Mujeres organizadas son referentes culinarias por su dedicación y sazón en cada platillo tradicional preparado con maíz.
El sabor de comidas tradicionales como el jarrete, mazamorra, tanela o rosquillas regresa a las mesas y a nuestro imaginario gracias a Coopetortilla, un grupo de mujeres organizadas en Santa Cruz de Guanacaste.
Lo que empezó como un emprendimiento para la venta de tortillas de maíz en 1975, de la mano de Margarita Machena, fue evolucionando y dejando huella en los comensales de Coopetortilla. Actualmente, este grupo de 12 mujeres y 2 hombres se dedica a realizar platos con maíz más allá de las tortillas.
A pesar de las dificultades y un cierre temporal en el 2008, esta asociación se mantiene viva gracias al apoyo de sus visitantes. Es habitual que sean visitados por personas de diversas provincias y hasta por extranjeros, aseguró María Elena, integrante de Coopetortilla.
“Diay, yo me imagino que estas comidas las representamos de todo el país y todo Guanacaste, porque la gente las busca muchísimo” – María Elena, coordinadora de Coopetortilla.
María Elena, comenzó a colaborar en este emprendimiento lavando platos en 1990 y hoy es la coordinadora del mismo. Con 67 años María, relata cómo hoy este espacio en la cooperativa resulta ser beneficioso económicamente, socialmente, pero sobre todo mentalmente.
Impacto de la Pandemia
La pandemia mantiene fuertes repercusiones económicas, las cuales complican emprendimientos como este.
Según María Elena debido a esta situación han pasado a tener horarios reducidos, menos colaboradoras y menos material. Pese a esto, su trabajo ha logrado permanecer vivo.
“El año de la pandemia estuvimos cerrados, pero nunca dejamos de trabajar”, indica.
Espacios como los de Coopetortilla dejan huella ya que rescatan comidas típicas, enriquecen la cultura y fomentan la participación de los sectores sociales.
Puede encontrar a Coopetortilla en la feria de Tamarindo los miércoles, de 8 de la mañana a 2 de la tarde.
Vea la entrevista completa en el programa “Semillas y Saberes”.
