El término en la ciencia política es “transfuguismo” y responde a las acciones de los políticos de estar hoy con un partido político y mañana con otro. Es lo que ocurre cada vez más en el paisaje nacional y lo que se ha evidenciado en meses recientes con alcaldes “fichados” por movimiento afín a Rodrigo Chaves, pero a la mayoría de la población eso no le gusta.
“Un 58,4% manifestó estar en desacuerdo con que un alcalde o alcaldesa renuncie al partido por el que fue electo para unirse al partido de gobierno, frente a un 41,6% que dijo estar de acuerdo”, dice de manera concluyente el informe de la nueva encuesta CIEP-UCR.
Es más, la mayoría de la ciudadanía costarricense expresa una posición más contundente contra el transfuguismo en general, no sólo en alcaldes. Dos de cada tres (63,7%) sostiene que una persona electa en un cargo público debería perderlo si cambia de partido durante su gestión y sólo 36,3% estima que debe mantenerse en él. Esto es válido para diputados, entre quienes es usual que dejen su agrupación original y sigan ejerciendo como legisladores como independientes o con otra divisa.
Este tema tiene relevancia porque cada vez son más los alcaldes que se suben a la carroza del oficialismo a pesar de la frecuente crítica del presidente Chaves y sus seguidores contra los partidos de donde provienen esos mismos alcaldes.
Pese a que el movimiento chavista no logró ni una sola alcaldía e las elecciones municipales del 2024, ahora se ufana de haber atraído al 13% de los alcaldes del país, como recogió en agosto este Semanario. Algunos de esos “fichajes” incluso se han transmitido en las redes sociales de la Presidencia.
El informe del CIEP-UCR señala que la alta reprobación al transfuguismo “refleja que la ciudadanía costarricense otorga valor a la coherencia partidaria y la lealtad al mandato electoral”, una afirmación que sin embargo contrasta con el debilitamiento de los partidos políticos entre las personas y la baja calificación que le otorgan (promedio de 3,7 en la escala 1-10).



