Ecuador, al igual que el resto de los países de Latinoamérica, ha tenido que lidiar con diversos problemas como narcotráfico, inseguridad, deslegitimación, corrupción y demás, que pueden causar una crisis institucional. Esta historia turbulenta que toma a la política como protagonista y la vuelve inestable, ha marcado la forma en que la región se ve representada en la esfera internacional, al tener patrones compartidos y narrativas similares. De allí la importancia de comprender los contextos sociopolíticos de los países hermanos.
Ecuador actualmente está enfrentando una crisis institucional, desencadenada por los cuestionamientos hacia Guillermo Lasso por parte de la Asamblea Nacional, que lo llevaron a un juicio político. Cuestionado por corrupción, además de la vinculación de su cuñado con una figura importante del narcotráfico. Con riesgo de ser destituido, Lasso acude a la “muerte cruzada”, mecanismo para disolver la Asamblea Nacional y convocar a unas nuevas elecciones.
La legitimidad de un líder nacional debe ser vista con fragilidad, el Dr. Paul Bonilla, sociólogo y abogado ecuatoriano, ex profesor de la Facultad de Comunicación Social de la FLACSO, aborda el incidente indicando que “cuando su cuñado, que era el presidente del banco, es sorprendido en su amistad con un lobista, un empresario responsable de la exportación de cocaína a Europa, en ese momento su legitimidad desaparece. Y entonces se convierte en una víctima fácil de la Asamblea, de la mayoría de la Asamblea, para el juicio político”, aclaró Bonilla.
Después de la muerte cruzada, Lasso podía tomar la oportunidad de lanzarse de nuevo, pero toma la decisión de no hacerlo, esto porque en palabras de Bonilla, “se dio cuenta de que él no tenía la menor posibilidad de ganar”.
Otro suceso de gran impacto a la institucionalidad que emana del nuevo llamado a elecciones, resulta ser el asesniato de Fernando Villavicencio, quien se estaba postulando para el cargo de presidencia y tenía posturas y acciones claras en contra de la corrupción y narcotráfico. Este hecho ocurrió después de un encuentro de campaña política.
La inestabilidad que un país puede afrontar, va a remitir a ciertas acciones del pasado, o alguna concreta, que causan revuelo en la esfera política. Para entender mejor cuáles podrían ser esos hechos determinantes, El Dr. Bonilla menciona cómo desde la década del 2010, Ecuador ha vivido una situación privilegiada económica a causa del barril del petróleo, al tenerlo como su principal producto de exportación, donde como resultado el ex presidente ecuatoriano Rafael Correa logró resolver en obras de infraestructura importantes.
Posterior a eso, en el Mandato de Lenín Moreno, este convocó a una consulta popular tratando de desmontar algunas de las reformas que Correa hizo y la más importante pregunta que consiguió que fuera aprobada fue la reorganización de la instituciones del estado más importantes: la Contraloría, el Consejo de Participación Ciudadana, que tiene el poder de designar a las más altas autoridades, la Fiscalía General de la República, el Consejo de la Judicatura. El problema no solo fue que no puso a las personas más idóneas, sino a los anticorreistas más convencidos.
Para Bonilla, lo anterior produjo “una persecución que continúa hasta hoy contra la gente de Correa, pero también una deslegitimación de las instituciones más importantes del estado. Y puso a Correa y a la revolución ciudadana en condición de víctimas”.
El domingo 20 de agosto del presente año, se llevaron a cabo las elecciones que culminaron en la confirmación de una segunda ronda electoral, entre Luisa González del Movimiento Revolución Ciudadana, que obtuvo un 33 % de los votos, y Daniel Noboa del Movimiento ADN, tras un 23 %.
La segunda vuelta se llevará a cabo el 15 de octubre, donde se determinará quién tomará la silla presidencial, por lo que queda del periodo actual, es decir el mandato de quien quede el próximo 15 de octubre no cubrirá el periodo completo. Sin embargo, para Bonilla este periodo atípico de la historia puede ser beneficioso puesto que el presidente electo tendrá un año y medio para poder preparar su candidatura y participar en la siguiente elección.
Puede escuchar el programa Desayunos en dónde se conversó sobre este tema: