“Siempre hay algo que se puede hacer para mejorar, no importa cual sea el pronóstico o el diagnóstico”, declaró la especialista en nutrición, Seily Moraga.
La alimentación es uno de los primeros cambios que experimenta una persona diagnosticada con cáncer. Es ideal para ello recibir acompañamiento de una persona profesional en nutrición a lo largo del proceso de tratamiento.
Cada persona tiene su propio diagnóstico y este puede ser incierto los primeros días. Es posible que no se especifique el tipo de cáncer hasta después de dos o tres semanas de pruebas patológicas. Por eso, la persona profesional en nutrición dedica la primera cita a recolectar información.
“Para hacer muchos procesos hay que conocer al paciente”, declaró durante una entrevista con 870 la licenciada en nutrición, Seily Moraga, quien se dedica a dar asesoría en consulta privada a personas que están pasando por el tratamiento contra el cáncer.
Su nutricionista necesita conocer los síntomas que padece y las condiciones fisiológicas de su cuerpo para poder definir una dieta adecuada. Además, algunos tratamientos como la radioterapia y el tratamiento hormonal requieren de un peso específico por lo que debe mantener una comunicación constante con quien le trata.
Las dietas indicadas por nutricionistas son propias de cada paciente. Es idóneo evitar seguir todo lo que aparece en internet.
CAMBIOS EN LA RUTINA
Las personas pacientes de cáncer sufren cambios en su sentido del gusto, es posible que no sientan el sabor de las comidas. Las células de la boca se afectan con cada ciclo de tratamiento. Por eso, si le desagrada la comida comuníquese con sus tratantes.
En el espacio entre citas médicas surgirán dudas sobre lo que puede comer. Se recomienda que apunte dentro de un cuaderno todas las preguntas que tenga para poder presentárselas a su nutricionista y al profesional en medicina que le trata. Si la pregunta es urgente, consulte directa e inmediatamente con su especialista.
Por otro lado, el diagnóstico del cáncer podría llevarle a mejorar hábitos. Un ejemplo es la organización de los horarios de alimentación. Apartar un espacio en el día para comer es una técnica para reasumir el control de su vida.
Según Moraga los pacientes podrían “verlo como una oportunidad para resetear lo que uno hace y hacerlo bien. Como el estilo de vida que todos deberíamos llevar”.
Otros cambios que se pueden aplicar son comer muchos vegetales, evitar la comida muy procesada y ver las etiquetas de nutrición. Al igual que dormir la cantidad de horas adecuada y realizar actividad física.
“Siempre traten de enfocar sus energías en lo que se puede hacer” – Seily Moraga, nutricionista especializada en personas que pasan por un tratamiento de cáncer.
TRABAJO EN EQUIPO
El proceso contra el cáncer involucra a un grupo de especialistas como los oncólogos clínicos, cirujanos, radiólogos, enfermeros, terapeutas especialistas y nutricionistas. Para un tratamiento adecuado debe informar a los profesionales la opinión del resto del equipo.
Para el factor emocional existen grupos de apoyo que pueden ayudar a los pacientes. La Asociación Metamorfosis es de las organizaciones que se encargan de generar estos espacios dentro del país. Además, brinda conversatorios y busca promover la educación y la detección temprana del cáncer.
También existe el Programa de Navegación. Esta es una iniciativa de mujeres voluntarias y sobrevivientes al cáncer de mama que ofrecen una guía dentro de la red de servicios de los hospitales públicos de Costa Rica.
El tratamiento “es un avance del día a día”, enfatiza la asesora en nutrición durante el cáncer, Seily Moraga.
Conozca más sobre este tema en esta entrevista del programa Consúltenos sobre Nutrición, que se transmite cada miércoles en la Radio 870 UCR.