El 65% contestó que sí se presentará en las urnas aunque persista la propagación del coronavirus; las mitad de la población reprueba el manejo de la pandemia por parte del Gobierno.
La población costarricense expresa una fuerte disposición a votar pese a la creciente ola de contagios de COVID-19 en enero y un alto respaldo a la obligatoriedad de vacunación a menores de 12 años.
La encuesta más reciente del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) reveló la voluntad mayoritaria de participar en el proceso electoral en caso de que siga aumentando la propagación del coronavirus en su variante ómicrom, tal como ha ocurrido desde inicios del 2022, lo que hizo alcanzar este martes una cifra record de casos nuevos en toda la pandemia: 5.365
El 65% respondió que iría a votar, mientras solo 24% expresó lo contrario y 11% dijo tener dudas, de acuerdo con la encuesta realizada en la semana en que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) aclaró que una eventual orden sanitaria por contagio no quita a las personas el derecho a votar.
Solo un eventual contagio directo haría que se quedara en la casa, contestó el 71,5% de los encuestados, en contraposición con un 16% que asegura acudirá a las urnas aunque esté contagiado.
“La alta disposición de las personas a ir a votar sin importar el momento pandémico se podría explicar en parte por la alta confianza de las personas en la implementación de protocolos sanitarios por parte del TSE en las Juntas Receptoras de Votos”, dice en informe CIEP-UCR, basado en el dato de que 85% de la población dice confiar “mucho” o “algo” en la eficacia de las medidas anunciadas.
Menos entusiasta es la población al calificar el manejo de la pandemia por parte del Gobierno, pues la mitad lo aprueba y la mitad lo reprueba dos años después de anunciadas las primeras alertas en Costa Rica, tras severos perjuicios en la economía y casi 7.500 vidas perdidas.
La vacunación, que empezó en el país el 24 de diciembre del 2020, alcanzó a casi 4 millones de habitantes con al menos una dosis, de los cuales el 91% posee ya el esquema completo.
Ahora las autoridades corren para tratar de vacunar a la mayor cantidad de menores entre los 12 años y los cinco, que son casi el 10% de la población del país. Para ello se declaró obligatoria la vacuna, como parte del esquema básico que deben recibir niños y niñas, lo que provocó críticas que parecen minoritarias a juzgar por la encuesta: pues tres de cada cuatro habitantes está de acuerdo en que se aplique de manera forzosa.