¡Es hora de dormir para mejorar la salud!

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Guiselle Mora Noguera
- gmoranoguera@gmail.com

Si usted no logra dormir el tiempo necesario, podría tener consecuencias a largo plazo. La revisión de las rutinas de sueño es una buena herramienta para identificar aquellas prácticas que estimulen un sueño reparador. 

Son las 9 de la noche. Ya terminé todas las tareas del día. Me preparo para meterme bajo las cobijas: un pijama cómodo, un té, apago la luz y cierro los ojos. Pasa un rato. Abro los ojos… Son las 12 de la noche. Trato de dormir otra vez, de pronto vienen a mi mente los pendientes del día siguiente. Cierro mis ojos, me acordé de que no le dejé agua al gato. Abro los ojos: 1:30 de la madrugada. No puedo dormir, y así cada noche. ¿Ha pasado por algo parecido?

El estrés, los alimentos que consumimos durante el día o algún padecimiento específico pueden modificar los patrones de sueño. Según el médico de la Oficina de Bienestar y Salud de la UCR, Allan Jiménez casi todas las personas en algún momento de la vida nos vamos a enfrentar a algún trastorno del sueño.

“Dormir no es un extra, dormir es tan necesario como comer, como movernos, como respirar. Es el complemento de la vigilia y no dormir es muy grave. Si usted no duerme lo que su cuerpo necesita, el cuerpo va a pasar factura”.- Alejandra Marín, enfermera de la Oficina de Bienestar y Salud de la UCR.

Estos momentos en los que no podemos dormir no deben tomarse a la ligera ya que el sueño ayuda a nuestro cuerpo con la reparación de la parte fisiológica y psicológica. Cada hora que no descansamos tiene su efecto. 

¿Cuándo podría haber un problema de sueño? 

No existe una receta específica que diga cuántas horas debe dormir una persona. Puede ser que yo con 7 horas de sueño me sienta muy bien pero que mi compañero, que durmió la misma cantidad de tiempo, se sienta decaído.

Sin embargo Jiménez explica que hay ciertas situaciones que, si se repiten mucho, pueden servirnos para encender la alerta y darnos cuenta de que estamos frente a un trastorno del sueño.

  1. Sueños poco reparadores. Duermo una cantidad considerable de horas pero me despierto muchas veces.
  2. No puedo dormir. A pesar de que estoy en un ambiente relajado no puedo conciliar el sueño.
  3. Me despierto antes. Es cuando por ejemplo, tenía que levantarme a las 6 am pero me despierto a las 4 am y eso tiene impacto en mi calidad de vida.

Según Jiménez, ante estas señales puede ser que necesitemos alguna intervención en medicamentos o modificación de hábitos.

Hagamos una revisión de rutinas

No siempre que tenemos un trastorno de sueño necesitamos medicamentos. A veces es suficiente con revisar rutinas y probar nuevas prácticas. La enfermera de la Oficina de Bienestar y Salud de la UCR, Alejandra Marín recomienda hacer una revisión del día: ¿Qué hago? ¿Qué estoy comiendo? ¿A qué hora estoy haciendo actividad física? ¿Qué medicamentos me recetaron? Esos factores pueden incidir en la calidad del sueño.

Haga un registro de sueño, pruebe una estrategia por al menos 3 semanas. ¿Cuánto y cómo duerme? ¿Hay ruidos cerca? Identifique los factores del entorno que no contribuyen al sueño”, enfatiza Marín.

Además de eso revise algunos otros aspectos y haga variaciones:

  1. Revise cómo está el ambiente de la habitación, la temperatura y el colchón, entre otros.
  2. Trate de organizar el tiempo para así manejar el estrés y no dejar actividades pesadas para el final del día.
  3. Establezca una rutina de relajación que pueda implementar cuando se despierta. Eso sí, vaya tomando en cuenta qué le gusta y qué le funciona más a su caso.
  4. En línea hay recursos que le podrían ayudar a trabajar en ratos de relajación muscular.
  5. No se dé por vencido. Vaya a prueba y error. Si de manera individual no logra un cambio, busque ayuda profesional, ya sea en el área de medicina o psicológica.

En este enlace puede escuchar el programa completo de Saber Vivir sobre este tema.

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