El Organismo de Investigación Judicial (OIJ), requiere de 600 plazas extra para resguardar su competencia técnica por los próximos 10 o 15 años, según indicó su nuevo director, Randall Zúñiga López, en entrevista en Interferencia de Radios UCR.

Esos funcionarios adicionales le representarían al presupuesto judicial un monto de 8.500 millones de colones. Sin embargo, Zúñiga señaló que, si se les otorgan esas plazas, se podría atender mejor la crisis de criminalidad que afronta el país. Las proyecciones del OIJ indican que Costa Rica podría terminar el año con unos 950 homicidios, una cifra nunca antes vista en el país.

Zúñiga advirtió que en Costa Rica la toma de decisiones conlleva mucho tiempo y es compleja.

“En su momento a la Fuerza Pública le prometieron 1.000 plazas, pero lo que le dieron fueron 1.000 códigos, 1.000 códigos sin dinero, entonces nunca las pueden llenar. Ahorita le están dando 300, pero 300 pareciera que es insuficiente, porque la Fuerza Pública ocupa por lo menos 1.000 plazas para poder trabajar y tener gente en la calle”, afirmó el director del OIJ.

Zúñiga afirmó que la entrada en vigencia de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas debilitó al OIJ. Como ejemplo, indicó que entre el 2011 y el 2017 solamente hubo dos renuncias en la Policía Judicial, pero que a partir del 2018, cuando esa ley impactó en las condiciones salariales de las personas funcionarias, se han tenido más de 300 renuncias en esa entidad.

“Son personas investigadoras (las que renunciaron) que tienen mucho conocimiento y mucho bagaje, pero no se van a quedar aquí esperando 20 años a que le hagan un aumento salarial. Entonces, es personal de experiencia que hemos perdido y que lo hemos sustituido, pero ellos se llevaron todos los informantes, se llevaron todo el conocimiento. El personal nuevo está entrando y tiene que hacer calle, tiene que hacer contactos para poder investigar”, relató Zúñiga sobre los trabajadores del OIJ que han renunciado a esa institución.

También criticó que la regla fiscal ha generado una disminución por ₡2.000 millones en el presupuesto para el OIJ, los cuales, según dijo, son provenientes de los decomisos que se le realizaban al narcotráfico.

El director del OIJ también señaló que, por un lado, se excluyera al Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) de la regla fiscal para que este pudiera dar dinero a los cuerpos policiales, pero por el otro, a esos cuerpos policiales sí se les restringe de recibir los fondos debido a la regla fiscal.

Zúñiga comentó además las dificultades que vive el OIJ ante la imposibilidad de adquirir el equipo técnico adecuado para cumplir con sus labores, debido a las restricciones presupuestarias por leyes que considera austeras.

Por ejemplo, narró que en octubre del 2022 se decomisaron unos celulares a un grupo de secuestradores, pero que se logró abrir los aparatos hasta meses después, dado que los equipos que el OIJ tiene para estas tareas son pocos y limitados.

“Cuando se pudo desarticular una banda de secuestradores por dicha que en ese momento un gobierno amigo nos había prestado una licencia para poder rastrear las criptomonedas. Entonces, nosotros tuvimos la llave en ese momento y la volvemos a tener en setiembre por un periodo finito, porque constantemente hay que prestarla a varios países de Centroamérica. No es posible que nosotros lleguemos a esos extremos”, cuestionó el director del OIJ.

Zúñiga fue nombrado en propiedad como director del OIJ, cargo que ha ocupado por los últimos 10 meses, desde el fallecimiento del anterior director, Wálter Espinoza.

Crisis de criminalidad

La proyección de más de 900 homicidios que ha hecho el OIJ era impensable al finalizar el año pasado, según reconoció Zúñiga.

“Cuando nosotros realizamos la planificación anual, en el mes de diciembre, hacemos una revisión de todos los procedimientos y planificamos lo que vamos a hacer; dentro de esto no estuvo en las posibilidades reales que visualizamos los datos actuales de homicidios”, indicó el nuevo director del OIJ.

Zúñiga explicó que, desde su punto de vista, hubo dos momentos que ocasionaron la actual crisis de homicidios. El primero fue un hecho relacionado con grupos narcotraficantes en Limón, en el cual fueron asesinadas ocho personas. Según dijo, eso impulsó la violencia y esos grupos la exportaron al resto del país. Agregó que estos grupos criminales luchan por el dominio de la exportación hacia el hemisferio norte.

El segundo, según Zúñiga, fue la detención de uno de los grupos más fuertes asociados al narcotráfico en el sur de San José. Debido a ello, grupos más pequeños se unieron para tomar este territorio. Añadió que en noviembre del 2022 fue asesinado un sobrino de uno de los cabecillas y eso ha generado un aumento en la cantidad de homicidios.

Puede repasar la entrevista completa en el siguiente enlace:
INTERFERENCIA | JUEVES 07 DE SETIEMBRE Entrevista con Randall Zuñiga, nuevo director del OIJ