-
El artista Jorge Drexler estrenó “Tinta y Tiempo”, un disco que, aunque marcado por la pandemia, ofrece un trabajo musical “ colorido y expansivo”
-
En el álbum cuenta con las colaboraciones de Ruben Blades, C. Tangana, Noga Erez y Martín Buscaglia.
Jorge Drexler nos presentó «Tinta y Tiempo», un trabajo en el que la canción juega un papel medular. Si bien en trabajos anteriores, como Bailar en La Cueva donde la producción tenía como punto de partida el ritmo, en este nuevo material el artista da más prioridad a la narrativa.
“Hay un hilo conductor narrativo en los textos del disco y sobretodo es un disco que el punto de conexión que tiene es un color celebratorio» describe Drexler.
Jorge Drexler regresó a Costa Rica, en marzo de este año (2022). Esto tras dos años de aquel concierto vía streaming, a puerta cerrada y de espalda a las butacas vacías del Teatro Melico Salazar. Esa modalidad virtual marcaría un precedente en esos primeros días en que la Covid-19 apenas anunciaba la parálisis de los espectáculos públicos por dos años.
Ahora, en su reciente visita, el artista nos compartió algunos detalles de cómo ha sido su proceso creativo desde entonces. Drexler se refirió, sobre todo, a su camino para llegar a las canciones. “Si supiera de dónde vienen las buenas canciones iría ahí más seguido”, cita a Leonard Cohen para recordarnos que no hay receta a la hora de crear.
Aunque “la musa no pacta” -como él mismo lo canta- las mañanas son su «hora lúcida, de clarividencia» para escribir y siempre tiene un cuaderno para apuntes a mano, en la mesita de noche:
Tengo un ratito, cuando recién me despierto, que el cerebro funciona como si hubiera estado procesando durante el sueño cosas» confiesa Jorge.
La luminosidad, de la que habla Drexler, también la busca a lo interno de sus motivaciones, como motor para inspirarse: “inclusive para escribir canciones tristes se requiere un mínimo de salida de esperanza”, recalca.
“La escritura, narre lo que narre, tiene que tener una luz de salida hacia la cual canalizar todo lo que uno quiere decir, un mínimo que tire de uno, porque es un ejercicio energético también”. reflexiona Drexler.
El uruguayo asegura que «Tinta y Tiempo» ha sido el más difícil que ha hecho en su carrera, pues «el proceso de composición se cierra con la presencia del otro» y esa retroalimentación que se había perdido con las restricciones de la pandemia:
Apesar de que durante el encierro Jorge se abocó a escribir “un montón de canciones que hablaban de las pantallas, de la distancia, del miedo, de las mascarillas…”, consideró que les faltaba ese último “hervor social, afectivo e interpersonal”.
Por eso, cuando Madrid -ciudad donde vive el artista desde hace varias décadas- empezó a abrirse del confinamiento, el chip le cambió”: “quité todas las canciones pandémicas y quedaron solo las aspiracionales”.
Es así como, ajeno a su propósito, Jorge Drexler termina entregándonos un disco «colorido y expansivo». Para ello el trabajo musical fue clave: sobresalen arreglos desde orquestales hasta electrónicos, y tiene como «punto de conexión un color celebratorio”.
Drexler afirma que, si bien, el tono general de “Tinta y Tiempo” está completamente pendiente del contexto mundial, la crisis sanitaria y de los conflictos actuales que atravesaron su proceso de composición, lo hace a modo de contrapeso y por ello, concluye describiéndolo de forma poética, como:
“Un disco como un refugio, como un anhelo, como un asilo emocional que se le presta a quién lo escucha”.
¡Mirá el vídeo de nuestro encuentro con Drexler y contanos si ya escuchaste el disco Tinta y Tiempo!