En resumen: Es falso que Costa Rica carece de estudios sobre emisiones de gases de efecto invernadero desde que la ratificación del Acuerdo de París. También es falso que Costa Rica no cuente con registro de los avances para bajar las emisiones contaminantes. Esas falsedades forman parte del plan de gobierno de Rodrigo Chaves, del Partido Progreso Social Democrático (PSD).
El Acuerdo de París es un tratado internacional sobre cambio climático que 196 naciones firmaron a finales del 2015. El tratado entró en vigor en noviembre de 2016. Estudios de instituciones nacionales e internacionales han recopilado información sobre las emisiones en el país desde entonces. Por ejemplo, el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) ha publicado dos Inventarios de Gases de Efecto Invernadero correspondientes a los años 2015 y 2017.
En 2020, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicó un estudio que modeló las potenciales rebajas de emisiones en Costa Rica para estimar los costos y beneficios de ejecutar el Plan Nacional de Descarbonización y su impacto en la economía.
Doble Check contactó a la campaña del PSD pero no se obtuvo una respuesta oportunamente.
¿Qué dice el plan de PSD?
El plan de gobierno del Partido Progreso Social Democrático (PSD) –cuyo candidato presidencial es el exministro de Hacienda, Rodrigo Chaves– afirma en la sección de “protección a los ecosistemas”:
“Costa Rica, en tanto signatario del Acuerdo de París (2015), se comprometió a limitar sus emisiones de gases de efecto invernadero a 9.4 MtCO2e [millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente] para el 2030. Este compromiso incluye, a su vez, factores relacionados con cambios de uso del suelo y la silvicultura. Se trata, desde luego, de un compromiso importante. Lamentablemente, desde que este compromiso fue ratificado no hemos desarrollado más estudios sobre emisiones de gases de efecto invernadero. Es decir, no tenemos datos que nos permitan determinar los avances en este compromiso, más allá de la retórica feliz de las buenas intenciones”.
Sí hay estudios de emisiones desde el 2016
El Acuerdo de París fue ratificado por la Asamblea Legislativa de Costa Rica el 3 de octubre del 2016 y entró en vigor en noviembre de ese mismo año.
Desde entonces, el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) ha publicado dos Inventarios Nacionales de Gases de Efecto Invernadero (INGEI): uno en 2019, con datos del 2015; y otro más reciente en 2021. Este último informe documenta los datos del 2017 e incluye la línea temporal completa de las emisiones y absorciones desde 1990.
En total, Costa Rica ha desarrollado siete inventarios entre 1996 y 2021. Dos de esos estudios fueron publicados después de la ratificación del Acuerdo de París.
Según la Contribución Nacionalmente Determinada más reciente (NDC por sus citas en inglés), Costa Rica se comprometió a bajar las emisiones netas a 9,1 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (TCO2e). Según el inventario más reciente, las emisiones netas fueron de 11,5 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente en el 2017.
Por otra parte, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicó un estudio en 2020 sobre los costos y beneficios de implementar el Plan Nacional de Descarbonización en Costa Rica. Esa investigación modeló las futuras emisiones de gases de efecto invernadero en el país y analizó los posibles impactos del plan en la economía costarricense al año 2050.
El estudio del BID concluyó que “en todos salvo en 21 de los más de 3.000 futuros plausibles considerados, la implementación del plan de descarbonización da lugar a beneficios económicos superiores a los costos”.
Kendal Blanco, coordinador del INGEI en la Dirección de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), señaló a Doble Check que también hay un registro de los avances del Plan Nacional de Descarbonización y la NDC 2020.
El Plan Nacional de Descarbonización reúne las acciones que el Gobierno debe seguir para descarbonizar la economía al 2050 y respetar los compromisos del Acuerdo de París. La NDC 2020 es el marco que orienta las acciones del país en materia de adaptación al cambio climático.
Inventarios no pueden ser inmediatos
Los Inventarios Nacionales de Gases de Efecto Invernadero (INGEI) son estudios que estiman los gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera y absorbidos durante un determinado periodo de tiempo. La complejidad en la recolección y procesamiento de los datos hace que dichos documentos se emitan con un desfase de varios años.
Kendal Blanco explicó a Doble Check que la principal limitación para el desarrollo de los inventarios proviene del financiamiento. El IMN ha realizado los inventarios con fondos gestionados para ese objetivo por medio de los proyectos de comunicación nacionales o por informes bienales de actualización.
“Los informes bienales se presentan a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y a cada país le corresponde cierto monto, y eso se gestiona para trabajar en la elaboración de los informes, donde están incluidos los Inventarios Nacionales de Emisiones” afirmó el coordinador de dichos estudios.
Además, es necesaria la cooperación de empresas privadas para el acceso a la información sobre sus emisiones.
Blanco añadió que la elaboración del mapa de cobertura del país es un “cuello de botella” en la investigación. “Es un proceso que necesita que se recopilen imágenes satelitales del país un año completo antes de empezar el procesamiento”, explicó el investigador.
El coordinador de los INGEI destacó que la Convención Marco de las Naciones Unidas Sobre el Cambio Climático permite a los países en vías de desarrollo un desfase de hasta cuatro años para presentar los INGEI. Los reportes de las naciones más industrializadas pueden tener dos años de desfase.
Este año se publicará un nuevo inventario con información del 2020. “Este año nos pondremos al día porque, si presentamos un inventario a finales de año, estaríamos cumpliendo con el desfase que pide el Acuerdo de París”, indicó Blanco.