El jefe financiero de Recope describió una combinación “explosiva” de dos causas
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A finales de julio entró en vigencia una nueva alza en el precio de los combustibles, con la cual se contabilizan nueve en lo que va del año. Entre enero y julio, sumando todos los aumentos y restando algunas rebajas, el precio del litro de gasolina súper subió ¢166; el de gasolina regular ¢163 y el litro de diésel aumentó ¢114.
¿Por qué siguen en aumento los precios de los combustibles?
Interferencia de Radioemisoras UCR conversó con Luis Carlos Solera, director financiero de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), quien indicó que se trata de “factores ajenos” a la institución.
Solera describió una combinación “explosiva” de dos causas: el precio en el mercado internacional de los combustibles y el aumento en el tipo de cambio del dólar en el país.
El precio de referencia internacional ha aumentado por varias razones, entre ellas, que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) restringió la producción de barriles con el fin de que el precio no caiga a niveles muy bajos, indicó el funcionario.
“En el mes de abril del 2020, la OPEP decretó una reducción en la producción de 9,7 millones de barriles por día. Eso equivalía a recortar la producción en un 10% con respecto al consumo que se realizó en el año 2019. En estos últimos meses, el recorte de la producción ronda entre los 7 y los 8 millones de barriles por mes”, explicó Solera.
Otra razón por la que aumentó el precio internacional es el inicio de la vacunación contra el COVID-19. Restricciones sanitarias en todo el mundo redujeron el consumo de petróleo y luego, al iniciar el proceso de vacunación, se genera una expectativa de que se liberaran las medidas restrictivas y por ende aumentaría la demanda de los combustibles.
“Por un lado, la oferta se reduce por el recorte de la producción de la OPEP, lo cual aumenta el precio; y por otro lado, hay un aumento en la demanda por el inicio de la vacunación y el relajamiento en las medidas de restricción, lo cual aumenta la demanda y por lo tanto crece el precio”, resumió el jefe financiero de la entidad.
Solera también mencionó incidentes que alteraron la producción mundial, como la tormenta invernal que hubo en Texas, afectando la infraestructura de los pozos de producción, y una serie de ataques a instalaciones petroleras, como se dio en la terminal petrolera de Irán y el ataque cibernético al Colonial Pipeline.
Además, el aumento en el tipo de cambio producto de la situación fiscal y la deuda que atraviesa el país ha hecho que sea más caro cada barril de petróleo, según señaló.
En el caso hipotético de que el precio internacional se hubiera mantenido igual, solo el hecho de que entre enero del 2020 y julio del 2021 el dólar aumentara en ¢47, hace que cada barril sea esos ¢47 más caro.
¿Cómo se establecen los procedimientos para variar los precios?
Los precios de venta al consumidor se establecen por medio de una ecuación que es aprobada por la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep).
Los factores que forman esa ecuación y que influyen en el precio del combustible se pueden fijar mediante un procedimiento ordinario de precios o un procedimiento extraordinario de precios.
En el caso de los procedimientos ordinarios, se hace una revisión de la estructura de costos y gastos de Recope como empresa. De ser necesario, se modifican los costos y gastos necesarios para que Recope disponga los combustibles en los planteles de distribución y puedan vender la gasolina. Este procedimiento se hace al menos una vez al año y es sometido a un proceso de audiencia pública.
Desde agosto del año 2019 los cambios en los precios de los combustibles no han sido debido al margen de operación de Recope como empresa, sino por factores externos. O sea, desde esta fecha los cambios no se hacen por procedimientos ordinarios, sino por procedimientos extraordinarios de precios.
Los procedimientos extraordinarios son aquellos en que se ajustan los demás factores dentro de la ecuación de precios, como lo son el tipo de cambio o el precio de referencia internacional del combustible.
Impuesto único al combustible
En el año 2001 se aprobó la Ley Nº 8.114 de Simplificación y Eficiencia Tributarias, la cual aprobó el impuesto único al combustible como un valor absoluto por litro, según el tipo de combustible.
Antes de la aprobación de esta ley existía un sistema de impuestos “en cascada”. Los combustibles tenían que pagar un porcentaje de impuestos de importación y luego otro porcentaje de impuesto sobre las ventas, por lo que se decidió simplificar el proceso.
Actualmente, el Ministerio de Hacienda es la entidad responsable de modificar el Impuesto Único al Combustible de manera trimestral, con base en el índice de precios al consumidor, con la excepción de que no podrá variar más de un 3% de un trimestre a otro.
En algunas oportunidades este impuesto es el elemento más importante del precio de venta, y en otras el segundo elemento más influyente.
“El año pasado, cuando tuvimos el colapso de los precios internacionales, este impuesto representaba cerca del 50% del precio de venta. Actualmente, en el caso de las gasolinas, este impuesto representa un 35%, y en el caso del diésel un 25% del precio. El principal componente que tenemos en este momento es el precio internacional”, explicó Solera.
Dicho impuesto es el que hace que Costa Rica tenga el precio de combustibles más alto de la región. Actualmente este impuesto es cerca de 10% mayor al promedio de los países de Centroamérica, dijo Solera.
Actualmente, el litro de gasolina súper cuenta con un impuesto de ¢263,75 por litro (35,2% del precio), la gasolina regular o plus 91 tiene un impuesto de ¢252 por litro (34,8% del precio) y el diésel con ¢149 (25% del precio).
En la Asamblea Legislativa hay dos proyectos de ley para reducciones temporales de este impuesto.
Precios cerca de alcanzar los más altos históricamente
En el año 2014 Costa Rica registró el precio de los combustibles más alto de la historia, donde el litro de gasolina súper costaba ¢816, el de gasolina regular ¢788 y el litro de diésel costaba ¢689.
Caso contrario ocurrió en marzo del 2016, cuando los precios fueron los más bajos de la historia. El litro de súper llegó a costar ¢445, el de gasolina regular ¢424 y el de diésel ¢345.
En ambos casos, las condiciones de los precios se dieron debido al mercado internacional. En el año 2008, con la crisis financiera, la producción de gasolina a nivel global descendió, lo que hizo que se desplomara el precio del crudo. A partir del año 2010 y hasta el año 2014 estos precios se recuperaron, y los precios por barril llegaron a superar los $90.
Mientras esto sucedía, Estados Unidos aprovechó los precios altos para desarrollar una nueva tecnología llamada “fracking”, donde se perfora el subsuelo de forma horizontal.
Esto generó una sobreproducción e hizo que Estados Unidos pasara de producir cerca de 7 millones de barriles por día a producir 12 millones de barriles por día, lo que hizo que el precio descendiera por una sobreoferta de crudo.
“Tanto en aquel momento como ahora, obedece a fenómenos del mercado internacional. Solo que ahora, además de este comportamiento del mercado internacional, se sumó el aumento del tiempo de cambio” concluyó Luis Carlos Solera.