Conozca estas sustancias naturales que pueden ayudarle a equilibrar su cuerpo.
“Los productos adaptógenos pueden ayudarnos a equilibrar, restaurar y proteger el cuerpo”, explicó la Dra. Victoria Hall, directora del CIMED, UCR.
El estrés es un mecanismo natural del cuerpo humano para gestionar situaciones de peligro o fatiga excesiva, e interviene en distintas partes del cerebro y del sistema nervioso. A través de la secreción de ciertas hormonas que ponen al cuerpo en un estado de alerta, el estrés puede ayudar en situaciones donde se necesite adaptarse a un medio o defenderse ante una situación amenazante.
No obstante, en Costa Rica, el estrés crónico se manifiesta cada vez más en la vida cotidiana y se entrelaza con las cifras altas de trastornos depresivos y de ansiedad donde, según el Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP) de la Universidad de Costa Rica, el país sobrepasó el promedio global luego del año 2020.
Someterse constantemente a un estado de estrés puede culminar en una variedad de síntomas físicos (dolor de cabeza, taquicardia, náusea, dificultad para dormir, etc.) y emocionales (nervios, inquietud o desconcentración). Por eso, es importante conocer las herramientas para lidiar con esto, entre ellas los adaptógenos.
¿QUÉ SON LOS ADAPTÓGENOS?
Los productos adaptógenos son sustancias, plantas medicinales e incluso alimentos que ayudan al cuerpo a lidiar con el estrés. Estos aumentan la resistencia del organismo ante esta situación y sus factores adyacentes.
Durante una entrevista en el programa Saber Vivir de 870 UCR, la Dra. Victoria Hall, directora del CIMED UCR comentó acerca de los múltiples tipos de productos adaptógenos, sus propiedades, beneficios, y efectos secundarios. “Nos dan más adrenalina, y también un punch a la energía y a nuestro estado de ánimo”, declaró la experta.
La ashwagandha, una hierba ampliamente utilizada en la medicina tradicional de la India, es uno de los adaptógenos más estudiados debido a su capacidad para reducir los niveles de cortisol: una hormona relacionada con el manejo del estrés, y su efecto regulador en el sistema nervioso.
Esta se puede adquirir en macrobióticas, en forma de polvo, cápsulas o incluso gomitas, pero antes de consumirla se debe tomar en cuenta sus efectos adversos. En el caso de la ashwagandha, no se recomienda utilizarla con benzodiacepinas o en el embarazo.
Existen otras sustancias como la rhodiola, igualmente conocida como “raíz de oro”, que tiene efectos antiinflamatorios, neuroprotectores, y favorece los procesos de memoria. Además, la albahaca morada (tulsi), la schisandra, la cúrcuma, y el ginseng chino, son en su mayoría antioxidantes, inmunoestimulantes, y reguladores de azúcar en la sangre y grasas.
NO TODOS LOS ADAPTÓGENOS SON PARA CUALQUIERA
Según la Dra. Victoria Hall, toda planta medicinal puede tener efectos adversos, y su consumo debe ser cuidadoso, especialmente si se consumen medicamentos previamente o si hay un padecimiento de diabetes, colesterol alto, triglicéridos altos, etc.
“No quiero fomentar automedicación irresponsable; al contrario. Quiero que sepamos que podemos comprar ciertos productos pero hay que tener cuidado”. Dra. Victoria Hall, farmacéutica y directora del CIMED UCR.
Para el consumo responsable de adaptógenos, siempre debe haber un profesional en salud de por medio. El Centro Nacional de Información de Medicamentos (CIMED) puede brindarle asesoría en este y otros temas. Está ubicado en el primer piso de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Costa Rica en San Pedro, Montes de Oca, de 8am a 12pm y 1pm a 5pm, de lunes a viernes.
También puede visitar sus perfiles en Facebook e Instagram, y hacer sus consultas por mensajes de WhatsApp al número 8574-7062, o mediante el teléfono 2511-8313.
Los adaptógenos pueden ser útiles, pero siempre se deben complementar con otras técnicas de manejo del estrés, como un buen horario de sueño, actividad física como yoga y taichi, y reducción de consumo de cafeína y bebidas energéticas.
Para conocer más sobre el tema, encuentre aquí la entrevista completa del programa Saber Vivir.
