.
Calvo narró que, junto con otras personas, redactó una carta para pedir explicaciones al director del canal, aunque él finalmente no la firmó sino otra persona. Agregó que, en su criterio, el director del Canal UCR respondió de manera “evasiva”.