Cuidar adecuadamente nuestras heridas, mantenerlas desinfectadas, y de ser posibles tapadas, así como estar al tanto de nuestros animales, puede prevenir la propagación de la miasis por gusano barrenador.
El 2024 trajo consigo nuevamente casos de miasis por gusano barrenador. Estos han ido aumentando pero, antes de alarmarse y poner en práctica cualquier medida, es importante conocer de qué se trata esta situación y por qué nos afecta.
Saber Vivir entrevistó al especialista en entomología médica de la Facultad de Microbiología de la Universidad de Costa Rica, Luis Enrique Chaves. Este especialista contestó algunas inquietudes sobre el tema.
¿QUÉ ES LA MIASIS POR GUSANO BARRENADOR?
El gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax) es una especie de mosca que deposita sus huevos en tejido vivo en animales de sangre caliente, incluidos los seres humanos. Estos se ven atraídos por cavidades como las de los ojos o nariz y boca o heridas abiertas frescas.
“Una vez que la mosca llega a la herida, va a poner huevos. Estas pueden poner de 50 a 400 huevos aproximadamente. De cada huevo sale una larva. Estas larvas se meten en el tejido y se lo van comiendo y van a madurar”, explicó Chaves.
“El mensaje es que las miasis, aunque no se tenga la causa, hay que tratarlas sí o sí” – Luis Enrique Chaves, entomología médica, Facultad de Microbiología de la UCR.
El proceso de maduración toma de 5 a 7 días en los que las larvas se van adentrando en el tejido y se alimentan de él. Esta infestación de larvas es lo que se conoce como miasis.
Chaves indica que si bien la miasis nos puede parecer un tema nuevo, esta ha estado con nosotros siempre. La razón por la que esta es peligrosa es por la cantidad de huevos que deposita la mosca y la velocidad con la que se desarrollan dentro de los tejidos.
“Una vez que se detecta el caso, hay que tratarlo inmediatamente por la rapidez que tiene. Como las larvas se comen el tejido y van a fondo, existe la posibilidad de que favorezcan que se den infecciones por bacterias que pueden llevar al paciente a una condición de shock”, enfatiza Chaves.
Los huevos del gusano barrenador son muy pequeños. El ojo humano no los puede ver ni distinguir a simple vista. Las larvas en su primera fase son muy pequeñas también. Según Chaves es posible que una persona no se de cuenta de que las tiene hasta que las larvas están en una etapa avanzada de desarrollo.
¿Cuál es la mejor manera de prevenirla? Chaves aconseja tener presente 3 aspectos básicos:
- Tener bajo manejo médico cualquier herida expuesta. Si la herida se puede vendar, es mejor.
- Los pacientes que son más susceptibles son aquellos que tienen algún tipo de problema neuromotor. Para estos es importante considerar los toldos o mosquiteros para limitar el contacto del paciente con la mosca.
- Si se tiene animales en la casa, hacer un buen manejo. Si tienen heridas abiertas deben tratarse de manera oportuna. Todos los casos hay que reportarlos al Servicio Nacional de Salud Animal, SENASA.
DEJAR ATRÁS MITOS
Como con todo tema, surgen muchas dudas. Sin embargo Chaves destaca que no hay que alarmarse pero sí buscar información de fuentes confiables. Además el especialista habla de dejar de lado estos mitos:
- ¿El tórsalo es lo mismo que el gusano barrenador? No. Para el tórsalo no debe haber herida previa y por cada lesión hay solo una o dos larvas nada más. La miasis que genera es muy diferente y las implicaciones no suelen ser fatales por lo general.
- ¿Esta mosca puede poner huevos en alimentos? Falso. Ella necesita que el hospedero donde va a poner los huevos esté vivo. Asimismo, no es posible que se genere un cúmulo de gusanos de esta especie en un basurero.
- ¿Las moscas negras pequeñas son los machos estériles que han estado liberando? Falso. El macho estéril es exactamente igual que al que no es estéril. No es cierto que hay que proteger a las moscas negras que se liberan, porque no se liberan moscas negras.
- ¿Todas las moscas de color verde azulado metálico son gusano barrenador? Falso. No cualquier mosca de color verde azulado metálico es gusano barrenador. Esta especie forma parte de la familia Califóride y esa familia se parece montones.
“Las miasis suelen ser estigmatizadas, pero hay que entender que esta mosca hace lo que sabe hacer que es ser parásito. No estigmaticemos a quienes sufren una miasis y no caigamos en la histeria colectiva que hay. Tomemos las medidas necesarias, no nos alarmemos y eduquémonos sobre el tema”, señala Chaves.