Una usuaria de la Casa Infantil Universitaria (CIU) de la Universidad de Costa Rica (UCR) ahora debe buscar quién cuide a su hijo dos días a la semana mientras va a clases. Otra dejó de utilizar el servicio y tuvo que buscar alternativas, pues los horarios de cuido que empezó a ofrecer el centro infantil no son compatibles con las horas que debe asistir a la universidad.
Estas son algunas de las afectaciones que relatan las madres estudiantes usuarias de la CIU tras el despido de tres funcionarias de este centro infantil. Las tres empleadas fueron cesadas tras fallar una prueba psicológica debido a tener síndrome de ‘burnout’ o de trabajadora quemada.
Los despidos ocasionaron una disminución de personal en la CIU, lo que redujo el horario de atención en el primer semestre de 2024 a la mitad y afectó la disponibilidad del servicio de cuido para las hijas e hijos de las estudiantes.
Actualmente, la Casa Infantil recibe a menores los martes y jueves de 7 a. m. a 12 m. d., y los viernes de 12 m.d. a 5 p. m., según consta en una respuesta que dio la Rectoría a la Federación de Estudiantes de la UCR (FEUCR) en abril. En los últimos años y antes del despido de las funcionarias, la CIU atendía de 7 a. m. a 4 p. m. de lunes a viernes.
Una de las usuarias, Alexandra Vargas, relató a Interferencia que, a raíz de esa situación, ahora debe pagar dos días de cuido por aparte, ya que cuando realizó la matrícula de cursos en la universidad, no contaba con que el horario de cuido de su hijo en la Casa Infantil se redujera a la mitad.
“Es todo un estrés porque a veces la muchacha que lo cuida no puede. A veces no puedo ir a clases porque me quedé corta de dinero, entonces falto a una clase para poder ahorrarme ese dinero del cuido. Es difícil porque si falto a una clase, se pierden muchas explicaciones de la materia”, relató.
Vargas comentó que buscar un servicio de cuido por fuera de la CIU le generó miedo y estrés: “Yo estaba asustadísima porque yo soy de la zona sur, yo aquí no conozco a personas que se dediquen a eso y una como mamá piensa mucho con quién va a dejar a los bebés, porque ellos están pequeños (…) En mi caso, por suerte conseguí a una persona de confianza, pero genera mucho estrés”, agregó.
Añadió que retirar los cursos para dedicarse a cuidar a su hijo no estaba entre sus opciones, ya que al contar con beca, debía pagar los créditos equivalentes a los cursos retirados.
Otra estudiante, cuyo nombre se mantiene en reserva por solicitud de la misma, tuvo que dejar de utilizar el servicio por completo y además, retirar uno de los cursos que debía llevar ese semestre.
“Muchos dependíamos de la Casa Infantil, yo tuve que matricular cursos de noche para esperar que mis tíos llegaran y pudieran cuidar al bebé (…) La permanencia en la universidad dependía de Casa Infantil”, relató.
La estudiante comentó que tuvo que acudir a otro programa de cuido público para continuar con sus estudios porque se estaba atrasando en su carrera.
En una respuesta que dio la Vicerrectoría de Vida Estudiantil (VIVE) en abril al Cuerpo Coordinador del Consejo Superior Estudiantil, el cual consultaba sobre la situación del centro infantil, se indicó que el horario actual responde a la situación económica de la Casa Infantil.
“El horario de atención para este primer ciclo lectivo es el que se puede establecer de acuerdo con la cantidad de personas funcionarias destacadas actualmente en la CIU”. Además, indicaron que atender más días trasciende las posibilidades económicas del centro.
En ese documento, la VIVE agregó que no es posible reemplazar inmediatamente al personal faltante, pero que están “haciendo todo lo posible dentro de la capacidades que tenemos para que en el segundo ciclo lectivo contemos con el resto del personal y restablecer la atención que ordinariamente se ha prestado”.
El despido de las ahora exfuncionarias del centro, quienes se dedicaban a atender y cuidar a los hijos e hijas de estudiantes de la UCR, se dio el 14 de marzo.
Ellas relataron a Interferencia que el estrés laboral y ambiente tenso con la dirección afectó su salud mental y por ende, su idoneidad para el puesto. Los despidos se dieron sin responsabilidad patronal.
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Casa Infantil no recibió menores en verano
A este panorama antecede el hecho de que la Casa Infantil no atendió de manera presencial a los hijos e hijas de estudiantes durante el período de verano o interciclo, que abarcó de enero a febrero de 2024.
Aunque en ese momento las entonces funcionarias aún no habían sido despedidas, ya no estaban realizando labores relacionadas con el cuidado de menores.
Según relataron tres madres estudiantes a Interferencia, desde la CIU se les indicó que esto sucedía por “un proceso de reorganización interna y mejora”. Sin embargo, las estudiantes nuevamente tuvieron que buscar quién les cuidara sus hijos e hijas. En esta ocasión, el centro infantil le dio a 14 personas usuarias un apoyo económico para cubrir el cuido por esos meses. Por cada hora de cuido se les otorgó un
monto de 1500 colones.
“La afectación principal es que no todas las mamá tienen a alguien de confianza que pueda cuidar a sus hijos o que se acomode al horario que la mamá o papá necesita (…) Nuevamente se avisó contra tiempo y sin conocimiento de que darían ese subsidio, fue todo siempre bajo la incertidumbre”, contó una de las madres usuarias que recibió el subsidio en verano.
Este medio consultó a la administración de la Casa Infantil respecto de lo sucedido en período de verano y, como respuesta, se indicó que se “realizó una revisión y reflexión interna para el mejoramiento continuo de nuestro servicio, un proceso que requirió de la mayor atención. Es así que la Casa Infantil Universitaria interrumpió temporalmente su atención presencial”. Sin embargo, no hicieron alusión al despido de las funcionarias.
Pero para ese momento, en diciembre del 2023. La Casa Infantil se había declarado en un “estado de emergencia”. Así consta en en un documento firmado por la vicerrectora de Vida Estudiantil, María José Cascante Matamoros, donde se informa a una estudiante sobre la concesión de un subsidio económico como apoyo para el cuidado de su hijo durante ese período. Interferencia tuvo acceso a este documento.
Incertidumbre sobre las decisiones
Las tres madres estudiantes que conversaron con Interferencia indicaron que los primero meses del año fueron de mucha incertidumbre, ya que no sabían qué ocurría con la Casa Infantil. Narraron que para el período de matrícula del primer semestre del 2024, no conocían si el centro iba a abrir o no.
“Esto nos tomó por sorpresa, no querían hablar al respecto, nos decían que era algo confidencial y que no podía referirse al caso”, indicó una de las entrevistadas, al comentar que en reiteradas ocasiones se consultaba a las autoridades qué iba a pasar con el servicio para el primer semestre del 2024.
“Nosotras les decíamos: “avisen, no sabemos si matricular, renunciar, y si renunciamos nos van a cobrar igual los cursos retirados por una situación que no es culpa de nosotras, porque no nos dijeron con tiempo”. agregó.
Por su parte, la usuaria de apellido Vargas relató que la incertidumbre le trajo afectaciones emocionales, ya que no sabía qué iba a suceder con el cuido de su hijo.
“Emocionalmente me afectó mucho porque empecé a pensar cómo iba a resolver, qué pensaba si no iba a poder llevar los cursos, qué iba a hacer con el alquiler, los números no me daban. En la casita, desde que yo entré, me han dado acompañamiento psicológico por muchas situaciones y ya había estado bastante estable, pero esta situación me volvió a detonar estar ansiosa y estresada y a partir de eso le tuve que pedir a la psicóloga retomar la atención”, contó Vargas.
En la respuesta que dio la vicerrectora en abril al Cuerpo Coordinador del Consejo Superior Estudiantil, que consultaba sobre la situación del centro infantil, se indicó que plantear soluciones alternativas implica analizar la demanda en horarios vespertinos y a las posibilidades de nombramientos de personal en este horario. “Cualquiera de las soluciones a implementarse requiere también de un estudio de factibilidad económica de la institución”, indicó en esa respuesta.
Agregó que el personal actual que atiende en la CIU cuenta con todos los requisitos legales para ejercer sus funciones y que “al tratarse de asuntos laborales y sensibles de las personas funcionarias no es posible referirnos en extenso al tema”.
Por su parte, en la respuesta que dio Rectoría a la FEUCR en abril, se indicó que la Casa Infantil se encuentra “atravesando un proceso institucional que implica decisiones de carácter laboral”.
Asimismo, Rectoría explicó que en los días que no se están recibiendo a menores, se planifican actividades con familias, se llenan expedientes y se crean materiales divulgativos. Además, agregó que los miércoles por las tardes se programan actividades virtuales o presenciales enfocadas en la salud integral materno y paterno infantil, para fomentar la conciliación estudiantil-familiar entre la población universitaria con hijos e hijas.