El ambiente actual, comunicacional y político han dado surgimiento a figuras anónimas que tienden a difundir información errónea o falsa para fomentar una posición política en las redes sociales. La velocidad de divulgación de sus contenidos ha generado una gran dificultad a la hora de combatir la desinformación. La investigación periodística, Mercenarios Digitales, establece la realidad de estas prácticas en Costa Rica y cómo estas técnicas son utilizadas para influir en la democracia.
Esto, en combinación con el efecto de burbujas comunicativas (donde sólo se menciona cierta información con un tipo de interés informativo) ha conllevado que un nuevo negocio se genera en los mercenarios digitales. Personas a las que se les paga para difundir información falsa de carácter político y social a través de cuentas anónimas o medios de comunicación ficticios, con el fin de manipular o influenciar en las opiniones políticas.
La investigación Mercenarios Digitales surge como iniciativa del CLIP (Centro Latinoamericano de Investigación Periodística) como un proyecto de periodismo colaborativo donde más de 20 medios de la región participaron, incluyendo países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, España, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
Como mencionó Hulda Miranda, periodista del medio Interferencia de Radios UCR y colaboradora de la investigación, el objetivo de dicha investigación es: “ver qué ciertos fenómenos que están afectando a nuestros países justamente no están aislados (…) Para contarlo requiere una visión integral de colegas que nos juntemos y hablemos, cómo se conecta esto con esto otro”.
La investigación genera un enfoque en las estrategias durante campañas electorales que involucran granjas de troles, las campas oscuras, o de mano izquierda, en la política.
Jimena Soto, periodista de CRHoy y también colaboradora del proyecto, mencionó que “la información es sumamente valiosa, uno de los principales hallazgos de todo el proyecto integral es que evidencia que la política en toda América latina está haciendo un uso evidente de estas campañas de desinformación(… ) para colocar a ciertas figuras en el poder, potenciar o debilitar ciertos grupos”.
Una de las consecuencias de esta forma de accionar es el peligro que generan a nivel persuasivo, ya que estas herramientas que apelan a la emocionalidad y no a la racionalidad de las personas, influyen en las percepciones de la realidad sociopolítica del ciudadano. Soto además expone que en esta investigación se logró destacar que este tipo de herramientas fueron utilizadas durante las pasadas elecciones en Costa Rica, específicamente en la campaña del actual presidente Rodrigo Chaves.
Mercenarios Digitales innova al buscar la raíz y el origen de estos fenómenos en relación con los practicantes. Como mencionó Miranda el reto que se planteó la investigación fue dejar de lado la concepción por el anonimato y más bien traer la discusión a las personas que son los que generan esta problemática, informando de las personas y estrategias que emplean, para que el usuario sea consciente y tenga cuidado de cómo asimila la información.
Dicho trabajo periodístico cumple con la función de traer a colisión el uso de estas tácticas y a la vez hacer una advertencia a las personas de las actuales prácticas en el ámbito de las redes sociales.
“Estos mercenarios están en la web, le pueden llegar por WhatsApp, por Facebook, por Instagram o por Twitter… Es parte del nuevo orden en que nos estamos desenvolviendo», Jimena Soto, periodista de CRHoy.
Este trabajo colaborativo periodístico es una forma de decirle a la audiencia que no todo lo que reciben por medios digitales es verídico y que puede estar cargado de desinformación, y reflejando la necesidad de una lectura y compresión más cuidadosa por parte de la audiencia de lo que consumen, para evitar engaños de estos mercenarios.
Conozca más sobre el tema en este programa de Desayunos Radio Universidad