La situación económica de Costa Rica ya era complicada pero con la pandemia de COVID-19 se agravó. Un efecto de eso es el aumento de la pobreza, la cual creció 5,2 puntos porcentuales en comparación con el mismo periodo del año anterior, llegando a 26,2%.
Así lo refleja la más reciente Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), realizada durante el mes de julio por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Ese porcentaje de hogares en condición de pobreza registrado por la encuesta corresponde al valor más alto de los últimos 28 años, destaca el INEC. Se trata de 83.888 hogares más que cayeron en esa condición, para un total de 419.783 hogares en pobreza en el país.
Según el estudio, se dio una reducción en los ingresos promedio por hogar de hasta un 12,2%, al comparar con igual periodo del 2019.
El INEC plantea que “para encontrar un nivel de pobreza más alto, habría que retroceder a inicios de los años noventa, cuando en 1992, según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples, el porcentaje de hogares en pobreza fue de 29,4 %”.
Los hogares con pobreza extrema también aumentaron durante el último año, pasando de 5,8% hasta un 7% en los últimos doce meses. En términos absolutos esto equivale a 19.445 hogares más en pobreza extrema, elevando la cifra de 93.542 hogares en esta condición, en el 2019, a 112.987 en el 2020.
Si vemos la situación por persona, la Enaho evidencia que la pobreza afecta al 30% de la población, es decir, a poco más de 1,5 millones de personas en el país. Con respecto al 2019, INEC registra un aumento de un 6,1%, lo que representa 321.874 personas más en condición de pobreza, según los resultados de la medición del Instituto.
Con relación a la población en pobreza extrema el porcentaje se estima en 8,5%, lo que en total representa 435.091 personas con ingresos per cápita inferiores al costo de la canasta básica alimentaria. Con relación al año pasado el incremento fue de 1,8%, cerca de 96.697 personas más que en 2019.
Mayoría de personas en pobreza trabaja de manera informal
Según el estudio del INEC, el porcentaje de hogares pobres jefeados por mujeres es de 45,5%, pero además 36,3% de esos hogares tienen jefaturas mujeres pero sin la ayuda de una pareja.
Apenas el 19,2% de la población en pobreza por nivel de ingresos cuenta con un seguro a cargo del Estado, el 4,4% recibe un seguro del régimen no contributivo.
Por lo que 36,4% de los adultos mayores en condición de pobreza no reciben pensión.
El 71,2% de la población en condición de pobreza trabaja de manera informal.
El 56,2% de los hogares en pobreza reciben algún subsidio o beca.
La escolaridad promedio de las personas de 15 o más años en el grupo de pobreza por ingreso es de 7 años. Mientras que 21% de los menores entre los 7 a 17 años presentan rezago educativo.
Del total de personas en condición de pobreza el 24,9% no cuentan con seguro.
Sobre la condición de las viviendas, la encuesta muestra que 35,2% de las personas en pobreza no cuentan con vivienda propia. El 61% habita una vivienda con estado físico malo o regular. El 7,1% de los hogares no cuentan con servicio de agua dentro de la vivienda y el 5% utiliza agua proveniente de pozo, río, quebrada, agua de lluvia u otro.
En 21,6% de esos hogares no cuentan con acceso al servicio internet.
Menos ingresos por impacto de la pandemia
Sobre la caída en los ingresos de los hogares, la Enaho indica que el promedio por hogar pasó de ₡1.016.358 a ₡891 934, en comparación al 2019.
La reducción también se refleja en el ingreso per cápita que cayó un 13,2%. La reducción fue de ₡50.000 en promedio por persona, por lo que los ingresos individuales ahora ascienden a ₡326.483.
La encuesta plantea que en un año los salarios cayeron 13,8%, las rentas por propiedades disminuyeron 26% y los ingresos autónomos fueron los más afectados con una reducción de hasta 35,3%.
Mientras que los ingresos por familia provenientes de subsidios estatales y becas aumentaron 153% y pasaron de representar ₡18.473 por hogar en el 2019 a ₡46.733 en el 2020
“El crecimiento observado en los subsidios estatales y becas está explicado principalmente por la implementación del Plan Proteger, cuyo propósito es mitigar los problemas económicos generados por la emergencia sanitaria mediante la entrega del bono a aquellas personas que se vieron afectadas en su condición laboral”, señala la encuesta del INEC.
El ingreso proveniente del Bono Proteger corresponde al 56% del total de los subsidios estatales y becas.
“Si dentro de subsidios estatales y becas no se toma en cuenta los ingresos creados a raíz de la emergencia, el crecimiento de esta fuente de ingreso habría sido de 9,1%”, señala el instituto.
La fuente de ingresos “Otras transferencias” mostró un aumento durante el último año, pasando de ₡126.790 por hogar en el 2019 a ₡136.939 en el 2020, lo que equivale a un incremento del 8%. En esta fuente de ingreso también se consideran las transferencias recibidas por los hogares para mitigar la emergencia nacional.
INEC plantea que las transferencias tanto públicas como privadas, las ayudas en especies como víveres, alimentos, pago de servicios, así como contribuciones monetarias que recibieron los hogares, durante la gestión de la pandemia, evitaron un mayor incremento en el porcentaje de pobreza por ingreso, registrado en la más reciente Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).
El INEC resalta que “de no haberse generado este tipo de aporte adicional, la incidencia de pobreza hubiera aumentado entre 4% y 6% más respecto al observado, según el ámbito nacional o zona”.
Desaparece brecha de pobreza entre zona rural y urbana
La encuesta del INEC muestra que por zona de residencia los cambios más significativos se registraron en la zona urbana, donde la pobreza aumentó 6,6% más con respecto al año pasado. Elevándose en los últimos meses de 19.8% a 26,4%. “Este es el nivel de incidencia de pobreza urbano más alto en toda la serie Enaho”, dice el INEC en el informe de la encuesta.
La pobreza en zona rural afecta al 25,5% de los hogares, el aumento en comparación al 2019 fue de 1,3%. “Este es el nivel más alto desde el 2016”, señala el instituto con relación a la población rural.
El aumento de la pobreza en los hogares urbanos hace que desaparezca la brecha de pobreza entre las zonas rurales y urbanas del país. Donde incluso, por primera vez la población rural presenta un nivel de pobreza inferior al nacional, plantea el INEC.
Por regiones, la Central sigue teniendo los porcentajes de pobreza (23,7%) y pobreza extrema (6%) más bajos del país pese a experimentar un crecimiento 6,7% y 1,7%, respectivamente, durante este año
La región Chorotega registra el mayor aumento en la incidencia de la pobreza y de la pobreza extrema, el primer indicador pasó de 20,3% en el 2019 a 31,7 % en el 2020, lo que representa un aumento de 11,5%.
En el caso de la pobreza extrema en esta región aumentó 3,6%, pasando de 5,4 % el año anterior a 9% en este año.
Por el contrario, la región Brunca presenta una disminución tanto en la pobreza total como en la pobreza extrema, en el primero muestra una disminución de 3,8%, al pasar de 30,3% en el 2019 a 26,5 % en el 2020, en tanto, la pobreza extrema pasó de 9,2 % a 5,9 % en el mismo período, una disminución de 3,3%.
Mientras que la región Pacífico Central se sitúa como la región con mayor nivel de pobreza (34.7%) y de pobreza extrema (11,3%) del país.
Las regiones Huetar Caribe y Huetar Norte no registran aumentos significativos respecto al año anterior. En esas regiones el porcentaje de pobreza total es de 29,8% en el Caribe y 28,6% en la Huetar Norte, mientras el nivel de pobreza extrema es de 8,2% y 9,8% respectivamente.