Una colección de cerca de 30 fósiles, con más de 6 millones de años de antigüedad, hallada en la zona sur de Costa Rica, se exhibe en la sede del Museo Nacional en Finca 6, cantón de Osa. Esta muestra, denominada “Encuentro”, representa un hallazgo clave para entender el encuentro entre especies de América del Norte y del Sur, en América Central. La exposición, liderada por la geóloga Ana Lucía Valerio, resalta la importancia paleontológica de Coto Brus, un área donde antaño convergían diversas especies debido a puentes terrestres temporales.
Entre los fósiles encontrados se destacan restos de caballos, llamas, mastodontes de cuatro defensas, saínos, armadillos de gran tamaño, perezosos terrestres gigantes, cocodrilos, tortugas, delfines, peces y aves. Estos hallazgos constituyen la evidencia más antigua del intercambio biológico entre ambos subcontinentes, un proceso que ocurrió cuando el continente aún estaba dividido en dos grandes masas de tierra.
La zona de Coto Brus desempeñó un papel fundamental en la historia geológica y biológica del continente, sirviendo de punto de encuentro para la fauna gracias a puentes naturales que se formaban temporalmente por movimientos tectónicos o cambios en el nivel del mar. Estos pasos, aunque efímeros, permitieron la migración y el intercambio de especies, modelando la biodiversidad que caracteriza actualmente a América Central.
La exposición “Encuentro” ofrece un enfoque didáctico e interactivo, abordando temas como el proceso de fosilización, el cierre del istmo centroamericano y las migraciones de fauna. Más allá de mostrar fósiles, busca concienciar sobre la riqueza histórica y científica de la región, resaltando a Coto Brus como un sitio clave para la paleontología costarricense.
Uno de los aspectos más destacados de esta exposición es el papel que desempeñan los fósiles en la comprensión del Gran Intercambio Americano, un evento biogeográfico (estudio de la distribución geográfica de los seres vivos en el tiempo y el espacio) que cambió la historia evolutiva de muchas especies en el continente. Este proceso explica cómo ciertas especies, como los mastodontes y caballos del norte, llegaron a Sudamérica, mientras que animales autóctonos del sur, como los armadillos y perezosos gigantes, se expandieron hacia el norte. El estudio de estos fósiles no solo permite reconstruir las rutas migratorias, sino también entender cómo estos encuentros moldearon los ecosistemas actuales.
Además, la exposición subraya la importancia de proteger y preservar los sitios paleontológicos del país. Expertos destacan que el conocimiento sobre estas especies extintas puede proporcionar información valiosa sobre cambios climáticos pasados y su influencia en la biodiversidad. La conservación de estos recursos es vital para futuras investigaciones y para fomentar el turismo científico en la región.
El Museo de Finca 6, ubicado a 8 kilómetros del parque de Palmar Sur, carretera a Sierpe, invita a estudiantes, comunidades locales y turistas a explorar esta exhibición única. La muestra, inaugurada en el 2023, contó con la participación de la directora del Museo Nacional, Ifigenia Quintanilla, estudiantes del cantón y el programa “Jóvenes líderes del Diquís”, bajo la dirección de Jeisson Bartels y Carlos Morales, además de la presentación artística del SINEM de Coto Brus.
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