En Costa Rica existen muy pocas regulaciones en el mercado del suelo y de bienes raíces, lo que combinado con otros factores, ha generado un aumento de la gentrificación, según consideraron Nandi Edina y Alejando Alcázar, voceros del Colectivo Antigentrificación, en entrevista con Interferencia de Radios UCR.
Es por eso que ese colectivo y otras organizaciones de la sociedad civil están exigiendo que se cree legislación en esta materia. El pasado 20 de junio, un grupo de personas realizó un plantón en las afueras de la Asamblea Legislativa con el fin de protestar y reclamar acciones.
A esta manifestación asistieron seis diputados y diputadas. Entre ellos, el diputado Ariel Robles, quien dio a conocer dos proyectos de ley para regular la participación en las ASADAS (principalmente por parte de grandes corporaciones) y para garantizar el acceso público a las playas del país.
El Colectivo por su parte señala que es necesario regular el mercado del suelo y no limitarse solo al inmueble. En un pronunciamiento exigieron, por ejemplo, que se genere “regulación del precio de las tierras en el mercado para garantizar un acceso real a la para la población costarricense quien se encuentra en excesiva desventaja en comparación con los nuevos residentes”.
Además, que el Estado regule los precios de la vivienda “para que se asegure el acceso a las y los costarricenses, así como de los bienes y servicios públicos básicos”.
También pidieron nuevos impuestos sobre propiedades de lujo y fiscalización y sanciones en materia de daño ambiental, entre otros aspectos.
La gentrificación se define como un proceso que recalifica el espacio, territorio y paisaje de un lugar, lo que afecta las condiciones de vida de las personas que residen allí, generando un desplazamiento y empobrecimiento. Este fenómeno ha afectado varios lugares de Costa Rica, según comentaron los voceros.
En el país, las zonas que recientemente se han visto más afectadas por la gentrificación son las costas, según han señalado expertos. El fenómeno ha sido notorio principalmente en la costa del Pacífico Norte, con lugares como la Península de Nicoya, Nosara y Santa Teresa. Aunque también está presente en el Pacífico Central y Sur y en la costa del Caribe.
Edina y Alcázar consideraron que, además de la legislación, es importante la organización comunitaria, para pedir respuestas a municipalidades y congresistas sobre esta problemática.
También, agregaron, se pueden hacer cambios con un alto impacto, como sanciones a funcionarios involucrados en actos de corrupción, o a personas que decidan construir de manera ilícita.
Edina y Alcázar añadieron que la gentrificación ha tenido impactos en diferentes niveles, incluyendo social, económico y ambiental. El crecimiento poblacional y el incremento en el costo de vida se han hecho muy evidentes en algunas zonas, según comentaron.
Alcázar mencionó como ejemplo que, según datos del Censo nacional y de la Asociación Cívica de Nosara, esa comunidad guanacasteca ha tenido un crecimiento poblacional del 91% en poco más de una década y muchas viviendas están siendo usadas para alquiler de hospedaje.
Escuche la entrevista completa en el siguiente video: