El expresidente de la República, Luis Guillermo Solís Rivera (2014-2018), advirtió que el actual mandatario, Rodrigo Chaves Robles, quiere “imponer su voluntad sobre el sistema democrático”.
“Cuando se tiene ese plan que no es oculto, pero que él (Rodrigo Chaves) trata de ocultar mucho, y se utilizan figuras como la de la tiranía y la dictadura para, como recursos retóricos, ocultar ese deseo de imponer su voluntad sobre el sistema democrático, pues entonces ahí nos tenemos que juntar todos, porque nos ha costado más de 200 años construir esta nación”, dijo Solís en entrevista con Interferencia de Radios UCR, en alusión al dicho del presidente Rodrigo Chaves, quien aseguró que Costa Rica ha vivido 75 años en una “dictadura perfecta”.
Solís explicó que la frase de Chaves no es solo una “declaración imprudente”, sino que tiene un trasfondo mucho más grande que la afirmación en sí misma. Consideró que el mandatario se quiere quitar de encima los instrumentos de control, los pesos y contrapesos, como la Controlaría General de la República (CGR).
Rodrigo Chaves ha impulsado el proyecto de ley llamado “ley jaguar”, con el cual promueve un referéndum para reformar las potestades de la CGR. La contralora Marta Acosta ha cuestionado que dichas reformas limitarían sus potestades de fiscalización y permitirían actuar solo a posteriori.
Chaves sin embargo insiste en que, más bien, se pretende fortalecer a ese ente.
El expresidente Solís admitió que durante su período presidencial tuvo diferencias con la Controlaría, pero argumentó que no es válido querer quitarle potestades a ese órgano. Además dijo que se debe diferenciar entre la eficiencia y eficacia de las instituciones frente a atacar las instituciones en sí mismas.
Destacó que las diferencias son parte de las reglas democráticas y expresó que, aunque la democracia costarricense es imperfecta, también ha demostrado ser positiva, estable y productora de bienestar. Agregó que, a pesar de que el sistema enfrentó crisis sumamente complicadas, ha logrado recuperarse gracias a su solidez institucional.
El expresidente agregó que los ataques vertidos por Rodrigo Chaves se dirigen contra la institucionalidad creada para prevenir los excesos e irregularidades del sistema.
“Vea usted, (Chaves) primero se echó un pleito con el Poder Judicial, después se echó un pleito con el Poder Legislativo, se echó un pleito desde la campaña política con los medios de comunicación, ahora centra su atención en la Contraloría General de la República. Entonces, aquí evidentemente hay un esquema, esto es deliberado, esto no es una ocurrencia de fin de semana en San Carlos. No, aquí hay un una intencionalidad que es muy parecida a la de otros mandatarios en muchos otros lugares que lo que han logrado, como en el caso de El Salvador, es imponerse precisamente en el mismo sistema político con mayorías parlamentarias que eventualmente les dieron la posibilidad de acomodar el sistema a su gusto”, señaló Solís.
El exmandatario indicó que esto se debe atender y que eso “empieza tratando de ponerle límites a la retórica de un presidente que dijo algo que no era cierto”.
Solís, quien tiene formación en Ciencias Políticas e Historia, también analizó que la insatisfacción en la ciudadanía ha sido generada por un modelo que no ha logrado combatir ni reducir los niveles de pobreza y desigualdad. Señaló que esa situación se ha visto agravada por las políticas neoliberales y se defendió de las críticas que precisamente señalan a su gobierno como “neoliberal”, asegurando que en ese periodo no se impulsaron medidas de ese tipo.
Según el expresidente, Costa Rica afronta una crisis debido al “fin de ciclo” del Estado benefactor que ocurrió entre los años de 1980 y 1990. Sin embargo, a pesar de que la ruptura más evidente con ese antiguo modelo se observó con el quiebre del bipartidismo en 2014 (precisamente cuando él obtuvo la presidencia), eso no conllevó la consolidación de un nuevo modelo, según indicó.
“La transición (de Estado benefactor a nuevo modelo) está desafortunadamente marcada por las políticas neoliberales en lo económico, lo cual redujo la capacidad de consumo y de poder adquisitivo de esa clase media tan potente. La reducción del Estado debilitó mucho al sector público que generaba no solamente inversión, gastos, sino también conocimiento en el caso de las universidades, de la Caja del Seguro Social con los médicos, en fin, una serie de sectores que crecieron a la sombra de ese modelo. Eso causó un aumento gradual en la pobreza y la desigualdad en la sociedad costarricense y es lo que yo creo ha generado estos niveles de insatisfacción que estamos viviendo hoy”, aseguró el expresidente
Solís finalizó señalando que las quejas de la población contra la democracia son justificadas, porque no se ha generado bienestar para todas las personas y por ello reconoció que en algunas áreas se requieren reformas.
Solís fue uno de los ocho expresidentes que reaccionaron a los dichos de Chaves sobre la “dictadura perfecta”. El grupo de exgobernantes resaltó que Costa Rica tiene una “verdadera democracia”, aunque esta tenga sus deudas con la ciudadanía.
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