Un aumento en el costo de los combustibles eleva los costos del transporte y de todos los productos que consumimos, desde los víveres hasta los materiales para la construcción
El pasado 5 de junio se hizo efectiva una modificación en precio de la fórmula que calcula la estructura de los precios de los combustibles en el país, al haber sido publicada en el diario oficial La Gaceta. Con esta, el precio final de la gasolina termina siendo un reflejo del precio internacional de los combustibles, que lleva años en aumento.
Al ser un tema que genera afectación tanto al consumidor final como al sector productivo, es importante entender cómo funciona este nuevo cálculo y si trae ventajas para el pueblo costarricense. El precio de la gasolina, y de los combustibles en general se calcula con una estructura base, la misma que fue modificada, esta estructura es presentada por RECOPE y describe los principales factores que conforman el precio: valor internacional ya colonizado + Impuesto + Flete y Margen de Estaciones de Servicio + Margen de Operación de RECOPE + Subsidios y Canon. El precio al consumidor es el precio en la estación de servicio vigente, según última publicación en el Diario Oficial La Gaceta y se apega a la anterior formula.
Con esta nueva estructura de precios, se toman en cuenta los costos reales de compra (las facturas) y no en las estimaciones del mercado que realizaba RECOPE, y además, promueve la eficiencia en la gestión de la Refinadora Costarricense de Petróleo. Haciendo con esto, según ARESEP, que el precio final de la gasolina en el país sea más un reflejo del precio internacional de los combustibles y no tanto una estimación.
Crisis internacional por combustibles
La nueva fórmula que calcula el precio de los combustibles en el país toma en cuenta ahora los precios internacionales de estos, eso quiere decir que si aumenta el precio internacional de los combustibles, también aumentará el costo final al consumidor. Aparte de que la población ya se ve afectada en las gasolineras, también se ve afectada de manera indirecta, ya que un aumento en el costo de los combustibles eleva los costos del transporte y de todos los productos que consumimos, desde los víveres hasta los materiales para la construcción.
El precio internacional de los combustibles lleva varios años en aumento, en este momento el aumento se ve impulsado principalmente por el precio del petróleo crudo, y por las distintas crisis que está enfrentando el mundo en la actualidad. Rusia, por ejemplo solía ser el segundo productor de petróleo más grande del mundo y representaba aproximadamente uno de cada diez barriles del mercado mundial, pero desde que se inicio de la guerra en Ucrania, Rusia ha vendido menos petróleo en parte debido a las sanciones impuestas por la Unión Europea, Estados Unidos y otras economías importantes, lo cual causó una disminución en el suministro a nivel global y originó el alza de precios. Además incluso antes de la invasión, los precios del petróleo y la gasolina ya iban en aumento a medida que el mundo se recuperaba poco a poco de la pandemia de coronavirus.
El alza en los precios internacionales de los combustibles termina afectando de manera directa e indirecta al consumidor, lo que incrementa el costo de vida de la población. Hace ya tiempo que el precio de los combustibles se encuentra en aumento, pero nunca ha estado tan alto en 13 años, la incertidumbre de las personas radica en qué nos depara el futuro, y la respuesta es simple: a menos que los precios internacionales del petróleo y sus derivados encuentren la forma de bajar, se esperan aún más aumentos en los precios del combustible.