Por mucho tiempo la tortuga marina fue considerada un ser mitológico, una especie sobrenatural que vivía entre el agua y la tierra. En la actualidad su rol en la naturaleza es muy importante, tanto dentro como fuera del agua. Sin embargo su población está amenazada por el calentamiento global, la cacería y el saqueo de los nidos de huevos.
5 de las 7 especies de tortugas marinas del mundo vienen a las playas de Costa Rica a anidar, desovar y continuar su ciclo de vida. Muchas comunidades basan su economía en el turismo que se desarrolla alrededor de las tortugas y el equilibrio ecológico también depende de ellas. Es por eso que su conservación es muy importante.
El investigador de Sea Turtle Conservancy, Carlos Calagua dice que las tortugas marinas generan valores que nos acompañan día a día, entre estos está el valor científico, el educacional, el político y el recreacional. Las estudiamos, nos permiten aprender, hay leyes para su conservación y son fuente de turismo.
Eso sin tomar en cuenta que las tortugas contribuyen con la creación de pastos marinos. Estos son vitales para otras especies. Si no se desarrollan correctamente, muchas especies desaparecerían.
“Estas tortugas son tan importantes que se les considera especies paragua, si decides conservarlas estas ayudando a otras especies” – Carlos Calagua, investigador de Sea Turtle Conservancy.
UNA ESPECIE LONGEVA
La tortuga marina lleva más de 100 millones de años viviendo en la Tierra. Esta especie evolucionó a partir de la tortuga de agua dulce. La única diferencia es que en vez de patas, tienen aletas que les permiten movilizarse mejor en el mar, nadar rápidamente y así realizar extensas migraciones.
Estas tortugas anidan en Costa Rica pero viajan una gran cantidad de kilómetros para alimentarse, tomar fuerza y volver a nuestras playas. En este proceso transportan nutrientes de una zona geográfica a otra.
Cuando son bebés, las tortugas están en lo más bajo de la cadena alimenticia. Las aves, cangrejos y los peces se alimentan de ellas cuando nacen. Si el nido no eclosiona y se queda en la arena, los huevos nutren la tierra para que sea fértil.
A través de su larga historia han sobrevivido a cambios drásticos en el ambiente, sin embargo, su supervivencia hoy en día está en duda. Calagua explica que entre sus principales amenazas está la contaminación ambiental, ya que los residuos que se generan desde las grandes ciudades terminan en el mar; la cacería y el saqueo de los nidos.
Según Calagua se ha encontrado rastros de la muerte de al menos unas 1000 tortugas en un período de tiempo de 10 años, tomando como base solo rastros en la playa. Esta extracción se da para consumo de huevos o carne, principalmente en los meses de setiembre y octubre.
Además, la Bióloga del Proyecto Costa Rica Silvestre, Karina Rodríguez explica que según datos del Servicio Nacional de Guardacostas en el 2020 hubo 322 casos relacionados con tortuga marina. En el 2021 fueron 310, en el 2022 hubo 479 casos y hasta agosto de 2023 ya van 205 casos.
“La toma de conciencia es el primer paso y el compartir esta información que hoy estamos recibiendo es muy importante. Cuando alguien está consumiendo huevos o carne posiblemente no sabe la situación tan terrible que implica la crueldad animal con la que estos animales son sacrificados” – Karina Rodríguez, Proyecto Costa Rica Silvestre.
RESPONSABILIDAD COLECTIVA
Todo está relacionado. Lo que hacemos y nuestras decisiones afectan nuestro entorno.
“El mar empieza en cualquier centro de población, estemos donde estemos”, señala Rodríguez. Cuidar a la tortuga es también nuestra responsabilidad. Vivamos o no cerca del mar.
Calagua enumera una serie de acciones que podemos tomar en cuenta para aportar nuestro granito de arena en la preservación de las tortugas marinas:
- Visitar de manera responsable Tortuguero y otros sitios donde anidan. Contribuir con el ecoturismo y la economía local. El dinero que se obtiene en estos sitios se reinvierte en las tortugas marinas.
- Denunciar. Si se evidencia el consumo de carne de tortuga en algún lugar, hay que reportar a las autoridades competentes. Lo mismo sucede con el consumo ilegal de huevos de tortuga.
- Repensar nuestra gestión de residuos. Evitemos que lleguen al medio ambiente marino costero.
- Vincularse con organizaciones que trabajan para prevenir que los desechos lleguen a los ríos y a las zonas costeras.
Escuche más información sobre este tema en esta entrevista del programa Saber Vivir.