Desde hace algunos años la cosmética coreana ha ido ganando popularidad pero ¿Qué tan segura es y qué tomar en cuenta si deseamos empezar a utilizarla?
Cada vez es más frecuente ver una gran variedad de productos para el cuidado facial provenientes de Corea. Las rutinas de cuidado para la cara no solo se realizan más, sino que también se han vuelto más extensas. En Saber Vivir Gloriana Rodríguez conversó sobre el tema con Victoria Hall y Daniela Fernández del Centro Nacional de Información de Medicamentos de la Universidad de Costa Rica (CIMED-UCR).
Según Fernández el auge de la cosmética coreana responde en parte a una necesidad real de productos más amigables con la piel. Fernández destaca que muchos de estos productos se centran en la hidratación profunda y el fortalecimiento de la barrera cutánea, elementos clave para una piel saludable.
Por su parte, Hall señala que en Corea del Sur hay un desarrollo muy fuerte en investigación cosmética, lo que permite que lancen productos con ingredientes fermentados o tecnologías encapsuladas que mejoran la absorción en la piel.
“La diferencia más notable es que son fórmulas mucho más ligeras. Por ejemplo, un protector solar coreano no se siente pegajoso ni pesado, lo que facilita su uso diario y su combinación con maquillaje”, explica la doctora.
Ingredientes como el ácido hialurónico, la centella asiática, el árbol de té y los extractos de arroz o manzanilla no solo tienen propiedades conocidas, sino que se combinan en formas novedosas que potencian sus efectos.
“Muchos productos utilizan fermentos para reducir el tamaño de las moléculas y lograr una absorción más profunda. No es solo una moda”, aseguró Fernández.
“Yo lo que creo es que independientemente de si es cosmética coreana o si es cosmética tradicional, lo importante es enfocarse en cuál es la necesidad de la piel” – Victoria Hall, CIMED-UCR.
Sin embargo hay que tener cuidado con lo que se compra y utiliza. Estas rutinas coreanas están sobrecargadas de productos y eso puede tener a la larga un efecto perjudicial en la piel. Por eso siempre hay que tratar de que lo que utilicemos se adapte a las condiciones de nuestra piel, y revisar que tenga los permisos del Ministerio de Salud.
USO CONSCIENTE E INFORMADO
“Hay que dejar de pensar que más es mejor. Lo importante es identificar la necesidad específica de nuestra piel y construir una rutina que responda a eso, no a las tendencias” – Victoria Hall, CIMED-UCR.
Las especialistas del CIMED coinciden en que independientemente de donde venga un producto cosmético, un aspecto fundamental a la hora de elegirlo es su seguridad. Es en este caso es en donde entra en juego el registro sanitario.
“Cuando nosotros vayamos a comprar cualquier producto cosmético, me da igual si es en una farmacia, si es en un supermercado; fijarnos que tenga un registro sanitario”, resalta Hall. Si tiene registro sanitario del Ministerio de Salud, es porque pasó por una revisión técnica que garantiza que es seguro para el uso humano.
Otro consejo es fijarse en la etiqueta para ver sus ingredientes. Y si las etiquetas están en coreano o en inglés o deseamos consultar sobre la seguridad de algún ingrediente, lo que podemos hacer es buscar alguna persona experta en medicina, llamar a la línea telefónica del CIMED al 2511-8313, a través del WhatsApp 8573-7062 o en herramientas confiables como la que recomiendan las especialistas: https://incidecoder.com/
“Siempre es importante leer las etiquetas en todos los productos y como les mencionaba, si viene en otro idioma, buscarlo en estas páginas o en fuentes que en internet que sean confiables para no combinar. Por ejemplo, cuando combinamos exfoliantes, ácido glicólico y ácido salicílico, en personas con pieles sensibles, lo que nos pueden producir es más bien una afectación y no nos va a producir un beneficio. Entonces, sí hay que tener cuidado”, advirtió Fernández.
Tampoco es ideal usar muchas capas de productos sin tener claro para qué sirve cada uno, indicó Fernández. Ambas especialistas recomendaron también realizar una prueba de sensibilidad antes de aplicar el producto en el rostro.
“Si en 24 horas no hay irritación, es más seguro usarlo”, explicó la Dra. Fernández. Aunque la mayoría de estos productos son suaves, cada piel reacciona distinto, sobre todo si hay historial de alergias.
“Yo creo que estos productos fueron una moda, pero ya se instauraron. Hoy son parte del mercado y responden a una demanda real por productos efectivos, suaves y accesibles”, opinó Hall.
Encuentre más información sobre el tema en esta entrevista.