Los representantes legales del denunciante calificaron como gravísima la revelación del nombre de la víctima por parte del ministro Arnold Zamora y anunciaron que emprenderán acciones para sentar responsabilidades más allá del proceso penal por presunta violación.
Este lunes se dio a conocer que el ministro de Comunicación, Arnold Zamora, fue denunciado ante la Fiscalía por un presunto delito de índole sexual, hechos que, según el Ministerio Público, podrían configurar el ilícito de violación. Un día después, Zamora rechazó públicamente las acusaciones mediante un video compartido por uno de los canales de Whatsapp de Casa Presidencial y, en su defensa, reveló la identidad del denunciante y otros datos sensibles del caso.
Para la psicóloga de la Universidad de Costa Rica, Ana María Jurado, la exposición mediática del denunciante constituye un error grave que puede afectar el proceso y profundizar el daño a la persona que presentó la acusación.
“Eso es peligroso en todos sus extremos: no solo para la salud física y mental, y para la integridad de la persona potencialmente víctima, sino también en términos legales, porque la identidad de la víctima siempre debe mantenerse bajo resguardo”, señaló Jurado.
La psicóloga enfatizó que este hecho provoca una revictimización del denunciante, disminuyendo su capacidad de afrontamiento: “Me temo que esto es lo que normalmente se busca por parte de la persona denunciada: reducir, en todo lo posible, la capacidad de afrontamiento de la víctima”.
Jurado añadió que quien lleva la peor parte en todo el proceso de denuncia es la víctima, porque muchas veces se piensa que estos procesos son fáciles, cuando en realidad son sumamente dolorosos. Enfrentar un caso públicamente requiere un acompañamiento y una fortaleza que no todas las víctimas tienen.
La experta explicó que, aunque los casos que involucran a figuras públicas generan un interés mediático evidente, el manejo de este tipo de denuncias debe centrarse en la protección de las víctimas.
“En una situación tan grave y seria como una potencial violación, que parece ser la situación por la que se le acusa, es especialmente gravoso el manejo tan público de esta situación. Considero que esto nunca debió haber salido fuera del espacio judicial donde se encuentra”, afirmó Jurado.
Además, cuestionó los fallos en los protocolos que deberían impedir que este tipo de expedientes se filtren a la prensa. “Los mecanismos de protección existen, pero en casos como estos normalmente fallan”, agregó.
La experta también llamó a los medios a reflexionar sobre su responsabilidad al informar sin sensacionalismo. Muchos medios replicaron el video de Zamora donde se expone la información personal del denunciante.
“Los medios de comunicación deben ser más responsables y decidir qué noticias replican. Estamos jugando con el bienestar y la salud de una persona que no merece que hechos dolorosos y traumáticos estén expuestos públicamente de manera tan irresponsable”, señaló.
Acciones legales contra el ministro
El abogado del denunciante, Marvin Carvajal, calificó de gravísima y censurable la divulgación del nombre de su representado:
“Nunca debió haber sucedido. Es más reprochable todavía viniendo de un comunicador con experiencia en sucesos, donde se sabe muy bien que a la víctima de los delitos sexuales no se le divulga por protección a sus derechos.”
Carvajal añadió que harán valer las garantías de su representado:
“No dejaremos de hacer valer los derechos de nuestro representado frente a una acción tan grave como esta, para sentar las responsabilidades del caso, más allá de aquellas que correspondan por los hechos denunciados”, manifestó.
La Fiscalía General confirmó a Interferencia que la causa contra Zamora, que podría configurar el delito de violación, se tramita bajo el expediente 25-028218-0042-PE y que se trata de una investigación ordinaria, dado que el cargo de ministro de Comunicación no cuenta con fuero especial.
Arnold Zamora anunció que se presentaría voluntariamente ante el Ministerio Público para dar su versión de los hechos. Interferencia consultó al jerarca sobre por qué reveló el nombre de la víctima y si no considera que esto podría revictimizar al denunciante y afectar el proceso de investigación; al cierre de edición, no se recibió respuesta.