En resumen: No hay evidencia concluyente sobre una relación entre murciélagos y el coronavirus SARS-CoV-2. No se ha confirmado que el nuevo coronavirus se hubiera originado en esos animales. Tampoco hay evidencia de que la transmisión del coronavirus en seres humanos se hubiera ocasionado por el consumo de carne de murciélago.
Publicaciones en redes sociales han asociado al coronavirus del 2019 con la experimentación con murciélagos. El medio de comunicación inglés, The Sun, y la plataforma estadounidense conocida por esparcir desinformación, Infowars, también han especulado que el brote se originó por el consumo de sopa de ese animal.
Los coronavirus y los murciélagos
Es cierto que los murciélagos han sido reservorio de diversos coronavirus, como el que causó el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) en el 2002. “Estos coronavirus usualmente no enferman a los seres humanos. Sin embargo, por el contacto continuo puede darse el contagio de animal a ser humano y luego entre personas cercanas y contactos, dependiendo del comportamiento del virus”, detalló la OMS a Doble Check por medio de su área de comunicación en Costa Rica.
Eugenia Corrales-Aguilar, especialista en virología del Centro de Investigaciones en Enfermedades Tropicales (CIET) de la UCR, explicó a Doble Check que se estima la existencia de más de 2.000 coronavirus. Entre ellos han sido identificados unos 200. Esos virus se encuentran normalmente en animales: ganado vacuno, felinos, perros, murciélagos, roedores y aves. “De todos estos coronavirus, sólo siete han dado el brinco de especie (spillover en inglés) al ser humano”, dijo la experta.
La especialista del CIET advirtió que tales saltos no son exclusivos de los coronavirus. “Hay otros virus que también están presentes en la esfera de mamíferos silvestres, como la influenza. Ese brinco ha sucedido con 72% de todas las enfermedades emergentes conocidas. Esto se llama zoonosis”, describió Corrales-Aguilar.
Además, Corrales-Aguilar subrayó que hubo un animal intermedio en la mayoría de brincos de virus al ser humano:
“En el SARS, por ejemplo, fue la civeta; en el MERS [Síndrome Respiratorio de Oriente Medio], los camellos. Aún no se sabe cuál fue en el caso del SARS-COV2”, detalló la viróloga.
Sin evidencia contundente
La plataforma de fact-checking en temas de salud, Health Feedback, entrevistó a finales de enero a dos expertos que investigan el nuevo coronavirus actualmente en la Escuela Médica Duke-NUS en Singapur. Uno de esos investigadores, Linfa Wang, explicó a ese medio que un reporte preliminar del Instituto de Virología de Wuhan muestra similitudes genéticas entre un coronavirus hallado en murciélagos y el SARS-COV2. Sin embargo, esta coincidencia no indica, por sí sola, que hubo una transmisión directa entre humanos y murciélagos.
El manuscrito citado por Linfa Wang y Health Feedback fue aceptado para publicación por la revista científica Nature a inicios de febrero, aunque aún falta la revisión de pares y la edición de sus resultados.
Además, la viróloga y profesora de esa misma institución, Daniella Anderson, señaló a Health Feedback que ningún reporte ha indicado que las primeras personas que contrajeron el coronavirus hubieran preparado o comido sopa de murciélago.
El virus
Un nuevo coronavirus fue identificado en la ciudad de Wuhan, en China, el año pasado. El coronavirus fue nombrado como SARS-CoV-2. La enfermedad ocasionada por este se llama COVID-19. Desde entonces, la desinformación sobre ese nuevo brote también se ha propagado en redes sociales.
Al 25 de febrero, la OMS había reportado 81.109 personas enfermas de COVID-19 y casi 2.800 muertes a escala global, cuya gran mayoría está en China. Puede seguir los reportes diarios de la OMS en este enlace.