Costa Rica se adentra en un ciclo electoral complejo donde la información fluye a gran velocidad, pero no siempre con la veracidad necesaria. En un contexto donde las redes sociales se han convertido en el principal escenario de batallas ideológicas, la ciudadanía enfrenta un notable desafío: la ola inminente de la desinformación y las noticias falsas (o fake news).
Mientras en plataformas digitales consumimos contenido inmediato sobre cómo detectar engaños, el problema de fondo es estructural y psicológico. Consulta Legal profundizó en este fenómeno para entender el “cómo” y el “por qué” sucede esto. Desde la mirada de Fernando Francia, periodista y estratega en comunicación, es fácil conocer las razones por las que caemos constantemente en la trampa desinformativa.
LA POSVERDAD: CUANDO LA EMOCIÓN SUPERA AL HECHO
El concepto de “noticia falsa” a menudo se queda corto al explicar la realidad actual. Fernando Francia asegura que vivimos en una transición hacia la “posverdad”, un escenario donde los hechos objetivos tienen menos influencia en la formación de la opinión pública que las apelaciones a la emoción y a las creencias personales.
La clave no radica en mentir, sino en construir narrativas que confirmen los sesgos que la audiencia ya tiene. En este sentido, la verdad deja de importar si el mensaje conecta con el enojo, el miedo, la tristeza o la esperanza de un grupo específico. Francia explica cómo este mecanismo desplaza el razonamiento lógico para instalarse directamente en la fibra sensible del ciudadano.
EL CÍRCULO DE CONFIANZA Y LA TRAMPA DE LA CERCANÍA
Uno de los hallazgos más inquietantes discutidos en el programa es cómo la desinformación se disfraza de familiaridad. El peligro no radica siempre en un titular estridente de un medio conocido, también puede provenir de un mensaje que llega a través de un ser querido en plataformas de WhatsApp.
Al recibir información de un amigo o familiar, el cerebro humano tiende a bajar la guardia crítica y activa un “círculo de confianza”. Ya no se juzga la veracidad del dato, ahora la atención se centra en la relación con el emisor. Esto explica la viralidad de contenidos en chats familiares, donde la mentira se reviste de credibilidad afectiva, haciendo que cuestionarla sea menos probable.
LA ESPIRAL DEL SILENCIO Y LA MINORÍA RUIDOSA
El impacto de la desinformación trasciende la elección individual: afecta la salud democrática al silenciar voces. Francia retoma la teoría de la “espiral del silencio” para ilustrar el comportamiento actual en redes sociales: una mirada ruidosa y agresiva puede crear la ilusión de ser mayoría.
Este fenómeno provoca que gran parte de la ciudadanía, por miedo al aislamiento o al ataque digital, opte por callar y, con ello, ceder el espacio público a discursos particulares. Los algoritmos, diseñados para premiar la interacción, amplifican este ruido y distorsionan nuestra percepción de la realidad y de lo que piensa el “otro”.
“Una mayoría ruidosa puede opacar a una minoría o incluso mayoría, pero silenciosa porque el ser humano busca estar en sintonía con los demás. Es decir, tenemos miedo al aislamiento, a quedar solos. En una reunión, si todo el mundo empieza a decir que sí y vos pensabas que no, te quedás callado casi siempre” — Fernando Francia, periodista.
INTENCIONALIDAD POLÍTICA Y RESISTENCIA CIUDADANA
Más allá del caos informativo y el silencio social, existe una intencionalidad clara. La desinformación es, en muchos caos, una estrategia de poder diseñada para beneficiar narrativas y agendas específicas. Identificar “a quién le sirve” una noticia falsa es el primer paso para desarticularla.
La solución no pasa por la censura, más bien se posiciona como una recuperación de la pausa y la reflexión. En un mundo dominado por la inmediatez, el acto más revolucionario es detenerse a verificar antes de compartir. El criterio humano y la ética periodística siguen siendo líneas centrales de defensa para proteger la integridad de nuestra democracia.
RECUPERAR EL VALOR DE LA VERDAD
La verdad sobrevive cuando se revisa, cuestiona y verifica la información en diferentes fuentes, sin dejarse sesgar por el círculo de confianza. Esta batalla contra la desinformación se cataloga como una acción cívica.
Se requiere que tanto los medios como las audiencias asuman la responsabilidad de romper la inercia del consumo rápido y cuestionen narrativas que buscan dividir. Por ende, el camino a seguir se basa en construir confianza y credibilidad en los medios, pero desde una perspectiva crítica, informada y pensante.
“Es muy difícil recuperar esa credibilidad. (…) Se han roto muchos jarrones en esta relación con los medios de prensa (…). Sin duda, hay que trabajar para eso”.
Si quiere conocer más a fondo los matices de la desinformación; las fake news; la posverdad en la política y la línea entre manipulación y verdad, le invitamos a ver el episodio completo de Consulta Legal por medio de nuestro canal de YouTube Radioemisoras UCR.