La lucha de las mujeres para integrarse en la política ha sido un desafío constante que ha estado a lo largo de la historia hasta la actualidad. Durante mucho tiempo, el acceso a los espacios políticos estuvo reservado exclusivamente para los hombres, perpetuando una desigualdad de género que limitaba la representación y la participación de las mujeres en la toma de decisiones. No obstante, las mujeres reclamaron espacios y se hicieron escuchar logrando una representación más equitativa.
De esta forma, la presencia de mujeres en los espacios políticos ha contribuido a cambiar la agenda y las prioridades gubernamentales, mediante la integración de temas que afectan a esta gran parte de la población.
Marcela Piedra Durán, investigadora y experta en género de la UCR, aborda los hitos históricos que han llevado a la incorporación de la mujer en la política. Piedra menciona cómo a partir de la obtención de derecho al voto en el mundo se logra en alguna medida transitar hacia ese espacio político. Sin embargo, en los años sesentas y setentas hubo un abandono por parte del movimiento feminista mundial en los partidos políticos, por una discusión que plantea como los partidos políticos excluyeron a las mujeres.
Todas las académicas, todas las feministas de los sesentas y los setentas se salieron de los movimientos y de los espacios políticos porque consideraban que a pesar de estar contribuyendo con aportes, no estaban siendo visibilizadas.
Para la década de los noventas, el movimiento volvió otra vez a poner los ojos en los partidos políticos, en las elecciones y en la toma de decisiones, puesto que se vuelven a dar cuenta que si están fuera del sistema no lograrían hacer los cambios necesarios. Gracias a estas luchas se lograron las políticas de cuotas, de paridad de género, que introducen más a la mujer a puestos de toma de decisiones.
Posteriormente, en la llamada cuarta ola del feminismo, se toca el tema de la violencia contra las mujeres en todo su gran espectro, para comprender cómo todo el sistema está estructurado para excluir a las mujeres.
Todos los derechos que actualmente tienen las mujeres, han sido resultado de la constante lucha que dieron las agrupaciones de mujeres en el pasado, y allí surge la necesidad de recordarlas.
En el caso de Costa Rica, se identifica la Liga Feminista, agrupación que se creó en 1923, conmemorando 100 años desde su creación al presente año. De esta misma forma, Haydée Hérnandez Pérez, jefa de la Unidad Técnica de Igualdad de Género de la Asamblea Legislativa mencionó que gracias al aporte de la Liga Feminista y su constante lucha, desde el año de su creación, presentó iniciativas de ley para que se promovieran los derechos políticos de las mujeres y las situaciones que se dieron después de la guerra civil del 48.
Esto hizo que en la Constitución Política de 1949 se incorporara a las mujeres en el derecho al voto. Además, destaca la importancia del 20 de junio como el aniversario de los derechos políticos de las mujeres por haber adquirido el derecho al voto en 1949.
Desde 1949 se ha tenido que seguir luchando para que exista una integración real de las mujeres en espacios políticos. Se han tenido que realizar reformas en el Código Electoral con el objetivo de una mayor igualdad, con políticas y normas que incluyan los sistemas de cuotas y paridad de género. Estos son elementos que han fundamentado esta nueva etapa de equidad. Sin embargo, la ley no resulta ser suficiente si las personas ciudadanas no se apropian de ésta, porque no solo se trata de crear normas, es necesario hacer cambios estructurales que muevan estas dinámicas de poder que por tanto tiempo han estado presentes.
“También nos está haciendo falta que las mujeres se apropien de lo que dice el código electoral y exijan en los partidos políticos, porque no se les está exigiendo a los partidos políticos que cumplan con esa alternancia”. Haydée Hérnandez
La integración de las mujeres en la política ha representado una superación de barreras sociales, ya que al ocupar cargos políticos de alto nivel las mujeres se convierten en referentes y modelos a seguir para las generaciones futuras, rompen con estereotipos de género y demuestran que son capaces y tienen derecho a ejercer roles de liderazgo en cualquier ámbito de la sociedad. Y es por esto que resulta importante que la lucha no se dé por terminada y que se continúe rompiendo esas barreras que silencian, invalidan y apartan a las mujeres de la política.
Puedo acceder al análisis que se hizo en el programa Desayunos sobre el tema: