Cada vez que dejamos la bolsa de basura para que el camión se la lleve entramos en contacto con líquidos lixiviados y malos olores. ¿Sabía que el compostaje podría ser la solución para esto y para disminuir los residuos que se producen en el hogar?
Según datos del Ministerio de Salud, en Costa Rica generamos más de 4 mil toneladas de residuos ordinarios al día, de los cuales el 55% es orgánico, eso significa que puede ser compostado. De ahí la importancia de empezar a considerar al compostaje como una práctica muy eficiente para reducir residuos.
La especialista de la Municipalidad de Curridabat, Debbie Gutiérrez, explica que hacer compostaje consiste en transformar un residuo orgánico en compost o abono. Empezar a realizarlo en nuestros hogares podría ayudarnos a disminuir los residuos a la mitad y, según Gutiérrez, nos permite eliminar los malos olores y los líquidos que se generan a partir de los desechos orgánicos.
“Hacer compostaje no es nada del otro mundo, es facilísimo. Yo creo que los que estamos en el mundo del compostaje nos damos cuenta de los beneficios que puede traer a nuestros hogares”, enfatiza la especialista de la Municipalidad de Desamparados, Evelyn Hernández.
¿CÓMO SE CONVIERTEN ESOS DESECHOS EN ABONO?
Obtenemos abono gracias al trabajo de microorganismos como bacterias, hongos y protozoos. En este proceso actuamos como “gestionadores de microbios”, o sea le damos a los microorganismos los medios necesarios para sobrevivir, ¿Y cuáles son? La respuesta sería aire, agua, comida y refugio.
Así, el compost debe tener varios tipos de materiales: restos de comida, agua y material secante, como desperdicios del jardín u hojas secas y madera.
El material secante tiene un alto contenido en carbono. Los restos de comida, residuos húmedos, tienen un alto contenido en nitrógeno. Una pila de compost debería tener el doble de material secante que húmedo para hacer un equilibrio entre el nitrógeno y el carbono.
En una compostera casera, debemos estar removiendo la mezcla. Tiene que estar húmeda y mantenerse en movimiento. Ambos pasos acelerarán el proceso de descomposición. Mientras la agitación permite que el oxígeno llegue a todos los rincones, la humedad asegura la supervivencia de los microorganismos.
Para empezar a hacer compostaje en casa entonces necesitamos: la compostera, que puede ser un recipiente aireado que nos permita darle vueltas a la mezcla; material húmedo, los desechos orgánicos que producimos; material secante (removedores de café de madera, cartones de huevos, servilletas, hojas secas del jardín, aserrín, aserrín comprimido, ceniza, entre otros); y algunos minutos al día para preparar los residuos orgánicos (que deben estar escurridos y picados) y para darle movimiento a nuestra compostera.
“La compostera es como una mascota, debe alimentarse adecuadamente. Es muy importante que coma balanceado (balance entre lo que vayamos agregando). El resultado final va a depender mucho del proceso controlado que mantuve con la compostera” – Debbie Gutiérrez, Municipalidad de Curridabat.
TOME NOTA
Según Gutiérrez, controlar la humedad es esencial a la hora de mantener correctamente una compostera. Además de esto, la especialista brinda otros consejos:
- Seleccione bien la ubicación de la compostera. Esta no se puede mojar, no le puede caer el aguacero, debería estar bajo techo.
- Los elementos secos son muy importantes para controlar la humedad. No empiece a compostar si no tiene un secante a mano.
- Es indispensable picar el residuo y ponerlo en un recipiente que sea un escurridor. Así cuando ya se deposita a la compostera va un poco escurrido.
- ¿Qué materiales van a la composta? “Si usted se lo come, se puede compostar. El tema es el balance. No puedo echarle 20 piñas. Mejor siempre pensar en que la alimentación sea balanceada para que la compostera siempre esté equilibrada”, dice Gutiérrez.
- Acostúmbrese a separar el residuo orgánico, cambie el chip suyo y de toda su familia. Este es el primer paso para hacer compostaje.
Obtenga más información sobre el tema en esta entrevista del programa Saber Vivir.
