El impacto del estrés a largo plazo conduce a problemas como la desmotivación y la depresión.
Digamos que usted va por la calle una noche caminando hacia su casa y se topa con una persona que tiene un arma. Su cuerpo empieza a ponerse en alerta y se generan una serie de procesos para reaccionar ante lo que sucede. Ahora imagínese someter permanentemente a su organismo a esos procesos, eso a larga tiene consecuencias.
El investigador del Centro de Investigaciones en Neurociencias de la UCR, Andrey Sequeira explica que, ante una situación de estrés, primero se activa un complejo sistema que libera adrenalina y noradrenalina. Esto afina la respuesta de los sistemas circulatorio y muscular, así como de otras funciones clave que preparan al cuerpo para enfrentar el desafío. Por otro lado, el cortisol, refuerza esta respuesta al completar la preparación del cuerpo. Además, este proceso mejora las funciones cerebrales y ayuda a enfrentar el desafío de manera más eficiente.
“Entonces este termina de preparar el cuerpo para enfrentar esa situación estresante. También en esa preparación hay una mejora de nuestras funciones cerebrales. Hay una mejor atención para ponerle eso, atención a los detalles y ver cuál es la mejor estrategia para escapar de esta situación estresante”, afirma Sequeira.
Sin embargo todo en exceso es malo. Sequeira advierte que el impacto del estrés a largo plazo es el daño en las funciones de nuestro cerebro. Cuando el estrés es crónico o es muy intenso, el estrés sobrepasa un “umbral” saludable.
Según Sequeira, cuando se activa el estrés, se liberan sustancias que son necesarias para la comunicación entre neuronas, pero si las neuronas están expuestas a una liberación prolongada de estas sustancias, nuestro sistema percibirá esa liberación como un peligro. La respuesta del cuerpo será eliminar la conexión entre neuronas. Esta prolongación se convertirá entonces en un problema para nuestro bienestar.
¿CÓMO LE PUEDE AFECTAR EL ESTRÉS?
El estrés puede afectar diversas áreas de nuestra vida. Algunas personas experimentan problemas de concentración, dificultades para aprender y recordar, baja motivación y cambios en el estado de ánimo. Además, el estrés es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar trastornos como la depresión, la ansiedad, el trastorno bipolar e incluso adicciones a sustancias.
También puede desencadenar problemas físicos, como trastornos digestivos, enfermedades cardíacas, cáncer, problemas musculares y óseos.
“Entonces, con el paso del tiempo empezamos a tener problemas en cómo nos sentimos, ¿verdad? Una percepción de bienestar reducida, nos sentimos mal, no nos sentimos bien con la motivación, es decir, no estamos motivados para hacer las cosas”, asegura Sequeira.
Todos estos problemas se pueden ir presentando paulatinamente sin razón aparente. Por eso, Sequeira aconseja estar alertas ante problemas de salud que no tienen un detonante identificado para así tomar las precauciones lo antes posible para combatir estos efectos negativos.
Puede conocer más del estrés y cómo combatir sus consecuencias en esta entrevista del programa Saber Vivir.